El ojo blindado

Amarula
Microscópicos
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1 min readApr 23, 2018

La playa voló por los aires, voló y me entró en el ojo. Y en el ojo se fundió, se hizo pasar por córnea, por párpado, por lagrimal y por pestañas. Se la sentía todo eso, pero más aun se la sentía arena. Arena o agujas. O una daga que atraviesa el globo ocular en menos de un parpadeo. Casi como una especie de dolor por conjuntivitis.

El ojo, una catarata. La garganta del diablo, un poroto. Se hizo agua y me inundó la cara y el cuello.

La playa, arena. La arena, piedritas. Una en particular, que molesta en el zapato que no calza ni cede porque no es de mi talle.

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