PARÁBOLA DEL EXILIO

Instante de locura entretejido en la eufonía de mi mente

Mimí Yohualli Kitamura
Mimí Kitamura
3 min readAug 28, 2017

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Arrebatarme de los labios

aleteos de mariposa

que en mi sexo se congelan

al contacto del incienso

Sumergirme en los ayeres

aleteos de telaraña

que en murmullos me atraviesan

desde el sur al pensamiento

Impasible el pensamiento

asimetría del ser y el sueño

que me araña en la pupila

el latido de la suerte

Voz ausente

Inmensa rabia

Vida y ciencia

Hermana muerte

Toma de mis labios

el fervor que me ha clavado

en la palabra y en el verso

que dilatan mis lamentos

Tierra y muerte

Sangre fértil

Devuélveme al silencio

que esta carne estalla y vuelve

convertida en fe ferviente

fiel creyente del diluvio

y del augurio del castigo intermitente

Lluvia ardiente

Instante de locura entretejido en la eufonía de mi mente

Devastados al descuido

de la luz y el movimiento

extinguimos todo amor

adoramos todo invierno

Y en la histeria en que creemos

disolvernos y perdernos

Resucita-explota el verbo

y divide nuestros cuerpos

en espíritu y desierto

Y la realidad es voz del tiempo

Y ese tiempo que es zozobra

es flor del pensamiento

fruto ardiente de la sombra

intermitente túnel del recuerdo

Volver a balancear mi yugular

del cielo al templo

Escapar de mis adentros

Gritar melancolía

Derramar en tu costado

mis fluidos, mis suspiros, mi armonía

Recostarnos en la sangre

que era mía

que olvidaste o preferiste no mirar

mientras me diseccionaban la existencia en una herida

Dime qué encontraste en mi pupila

cuando el último aliento me arrebataba

el derecho a seguir descosiendo mi vida

Dime si el reflejo de tu cuerpo

mantuvo su sonoridad de hielo a la sombra de mi estirpe extinta

o acaso suspendiste el fugaz ardor de mi locura, en tus caricias frívolas

Aún me queda la esperanza de mantenerme

Bajo la ráfaga adormecida

mas me conformaría

con que aleteara el viento

de mi nombre las primeras sílabas

Sofocada mi sonrisa

dónde olvidaré al amanecer

para no sentirme vacía

Frente al mar

adoraba dejar mi lágrima entumecida

de tanto que se clavaba

en mi corazón la desdicha

Engáñame y dime que sigo perdida

con la frente marcada y sin guía

y tras la cúpula

el destello de mi amor de niña

Dime que el pecado

Aún me extingue la inocencia que siempre creí dormida

Que traigo clavada la espina en mi costilla

y aún pretenden lanzarme una piedra al estigma

Engáñame y ofréceme

cambiar mi existencia en un desierto por 40 días

Engáñame y dime que, aunque tenga vagina,

también me resucitarás al tercer día.

Mimí Kitamura

mimi.yohualli@gmail.com

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