¿Puede sobrevivir el recuerdo de una época sin mentes que la piensen y registren? Venezuela decae de mengua. A pesar del esfuerzo de muchos, sus instituciones académicas, culturales y de investigación son parte de la cuerda más delgada. Dramática y aceleradamente, los espacios de ciencia, reflexión y creación intelectual han sufrido la merma conducida por el estado de shock de la crisis política en el país. Un duro momento en el que intelectuales y artistas (cuerpos que sostienen la vida cultural de un país) emigran entre tantos otros. Este es el contexto en el que nace ‘Mollusca: Sustrato de creación e investigación. Arte, placer y pensamiento’.
Se trata de un emprendimiento intelectual conformado por un grupo de investigadores y artistas venezolanos, ubicados en diversas localidades del planeta, preocupados por asuntos de la sensibilidad contemporánea. La diáspora supone una pérdida para el país, quienes se van se llevan consigo posibilidades de enriquecer una sociedad con sus recursos intelectuales y sensibles, pero también una ganancia, pues abren ventanas por donde dejan mirar al mundo. Esta dispersión geográfica es una ventaja para Mollusca, porque le permite leer lo humano en su amplitud.
El proyecto está planteado como una plataforma digital de publicación de contenidos en múltiples formatos (ensayo, fotografía, entrevista, video, ficción, lenguajes sonoros…), que parten de investigaciones conducidas por sus editores. La propuesta incluye además un aula virtual donde se impartirán seminarios y talleres sobre temas relacionados con los campos de interés de Mollusca. También generamos dinámicas de encuentro para la reflexión y ofrecemos servicios de asesoría y desarrollos editoriales, educativos, gráficos, artísticos y de traducción.
Los recorridos iniciales de investigación planteados son: ‘Vulnerabilidad e incertidumbre’, conducido por Elvira Blanco; ‘Autorías excéntricas de la crítica cultural en América Latina’, por Eleonora Cróquer Pedrón; ‘Hablante-música (cuerpo, lenguaje y sonido)’, por Jordi Santiago Flores; ‘Anagramas del cuerpo erótico’, por Marianela Díaz Cardozo, y ‘No es binario (fotografía, diversidades y sociedad)’, por Florencia Alvarado. Estos serán contenidos editoriales de libre acceso en la página web, publicados en español e inglés.
Mollusca se propone sostener un espacio de reunión en torno al estudio. Además de los seminarios, talleres y actividades en línea, propiciará encuentros presenciales de lectura, discusión y reflexión intelectual, suscitados en los distintos lugares donde la plataforma tenga presencia. Este proyecto está impulsado desde Caracas por sus fundadores Marianela Díaz Cardozo y Jordi Santiago Flores, y Jeanne Jiménez, a cargo de la dirección de arte.
Para reunir su capital inicial, este emprendimiento intelectual realizó durante 2019 una campaña de crowdfunding que involucró a 27 artistas venezolanos contemporáneos. El crowdfunding es una forma de micromecenazgo que permite que alguien interesado en ver un proyecto hecho realidad realice donaciones para concretarlo; a cambio de ello, recibe ‘recompensas’, que en el caso de Mollusca fueron obras de arte. Contó con piezas de: Aquiles Hadjis, Camilo Barboza Soto, David Molina-Molina, Eduardo Molea, El Gaba, Eliseo Solís Mora, Elizabeth Cemborain, Érika Ordosgoitti, Florencia Alvarado, Gabriela Mesones Rojo, Héctor Silva Núñez, Hugo Palmar, Iván Candeo, Javier León, Jean Nouel, Jeanne Jiménez, José Rafael Perozo, Manuela Zárate, Marianela Díaz Cardozo, Martín Castillo Morales, Max Provenzano, MECA programa, Melissa Peña, Michael Labarca, Oscar Abraham Pabón, Pedro Medina y Valentina Alvarado Matos.
Esta pequeña iniciativa privada no pretende frenar los embates que resienten los espacios de pensamiento en este tiempo en Venezuela, pero no hay un único impulso que lo resuelva. La suma de esfuerzos orientados a proteger la reflexión es lo único que puede generar el clima para las transformaciones. Mollusca quiere ser una reserva para el pensamiento.
