El futuro del Estado Islámico

Christian Schreiber
Monda Observanto en español
3 min readMar 29, 2018

El Estado Islámico, también conocido como Daesh, ha cesado de ser noticia relevante en los últimos meses a nivel global. Si acaso se le ha mencionado cuando se habla de Marawi, Filipinas o alguno que otro intento de atentado o lobo solitario en Europa, al decir que probablemente estén ligados a la organización.

Por ende, cabe preguntarse: ¿Qué ha sido del Estado Islámico?

Es verdad que Daesh ha dejado de ser noticia internacional en los medios, por lo cual se podría especular que ya no es una amenaza. Sin embargo, el Estado Islámico sigue siendo un actor del cual no nos podemos olvidar.

Si consultamos Iraqi News podremos descubrir que ISIS tiene toda una categoría de noticias. Una de ellas se titula “cinco elementos de seguridad iraquíes murieron tras emboscada por el Estado Islámico en el oeste de Mosul”. Otra se titula “dos miembros del Estado Islámico fueron arrestados al sur de Mosul”.

Por otra parte, al consultar varios medios del Norte de África y Asia Sud-Occidental, igualmente ya no es noticia tan relevante, o bien, ya no se habla de Daesh en Siria o Iraq, sino más bien de diversos ataques que se le adjudican a la organización en distintos países, tal como en Egipto, Afganistán, Nigeria, Niger, entre otros.

Por ende, se podría deducir que al cabo de los ataques a las ciudades importantes en Siria e Iraq, como Mosul, ar-Raqqa y la provincia petrolera siria Deir-ez-Zor, se ha descentralizado la organización y ha creado una red transnacional de filiales o grupos leales a este, tal como Boko Haram en Nigeria o Abu Sayyaf o Grupo Maute en Filipinas.

Además, la organización está lejos de extinguirse: varios combatientes extranjeros han regresado o intentado regresar a sus países de origen, importando consigo la ideología. Varios han regresado a Europa, a Libia, Yemen o Filipinas, y se está especulando de un posible resurgimiento en Malasia al aprovechar la crisis de los Rohingya. Se estima que todavía hay en el mundo alrededor de 8,600 militantes.

Igualmente se ha notado el cambio en medios sociales, dado que la propaganda de Daesh se ha reducido drásticamente. Este cambio se debe a que la máquina propagandística ha cesado en gran parte de existir por un lado y por el otro se habla de una migración de Facebook y Twitter a la aplicación de mensajería instantánea Telegram. Eso significa que se ha vuelto una organización más secreta y directa con respecto a como manejan el reclutamiento y los ataques, al haber fomentado a sus militantes que se quedaran en sus respectivos países para seguir la batalla allí.

El cambio a Telegram y la desaparición de la propaganda en medios sociales y en cadenas de noticias, indica que el grupo se está manejando de una manera más secreta, como antes mencionado, y anónima, al buscar la manera de resurgir en otras partes del mundo y seguir esparciendo la ideología.

Por el momento, hubo una fuerte migración hacia Libia por lo cual podríamos predecir que el movimiento se esta intentando consolidar en aquel Estado fallido, el cual está atravesando una guerra civil y es terreno fértil para resurgir. Asimismo, es la entrada perfecta a Europa, tanto para introducirse al continente, como reclutar nuevos miembros.

En conclusión, Daesh seguirá siendo un factor relevante a nivel internacional, tal vez no como actor sino más bien como una ideología planteada en el mundo y con la posibilidad de reclutar nuevos miembros en derredor del mundo. Las ideologías son difícilmente erradicadas y siempre habrá distintos grupos que la sigan, creando así una red de terrorismo transnacional.

Como antes mencionado, Libia está pasando por una guerra civil que realmente a traído consigo un estado de anarquía en donde el Estado Islámico se puede refugiar y establecer su nueva base de operaciones, posiblemente hasta consolidarse en el país.

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Christian Schreiber
Monda Observanto en español

International Relations & Peace and Security. Writing about Intl. Security: MENA, Africa, LATAM, and Warfare Emerging Technologies.