Médula
Nuestros principios éticos, estéticos y conceptuales
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Mollusca es un sustrato. Somos un espacio para la creación, la reflexión y el placer intelectual y estético. Tomamos la idea de ‘sustrato’ como superficie y sustancia fértil, donde algo tiene la potencia de germinar o existir: un medio propicio para experimentar y crear.
Nos inspira el universo de los moluscos. Sus cuerpos blandos y elastoplásticos sugieren la consistencia y el movimiento de Mollusca. Apreciamos su diversidad, su movilidad lenta y progresiva, en la belleza de su rareza aludimos al arte como vínculo.
Hay cosas preciosas en esta metáfora: la concha de los moluscos, por ejemplo, esa casa que les da resguardo y les protege de la desnudez, es una cubierta segregada por ellos mismos — una obra de arte expelida de sus propios cuerpos.
Los moluscos también migran, se adaptan a casi todos los ambientes y suelen encontrarse en las zonas litorales — un concepto que nos interesa reflexionar — del mundo.
No son seres de manada pero sí de comunidad. Se juntan para proliferar su especie.
Mollusca quiere aportar al mundo. Promovemos una plataforma editorial y educativa donde puedan confluir voces diferenciadas, diversas, no-binarias; un lugar donde pueda tejerse comunidad desde la diferencia.
Nos interesan las conexiones intersubjetivas e interculturales. También los discursos globales en diálogo con indagaciones locales — esto es, específicas, singulares, que testimonian la aproximación de una vida al mundo.
Queremos contribuir a los registros de esta época.
Nuestro ámbito de interés es la sensibilidad contemporánea. Por ella entendemos la manifestación personal, íntima, de la subjetividad política — su expresión singular — . Queremos ser una modesta reserva para estas expresiones.
Mollusca se involucra en el discurso global desde el contexto latinoamericano: un marco de referencias rico en contradicciones, quiebres, pasiones, y complejamente periférico. Surge en Venezuela en un momento de profundo oscurantismo y precariedad — ecos que hacen presencia en el mundo contemporáneo.
Mollusca tiene principios. Defendemos la autonomía de la palabra (la libertad de publicar contenidos que partan desde ángulos personales y diversos), el valor del trabajo creador (la remuneración meritoria por el esfuerzo intelectual y sensible), y el placer como marco metodológico y de reflexión. Nuestra ética laboral se rige por estos principios.
Mollusca tiene límites. Nos oponemos a la palabra que promueva la canallada: los discursos discriminatorios, totalitarios, intolerantes, viles; estos traspasan para nosotros los límites de lo aceptable y, en ese sentido, trazan también los bordes de nuestra reserva. Nos proponemos ser un espacio responsable y cuidado para el pensamiento crítico. Respondemos por este íntimo lugar que construimos.
Jordi Santiago Flores y
Marianela Díaz Cardozo
Cofundadores
MEDULLA
Our Ethical, Aesthetic, and Conceptual Principles
Mollusca is a substrate. We are a space for creation, reflection, and intellectual and aesthetic pleasure. We take the idea of ‘substrate’ as a surface, a fertile substance where something has the potential for being or germinating: a proper environment to experiment and create.
We are inspired by the world of molluscs. Their soft, elastoplastic bodies suggest the consistency and movement of Mollusca. We appreciate their diversity, their slow and progressive mobility, and in the beauty of their rarity, we allude to art as a bond.
There are precious things in this metaphor: a mollusc’s shell, for instance, the house that keeps and protects it from nakedness, is a self-segregated cover — a work of art expelled from its own body.
Molluscs also migrate, they adapt to almost all terrains and are often found in littoral zones — a concept that interests our reflections — of the world.
They are not beings of herds but of communities. They come together to proliferate their species.
Mollusca wants to contribute to the world. We promote an editorial and educational platform where differentiated, diverse, non-binary voices may converge; a place where the difference may weave a community.
We are interested in intersubjective and intercultural connections. Also in global discourses in dialogue with local quests — that is, specific, unique searches that attest to the way a life approaches the world.
We want to contribute to the records of this time.
Our field of interest is contemporary sensibility. By this, we mean the personal, intimate manifestation of the political subjectivity — its singular expression. We aim to be a modest reserve for these expressions.
Mollusca engages in global discourses from a Latin American context: a rich frame of reference filled with contradictions, cracks, passions, and complexly peripheral. It comes to life in Venezuela at a time of deep precariousness and obscurantism — these are echoes with a presence in the contemporary world.
Mollusca has principles. We stand for the autonomy of words (the liberty to publish content from personal and diverse angles), the value of creative work (the proper compensation for the intellectual and sensitive efforts), and pleasure as a working methodology and a framework for thinking. Our work ethic is ruled by these principles.
Mollusca has limits. We oppose the word that promotes villainy: all discriminatory, totalitarian, intolerant, vile speeches, as they cross our boundaries of what is acceptable, and in this sense, they also draw the borders of our reserve. We intend to be a responsible and caring space for critical thinking. We answer for this intimate place that we are building.
Jordi Santiago Flores &
Marianela Díaz Cardozo
Co-founders
