José Luis Martínez García | Mentor del proyecto Technovation Challenge

“Para romper con el estereotipo hay que entrar por los nichos en los que las mujeres están encasilladas”

Hidraqua pone en marcha el proyecto Technovation Challenge, amparado por la ONU, para fomentar las vocaciones tecnológicas entre las niñas

Emma Beviá
Periodismo Local Lab

--

José Luis Martínez ve a las niñas muy motivadas con sus aplicaciones / Emma Beviá

I nnovación y ciencia hecha por mujeres en el proyecto Technovation Challenge llevado a cabo por Hidraqua y Dinapsis. José Luis Martínez (Almoradí, 1972) social media mánager de Aguas de Alicante y padre de una de las niñas participantes defiende el objetivo principal del proyecto: fomentar la vocación tecnológica entre las niñas.

Pregunta: Este proyecto se realiza a nivel internacional desde hace 10 años. ¿La poca visibilidad se debe a que únicamente participan niñas?

Respuesta: No me lo había planteado, pero el hecho de no cubrir todo el abanico puede ser un handicap. Tanto desde Hidraqua como desde Dinapsis buscamos dar visibilidad y expandir el proyecto. He llegado a escuchar comentarios como “ya estamos con la discriminación positiva”. La gente debería dejar de tener ese prejuicio.

P: Al mostrar ejemplos de mujeres científicas, normalmente van relacionadas con historias de superación. Esta imagen de supermujeres, ¿puede ser contraproducente para las niñas al no poder hacer frente a los obstáculos?

R: Creo que no. La tendencia de la sociedad ha sido como una explosión. Ahora han salido a la calle y luchan por ello, antes solo reivindicaban. Ese mensaje está llegando y las niñas se ven empoderadas. Las estoy viendo muy motivadas y conscientes de que pueden conseguir lo que se propongan y no ven esa posible desigualdad.

“He llegado a escuchar comentarios, cuando se desplegó el proyecto, como “ya estamos con la discriminación positiva”’

P: A día de hoy, continúan siendo fuertes los estereotipos sobre las carreras de ciencias. Pero, ¿por qué no relacionarlas con la salud como método de tránsito hasta conseguir romper los estereotipos?

R: Para romper ese estereotipo tienes que entrar por algún sitio. Y la mejor manera es a través de esos nichos en los que las mujeres están encasilladas. Hay que hacerles ver que en la salud también hay ciencia y tecnología. Un ejemplo que me encantó del proyecto fue que una de las niñas, que participó el año pasado, decía que quería ser modelo al empezar y cuando acabó quería desarrollar aplicaciones relacionadas con la moda.

P: La educación también influye. Como por ejemplo que nos tomamos a la risa la asignatura de informática.

R: Es necesario que la asignatura de informática deje de ser una simple optativa impartida por el profesor de matemáticas. Debe empezar a formar parte de cada una de las asignaturas porque hay tecnología en todo, incluso en las letras. Debe entrar en el currículum formativo pero embebida en todas y cada una de ellas.

“Las niñas son conscientes de que son capaces de conseguir lo que se propongan y no ven desigualdad”

P: Existen dos categorías: la senior (15–18 años) y la junior (10–15 años). ¿Es la misma exigencia y los requisitos requisitos para ambas?

R: El plan de negocios al ser algo más complicado es solo para las seniors, si las niñas junior lo quieren entregar se les puntúa favorablemente, pero no están obligadas a ello.

P: Cada sábado reciben una masterclass que les guía en el proceso. Pero, ¿previamente se les dio unas nociones básicas de programación o economía?

R: Antes de empezar no. Durante el proceso se les pide a los mentores que les enseñen sus conocimientos de marketing, economía, informática , etc. y se les acompaña a través del conocimiento de los negocios.

P: ¿Cae el 100% de la decisión sobre la temática en las niñas o existe un responsable que se hace cargo?

R: Es una labor común entre las niñas y el mentor. En mi grupo, fueron las niñas las que decidieron. Las vas guiando, haces que se planteen los pros y contras…

De izquierda a derecha: José Luis Martínez, Bea Martínez, Irene Alonso, Nuria Sancho y Claudia Martínez trabajan en una app para aumentar las tasas de productos reciclados / Emma Beviá

P: ¿Tienen las niñas la patente de la app o firman un contrato previo en el que se ofrecen los derechos a las empresas?

R: Los padres firman un contrato con Iridescent que es la asociación que organiza el proyecto en el que se ceden los derechos de imagen. Los de patente son para las niñas en caso de que luego se desarrollen.

P: ¿Las apps se van a poner a disposición de todos o hay mecenas que puedan apostar por otras diferentes a la ganadora?

R: La idea es que durante todo el ciclo de desarrollo sean capaces de convencer a los jurados expertos en tecnología y empresarios de este sector para que, con muchas probabilidades, les compren la idea o les ayuden a desarrollarlas. Es por eso por lo que realizan un plan de negocio, entre otras cosas.

--

--

Emma Beviá
Periodismo Local Lab

Futura periodista y locutora en Ondafest. “Si nada es como cuentan, que nos cuenten lo que quieran”