La música y la democratización de la “expertise”

Rodrigo Vera
Morales Aránguiz
Published in
6 min readMar 25, 2016
Imagen: Pomplamoose.

Pareciera ser que en un mundo globalizado y donde la tecnología se ha democratizado el conocimiento también se ha democratizado pudiendo ser el paso de “Amateur” a “Semi-Pro” incluso a “Profesional” un asunto de intención personal y oportunidades del medio, una cuestión donde el conocimiento desperdigado en los sistemas de redes informáticos toma un rol fundamental.

Maturana y Varela ya lo definían de la siguiente manera:

“Todo lo que ocurre en nosotros ocurre en la forma de cambios estructurales determinados en nuestra estructura ya sean cambios propios o acontecidos en nuestras interacciones en el medio, pero no determinados por este”.

En particular en el entorno musical ha habido una democratización fundamental producida por tendencias como el netlabel, crowfounding, e-Learning y una avalancha de gadgets musicales.

Contexto

Se denomina netlabel (también online label, web label o MP3 label) a los sellos discográficos que distribuyen su música en formatos digitales (normalmente MP3 u OGG) a través de Internet. Un sello online funciona como un sello discográfico tradicional a la hora de producir y promocionar proyectos musicales y la mayoría utiliza tácticas de “marketing de guerrilla” para promocionar su trabajo.

La principal diferencia entre los sellos online y los tradicionales está en el énfasis que ponen los primeros en las descargas gratuitas, todo lo contrario a las publicaciones en medios físicos (CD, Vinilo o DVD). Con frecuencia, la música se lanza con licencias que fomentan la libre distribución, como Creative Commons, aunque a veces se mantienen enfoques más tradicionales (copyright).

Un ejemplo importantísimo es el de CD Baby, que pone tu música ante tus fans, sin importar dónde la busquen: en tiendas de discos, en los sitios más importantes de descargas y streaming (como iTunes, Amazon y Spotify), en YouTube, en tu propio sitio web o página de Facebook. Además, te ayuda a recaudar regalías y gestionar la licencia de tu música para películas y televisión.

Por otra parte el crowfounding — también denominado financiación masiva, financiación en masa, por suscripción o financiación colectiva — es la cooperación colectiva llevada a cabo por personas que realizan una red para conseguir dinero u otros recursos. El crowfounding puede ser usado para muchos propósitos, desde artistas buscando apoyo de sus seguidores, campañas políticas, financiación de deudas, vivienda, escuelas, dispensarios y hasta el nacimiento de compañías o pequeños negocios.

En cuanto a los gadgets musicales existen casos como el de Ik Multimedia que es una empresa que crea soluciones para músicos aficionados que permite convertir dispositivos digitales como un iPhone, un iPad, o una tablet Android en poderosos dispositivos de grabación o ejecución musical, disponiendo a los usuarios una gran variedad de gadgets musicales.

Estos productos cumplen una premisa fundamental que si lo llevamos a palabras de Donald Norman, atraen tanto a la cognición como a la emoción:

“Los productos una vez fueron diseñados para las funciones que realizan. Pero cuando todas las empresas pueden hacer que los productos que llevan a cabo sus funciones igual de bien, la ventaja distintiva va a aquellos que proporcionan placer y disfrute mientras se mantiene el poder. Si las funciones se equiparan con la cognición, el placer se equipara a la emoción; hoy queremos productos que atraigan tanto a la cognición y la emoción”.

Por otro lado tenemos lo que se denomina e-learning (aprendizaje electrónico) y que se refiere a la educación a distancia completamente virtualizada a través de los nuevos canales electrónicos (en especial Internet), utilizando para ello plataformas de formación que aúnan varios de los anteriores ejemplos de aplicaciones, entre otras como soporte de los procesos de enseñanza-aprendizaje.

Khan Academy junto a Coursera, edX y Udacity son los pioneros de la revolución de la educación virtual. Un ejemplo de un cruce entre “aprendizaje electrónico” y música se da por ejemplo en el curso “Principios fundamentales de la teoría musical” de la Universidad de Edimburgo al cual puedes acceder de forma gratuita desde la plataforma de Coursera, siendo este curso, no un caso aislado junto a una gran cantidad de cursos respecto a la educación y ejecución musical.

Democratización y sus 3 dimensiones

Al hablar de esta democratización pareciera haber una tendencia a declarar ciertos pilares que sostienen lo anterior:

Procesos Formativos

Un punto importante son los procesos formativos musicales y cómo estos interceden en el carácter de la persona que se enfrenta a ellos, llegando a frustrar o alegrar según las capacidades de la misma. Es ahí donde es fundamental como una persona puede acceder a desarrollar sus “talentos” por sobre los procesos formales de formación.

Es importante la percepción o apreciación musical que aborda el acceso al conocimiento a través de un proceso de aprendizaje de afuera hacia adentro con los objetos sonoros que el humano puede oír, escuchar, memorizar, verbalizar, analizar… desde un rol de receptor de secuencias sonoras (ruidos, paisajes sonoros, informaciones,…) o de secuencias musicales (combinaciones sonoras vocales o instrumentales.

Ejecución

Importante es la ejecución como tal, llámese la ejecución de algún tipo de interfaz musical como un instrumento o la interfaz de escritura musical para composición como la partitura musical. Los métodos hoy permiten poner un “by pass” a la formalidad del aprendizaje.

La interpretación o ejecución musical que permite el acceso al conocimiento musical a través de la memoria, de la imitación, de la mímesis, de la música instrumentada o cantada de oído, o repetida a través de la lectura a primera vista (primer encuentro con la partitura) o de la lectura ensayada (después de varios ensayos) desde un rol de receptor y emisor al mismo tiempo.

Tecnología

Teniendo en cuenta la interacción mediante tecnología para tener como resultado y objetivo los procesos formativos musicales, ya sea para la ejecución instrumental o para la composición musical.

Pero la democratización también se ha vuelto sin dudas importante por cuanto conlleva una responsabilidad, la de hacer con el conocimiento adquirido un producto de calidad o que al menos apele a un cierto nivel estandarizado de calidad. Muchas veces en el mundo de quienes graban sus discos en sus casas y suben su contenido a Soundcloud (por ejemplo), lograr un sonido de excelencia es una cuestión de superación personal y responsabilidad con quienes te han de escuchar. Personalmente tengo el caso de amigos (Enemigo y Sauce)que han grabado sus discos en sus casas con equipo reducido y han terminado “re-grabando” sus discos por una cuestión casi “ética” adquirida con los nuevos conocimientos, eso que les dice “es que debe sonar bien” y que les permita poseer un producto de calidad para subir a una plataforma donde pueden compartir espacio con consagrados.

La democratización es un asunto desde el medio hacia nosotros los usuarios|personas|humanos pero ha de ser nuestra responsabilidad, el uso responsable de conocimientos y herramientas adquiridas en el medio lo que conlleve a crear un objeto, producto o traspaso de conocimientos acorde a la responsabilidad anterior adquirida.

Para cerrar me gustaría citar nuevamente a Maturana y algo que dice en el prólogo de la quinta edición de “De Máquinas y Seres Vivos; Autopiesis: La organización de lo vivo” :

“Los seres humanos modernos vivimos en conflicto, hemos perdido la confianza en las nociones trascendentes que antes daban sentido a la vida humana bajo la forma de inspiraciones religiosas, y lo que nos queda a cambio, la ciencia y la tecnología, no nos da el sentido espiritual que necesitamos para vivir. Hay frustración y enojo en los jóvenes que buscan saber qué hacer ante un mundo que los adultos hemos llevado en el camino de la destrucción. ¿Qué hacer? Yo pienso que el conocimiento acompañado de la reflexión que nos hace conscientes de nuestros conocimientos y de nuestros deseos, nos hace responsables porque nos hace conscientes de las consecuencias de nuestros actos y actuamos según nuestro deseo o no deseo de esas consecuencias, y nos hace libres porque nos hace conscientes de nuestra responsabilidad y podemos actuar si queremos o no queremos vivir las consecuencias de nuestro actuar responsable.”

Referencias

Nota: Ensayo originalmente publicado para el curso de “Diseño orientado a los Servicios” del Magíster en Diseño Avanzado PUC (MADA).

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Rodrigo Vera
Morales Aránguiz

Diseñador @eadpucv, Magíster @madapuc, Doctorando @fadeu_uc. Director UX en @idachile y miembro de @ixdalatam. Músico en @moralesaranguiz.