Una introducción al derecho internacional público

Leslie Arias
Monda Observanto en español
4 min readFeb 8, 2018
Corte Internacional de Justicia en La Haya, Países Bajos

Después de la Primera Guerra Mundial, la comunidad internacional se comprometió con la idea de que un evento trágico de semejante magnitud jamás debía de repetirse. De dicha intención surge la Sociedad de las Naciones, que fracasaría y mostraría su ineficacia con la continuidad del conflicto bélico, con la Segunda Guerra Mundial. Evidentemente, la comunidad internacional había fracasado en su propósito de perpetuar la paz.

Esta vez, sin embargo, la creación de la Organización de las Naciones Unidas daría inicio a una nueva etapa de las siempre cambiantes relaciones internacionales, creando un organismo cuyo objetivo, establecido en la Carta de las Naciones Unidas, sería el “mantener la paz y la seguridad internacionales, y con tal fin, tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz, y para suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz; y lograr por medios pacíficos, y de conformidad con los principios de la justicia y del derecho internacional, el ajuste o arreglo de controversias o situaciones internacionales susceptibles de conducir a quebrantamientos de paz”. Es entonces cuando el frágil esbozo que representó las Sociedad de las Naciones se convertiría en el organismo que la ONU representa en la actualidad, con las ventajas y los defectos que ello representa.

Sin embargo, la creación de las Naciones Unidas no es el inicio del derecho internacional público. Si bien la Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados fue codificada hasta 1969 (y entró en vigor hasta 1980), la celebración de tratados entre los Estados se remonta décadas atrás. La Primera Guerra Mundial, por ejemplo, termina en 1919 con la firma del Tratado de Versalles, cuyo contenido fue vinculante para Alemania. Todavía más atrás, México y Estados Unidos firman en 1848 el Tratado de Guadalupe Hidalgo, con el que México cede más de la mitad de su territorio tras la invasión de Estados Unidos a su territorio. La premisa del Estado y su soberanía como todavía conocemos inicia, incluso, con la firma de la Paz de Westfalia en 1648. El derecho internacional, por lo tanto, no es un elemento reciente en el escenario internacional y en realidad, la norma se deriva de la costumbre, entendiéndola como una práctica que es aceptada por los Estados como norma.

Juicios de Nuremberg

Si bien el derecho internacional no surge con la Segunda Guerra Mundial, si fue un evento que cambiaría las relaciones internacionales y del cual también se desarrollaría de manera más profunda e institucional el derecho. Un ejemplo claro es el derecho internacional penal, que empieza a legitimarse tras los controversiales Juicios de Nuremberg y que cuyo desarrollo, en el cual se retomaron los principios de Nuremberg y se sumó la experiencia de los Tribunales ad hoc para Ruanda y la Ex Yugoslavia, concluye con el Estatuto de Roma (1998), el que a su vez constituye la Corte Penal Internacional. Dicha Corte tiene competencia en los crímenes más dañinos para la comunidad internacional, como lo es el genocidio.

Igualmente, las Naciones Unidas establecieron en 1945 la Corte Internacional de Justicia, la cual, a través del derecho internacional, se encarga de la jurisdicción de los Estados, además de emitir opiniones consultivas. En 1947, las Naciones Unidas crean la Comisión de Derecho Internacional, cuyo objetivo es efectivamente promover el progreso y la codificación del derecho internacional, objetivo que igualmente se presenta, como ya se mencionó, en la Carta de las Naciones Unidas. Por supuesto, no sólo las Naciones Unidas han tenido agencia en el desarrollo del derecho internacional, ya que existen organismos regionales como la Corte Interamericana de Derecho Humanos (que deriva de la OEA), que igualmente busca emitir juicios respecto a las violaciones a derechos humanos, que la propia OEA estableció en la Declaración Americana de los Derechos y Deberes de la persona (1948).

Evidentemente, la práctica del derecho del internacional aún tiene gran crítica y un largo proceso para ser codificado y desarrollado por delante. Queda claro que un Estado no es un sujeto típico del derecho municipal y que las circunstancia alrededor de imponer leyes y sanciones a un país se entrelazan con la innata soberanía de este. La complejidad, desperfectos y ventajas del derecho internacional público serán el tema a desarrollar en futuras publicaciones, con el objetivo de presentar al lector una inmersión básica en un tema tan interesante e importante en el actual escenario internacional.

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