“No es necesario vivir en grandes ciudades para contar historias”

El primer largometraje del director noveldense Alfredo Navarro ha sido galardonado como Mejor Película Documental en los Goya 2016

David Sala
Periodismo Local Lab
3 min readApr 25, 2016

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Dicen que donde abunda la sal, no pasa la vida. Pero sí los sueños. Así lo ha demostrado Alfredo Navarro (Novelda, 1982), director de Sueños de Sal, documental premiado en la ultima edición de los Goya. La película narra cuatro historias reales de superación y éxito, dos de las claves de su trayectoria.

Alfredo Navarro / David Sala

Pregunta: ¿Han sido muchos los obstáculos a esquivar para cumplir su sueño de hacer cine?

Respuesta: En este mundo de egos y envidias siempre hay obstáculos. Los novatos creen que lo saben todo y los veteranos no quieren que los alcances. Sin embargo, el tiempo hace que encuentres tu propio equipo de trabajo, tu pequeña familia.

P: En sus proyectos más personales siempre aparece su ciudad natal. ¿Es el cariño a esos orígenes su sello como director?

R: Estuve viviendo y trabajando en la capital, pero decidí volver. No hace falta estar en grandes ciudades para crear, las historias nos rodean. Además, cuando narras sobre lo que conoces, transmites más. Es como hablar de uno mismo. No lo marcaría como un sello, pero sí me gusta mucho contar historias emotivas y costumbristas. Mi sello, en el que me siento cómodo, consiste en añadir fantasía y metáfora a esas historias cercanas, humildes y humanas.

P: ¿Es necesario un Goya para que se valore el trabajo de un cineasta?

R: No. Yo ya me sentía valorado por mis clientes y mis compañeros de profesión. El Goya es importante para reafirmarse uno mismo en la idea de que las cosas están bien hechas y de que merece la pena seguir luchando. Si mezclas constancia e ilusión, tarde o temprano te llega cierto reconocimiento. Aunque sea por pesado.

P: Esa recompensa profesional, ¿relaja o añade presión para superarse?

R: Presión ninguna. No tengo que demostrar nada a nadie; si acaso a mi mismo. Un premio tampoco te permite llegar a lo más alto y quedarte ahí. Tranquilizarse en este mundo es imperdonable. Si lo haces, mueres. Hay que estar en evolución constante. Utilizaré el Goya para lo que realmente sirve: como escaparate para que me faciliten las cosas a la hora de plantear proyectos. Ahora gozo de la libertad de no tener que justificarme en cada momento; mi trabajo se defiende por sí solo.

“Ahora gozo de la libertad de no tener que justificarme siempre. Mi trabajo se defiende solo”

P: ¿Ha sido notable el aumento de ofertas profesionales tras recibir el galardón?

R: Sí, después del Goya recibo más llamadas. Pero lo que busco es libertad y tranquilidad para poder crear, que me abran puertas para los proyectos que tengo en cantera. Proyectos propios, no de otros. Aunque eso no quita que aparezca un encargo de una productora y lo haga…

P: ¿Y cuáles son esos nuevos proyectos?

R: Tengo varios. El que más llama mi atención es Una de piratas, un road movie sobre un viaje que acaba transformándose en fantasía. Lo aparqué para centrarme en Sueños de Sal y ahora es momento de retomarlo. A corto plazo tengo otros proyectos más independientes que no puedo desvelar aún. Además, puede que me atreva a crear una nueva productora o un sello propio; me siento con la madurez para ello. Ya veremos…

P: Su trayectoria está llena de sueños cumplidos. De todos ellos, ¿cuál supone un mayor orgullo para usted?

R: El mayor de todos mis sueños cumplidos ha sido encontrar el equilibrio entre mi profesión y mi vida sentimental. Cuando empecé en esto me advirtieron de que tendría que elegir entre ambas. Pase por ese momento, pero supe salir airoso. Ahora tengo que luchar por mantener ese equilibrio.

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