Consejos de vida: Frugalidad

RoverismoSV
Miscelaneas Scout
Published in
4 min readDec 21, 2015

FRUGALIDAD, FUMAR Y CICLISMO

Hay muchos Boy Scouts hoy en día que en unos pocos años se convertirán en hombres muy ricos, aunque no tengan mucho con qué empezar. Esto es una seguridad, porque una buena cantidad está determinada a hacer sus fortunas, y si un muchacho empieza por ser frugal, generalmente tendrá éxito al final.

Un sujeto que empieza haciendo dinero como un muchacho, continuará haciéndolo como hombre. Algunos sujetos, desde luego, quieren hacerlo a través de medios fáciles, y esa es una regla que no funcio na. Algunos sujetos ven una fortuna al apostarle a un caballo o en un partido de fútbol; pueden ganar unos chelines de vez en cuando, pero puedes estar absolutamente seguro de perder la mitad del tiempo, y es una forma estúpida de tratar de hacer dinero, porque los apostadores, que viven de ello, confían en que habrá un número suficiente de tontos para proveerles dinero.

Tal dinero no es ganado, es sólo obtenido por azar, y por lo tanto no vale la pena tenerlo para un sujeto con muchas ideas.

Un gran número de muchachos pobres se han vuelto hombres ricos, pero fue porque se lo propusieron desde un principio. Trabajaron, e invirtieron todos los peniques que habían ganado para empezar.

Muchos muchachos están trabajando ya en ello, y espero que muchos Boy Scouts también lo estén haciendo. Dos buenas reglas se dan para hacer fortuna. La primera es: “Gasta menos de lo que ganes”. La segunda es: “Paga dinero al momento, y no te acostumbres a deber”.

UNA FORTUNA POR UN MARTILLO

Muchos de ustedes probablemente hayan oído del martillo de vapor Nasmyth que es usado en todos los grandes trabajos de hierro.

Bueno, Nasmyth, cuando era niño, trabajaba en el taller de su padre, y solía gastar una gran parte de su tiempo libre en una fundidora de hierro del vecindario, le dio por usar herramientas y hacer todo tipo de modelos de máquinas, etc., justo como ustedes Boy Scouts que trabajan para conseguir su Insignia de la Especialidad de Ingeniero.

Hizo un modelo de máquina de vapor tan largo que un hombre lo compró con el propósito de manejar una máquina de herramientas en su fábrica, y así comenzó haciendo dinero al vender sus propios modelos de máquinas caseras. Finalmente salió a trabajar a un enorme taller de ingeniería, porque él provenía de una muy grande familia, y sintió que su padre no podía costear el mantener- los a todos.

No podía conformarse con la pequeña paga que tenía en el taller, pero manufacturó su propio horno para fundir y encontró que con ésta ayuda le era posible vivir con diez chelines a la semana. Trabajó tan bien en el taller que el gerente le aumentó su pago a quince chelines a la semana.

Pero al encontrar que podía vivir con diez chelines puso los cinco chelines extras cada semana en el banco, y todo el tiempo se mantenía haciendo herramientas para sí mismo en sus horas libres; eventualmente empezó su propio negocio, con su propio dinero y sus propias herramientas, y finalmente inventó su celebrado martillo de vapor.

Para cuando tenía cuarenta y ocho había hecho una gran fortuna con grandes ingresos. Muchos hombres no estarían contentos con esto, hubieran seguido hasta ser millonarios, pero Nasmyth no. Estaba contento de retirarse del trabajo duro con suficiente dinero para comprar un hogar feliz, donde podría hacer telescopios y estudiar astronomía, y también para hacer buenas obras con gente que no estuviera en una situación tan buena como la suya.

Y dio buenos consejos para los jóvenes en las siguientes palabras:

“Si tratara de comprimir en una frase toda la experiencia que he tenido y se las ofreciera a los hombres jóvenes como ciertos medios de atraer éxito en cualquier posición que tengan, sería ésta: “Deber primero, placer segundo”. Estoy cierto de que lo que he visto que los otros denominan, mala suerte llega en nueve de cada diez casos por poner esa máxima al revés y satisfacer su placer primero, atendiendo al trabajo y al deber después.

“Un hombre pobre, un granjero, se hizo rico al escribir poesía. Su nombre era Stephen Duck, el poeta jornalero. Pero, desafortunadamente, numerosos hombres de trabajo, viendo su buena fortuna, pensaron que sería una manera fácil de hacer dinero el escribir poesía, en vez de hacer trabajo duro, y Horace Walpole, cuando escribió sobre Duck, dijo “que si tenía éxito como poeta, también había tenido éxito al dirigir al menos a veinte trabajadores”.

Hay pocos hombres jóvenes que en un momento u otro de sus vidas no se han considerado a sí mismos como poetas espléndidos. Espero que esto sea una advertencia para ellos, y que considerarán al trabajo duro como un medio para hacer su camino en la vida.

De estas historias de niños pobres, que han hecho exitosas sus vidas y se han convertido en hombres ricos, no quiero que piensen que veo al dinero como su objetivo en la vida. Solo deberías desear el ganar suficiente dinero para ponerte en una posición donde puedas vivir feliz, hasta la vejez si es necesario, y mantener una familia sin depender de otra gente.

Y te contaré otra historia de un hombre pobre que hizo fortuna, pero diferente a aquella producida por el dinero.

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