Apagando Fuegos

RoverismoSV
Miscelaneas Scout
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5 min readNov 4, 2015

APAGANDO FUEGOS

Durante la Guerra, cuando todos los jóvenes estaban lejos en el Frente, los Boy Scouts habilitaron a muchos más para ir que eran bomberos y no podían ser dispensados de sus deberes de apaga fuegos. Pero los scouts fueron entrena- dos para trabajar, y acordaron tomar sus lugares, así que salieron a pelear.

Desde entonces las brigadas de bomberos han sido formadas en muchos lugares componiéndose de Boy Scouts, porque la gente ha aprendido que los scouts pueden hacer bien el trabajo si se les deja.

En Scouting for Boys, te he contado qué hacer en caso de incendio, pero tenemos también un pequeño libro por el gran oficial de bomberos, Capitán Wells, que le dice a los scouts todo lo que quieran saber acerca de cómo manejar el fuego, manejando una máquina, o usando la salidas para fuego, etc. Pero hay uno o dos consejos adicionales para recordar: Cuando estés en una casa ardiendo, si el humo se pone muy denso y atragantante, deslízate sobre el suelo; generalmente no es tan intenso cerca del suelo.

Si encuentras una puerta cerrada por la que quieras pasar, recuerda que la parte más débil es el panel, y generalmente puedes patear a través de él.

Si tus ropas se prenden con fuego, no corras por ayuda, el aire sólo las alimentará; rueda en el piso, envuélvete en una manta, cualquier cosa para impedir que el aire ayude a la flama, o envuelve tus manos en harapos, toallas, etc., y golpea las flamas.

Arroja agua a la parte más baja del fuego, no a las flamas. Los pisos y los techos se derrumban durante los incendios; si te detienes cerca de una puerta, es el lugar más seguro para cubrirte de tablones que caen.

Al saber cómo arrastrar a una persona sin sentido en un edificio en llamas, muchos muchachos han salvado una vida. La cuestión no es saber cómo, sino practicarlo de vez en cuando.

Uno está listo para olvidar la mejor manera de hacer un nudo, tal como se describe en Escultismo para Muchachos. Pero cuando lo practicas con frecuencia, se hace fácil y naturalmente, no tendrás dificultades en hacerlo correcto durante la excitación de un incendio real.

Podrías estar en un incendio algún día, así que está preparado para ello. Aprende todo lo que puedas sobre combatir incendios y salvamento de vidas, mientras que tienes la oportunidad, como scout mantén practicando todo esto en cualquier ocasión que puedas.

Cuando era un niño vivía en Londres y me mantenía alerta, cada noche, para ver el resplandor de un incendio; cuando veía uno o cuando oía las sirenas de los bomberos me dirigía hacia allá. De esta manera estuve presente en un gran número de incendios y conseguí entablar tan buenas relaciones con los bomberos que se me permitía ayudarlos en múltiples ocasiones. ¡Cómo lo disfrutaba!

Los Rovers, en muchas partes del país, han tomado la labor de apagar fuegos como parte de su adiestramiento, y en muchas ciudades y aldeas se les considera como “La Brigada de Bomberos Local”.

Me gustaría que las Tropas que desarrollaran esto tuvieran un buen desempeño, para que pudieran, en caso de ser requeridos, organizar una buena demostración para combatir el fuego y de trabajo de rescate, para que el auditorio se llevara una buena impresión y al mismo tiempo mostraran de lo que son capaces para realizar ese tipo de trabajo.

Hace poco una pesada losa se derrumbó en una colonia distante de nuestro Imperio. Lejos en la Guyana Británica, la catedral en Georgetown, la capital, se incendió totalmente. Como la mayoría de los edificios estaba hecha de madera, pero tan ingeniosamente trabajada y labrada que su torre y sus castillos parecían casi exactamente como si fueran de piedra.

Un plomero con su brasero había estado reparando algunas fugas en los tubos del techo, y de repente se le cayeron algunas brasas por ahí, por lo que súbitamente se inició el incendio.

En ese clima seco y caliente, con una fuerte brisa soplando, la fina torre actuó como una pila de leños para una hoguera, y en unos pocos minutos se levantó una enorme llama, con las flamas saltando hasta increíbles alturas.

La reserva de agua del pueblo ese día había fallado debido a una avería en la maquinaria de bombeo, así que había muy poca agua disponible para la brigada de incendios cuando llegaron a la escena, y el incendio estaba tan arraigado en la catedral que todas las esperanzas de salvarla pronto se desecharon.

Pero los bomberos hicieron lo mejor que pudieron y trabajaron valientemente para prevenir que la conflagración se extendiera a otras casas en el vecindario.

Y como es usual, donde hay algún problema, los Boy Scouts aparecieron pronto en escena e hicieron su deber como hombres. He aquí el reporte de su trabajo que me hicieron llegar:

“Todos los reportes hacen menciones con elogios de los Boy Scouts. Una tropa estaba formada por niños del Colegio Católico de San Estanislao, bajo la dirección de su Scoutmaster, el Padre Alban Robinson.

“El Dirigente Scout fue el primero en aparecer sobre el altar mayor, mientras el techo ya ardía sobre su cabeza, para descolgar todas las decoraciones”.

Otra escena se describió así:

“Un coche de bomberos dobló la esquina en medio de gran estruendo, arrastrado por un policía y cuatro pequeños Boy Scouts, cuyas edades agregadas difícilmente igualaban la del guardián. Transpirando y trabajosamen- te lucharon, arrastrando el coche hasta un lugar seguro”.

El Scoutmaster Padre Robinson, no obstante, se llevó el crédito con las alabanzas más entusiastas de los periódicos, pero aunque él dice que mucho de lo que se dijo es exagerado, nos contentaremos con transmitir su propio relato de sus experiencias:

“Cuando el frente de la catedral se cayó, yo estaba en un grupo localizado como a diez yardas con una manguera. Había estado difícil antes, pero el terrible viento caliente y las chispas voladoras que literalmente nos llovieron, no se me olvidarán nunca. Tuvimos que poner la manguera boca arriba y balancearla para evitar que las chispas quemaran nuestras ropas y para alejar el humo.

“En ese momento, aunque estábamos en un lugar abierto, no podía ver al hombre que tenía a mi lado, ni a la manguera. Había hombres empujando la manguera desde atrás y gritándonos para que siguiéramos adelante, mientras más cantidad de tubo se nos había pasado. La presión estaba a tope en la pipa, esto la ponía bastante rígida y después de un rato tuvimos que soltarla.

“Yo mismo había escapado de cuatro o cinco situaciones serias de accidentes, sino es que de la muerte… No pueden imaginarse lo que es un incendio en una ciudad de madera; y éste era el mayor incendio que había habido en cincuenta años. Debían haber cerca de trescientos hombres ocupados en apagarlo, sin embargo ¡no pudimos salvar ninguno de los cuatro edificios!.

“Una de las campanas tubulares cayó a menos de un pie de distancia de un oficial de policía… Una viga cayó desde la torre hasta una banqueta de concreto con tal fuerza, que resquebrajó el concreto y se enterró cerca de pie y medio en el suelo.

“Estoy contento de poder decir que todo mundo alabó a los Boy Scouts. Trabajaron como troyanos… No menos de cuatro cargas de carbón fueron dragadas por los niños para la máquina de bomberos; también enrollaron la manguera después del fuego, ya que los bomberos estaban muy agotados”.

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