Día internacional del libro: Las ventajas de los audiolibros

O. Onetti
Mosaico De Letras
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4 min readApr 23, 2021

La discusión sobre si son útiles o si funcionan como los impresos comenzó en años recientes. Debemos tomar en cuenta que son apenas un soporte para incentivar la imaginación y realizar al mismo tiempo otras actividades como disfrutar la vista en un viaje largo.

Algunas de las cuestiones que a veces nos hacemos los lectores tiene que ver con los audiolibros. ¿Qué tan buenos son? ¿Cuál es su verdadero uso? ¿Cuándo usarlos? ¿Dónde conseguirlos? Respecto de la última pregunta debe saberse que en la mayoría de las librerías podemos encontrarlos y a precios accesibles; esto, además de que en casi cualquier tienda virtual se pueden localizar. Muchos de ellos quizá correspondan a títulos clásicos, aunque no por ello los textos contemporáneos quedan atrás; de vez en cuando uno puede encontrarse con literatura más reciente en forma audible. Resuelta esta duda, podemos preguntarnos sobre si son útiles en el ahorro de tiempo o si uno se mete tanto en el texto como lo consigue cuando este está escrito en papel, porque lo cierto es que estas dos son las cosas que más se discuten hablando de los libros convertidos en sonido, y si es recomendable hacer uso de ellos, de darles una oportunidad.

Muchos crecimos escuchando historias en grabaciones, ya fuera porque en casa contábamos con ellos, o bien porque en la escuela los profesores hacían que uno se sumergiera en el mundo de la imaginación apoyándose en grabaciones de historias. Cuando jóvenes, unos gustábamos escuchar programas de radio de terror, donde los locutores y actores daban vida a diversos cuentos haciendo uso sólo de su voz y uno que otro efecto en el sonido, y de ese modo podemos seguir citando algunas de las maneras en que dimos una primera oportunidad a los audiolibros, aunque como dije, la discusión sobre si son útiles o si funcionan como los impresos ha estado desde que comenzaron a tener un auge importante en los últimos años.

Yo creo que podemos destacar algunas ventajas para defender su uso.

  • Puedes escucharlos como la radio. Primero que nada, debemos decir que son adecuados para disfrutarse en el camino al trabajo, la escuela o un viaje; un audiolibro nos puede mantener despiertos y nos evita caer en el sueño en el transporte público al mismo tiempo que nos ofrece una historia y nos nutrimos en las letras.
  • Hacer los quehaceres del hogar/Ejercitarse en casa. Cuando uno realiza las labores domésticas, puede acompañarse de música. Sin embargo, escuchar un audiolibro es una buena opción porque nos entretienen y activan. Al mismo tiempo son buena ayuda en la actividad física. ¿Qué tan emocionante sería escuchar las aventuras de Don Quijote al mismo tiempo que se realizan aeróbics? Quizá suena extraño, pero se ejercitan la mente y el cuerpo.
  • Disfrutar los descansos breves. Cuando uno regresa a casa del trabajo o la escuela y lo que desea es desconectarse del mundo, escuchar una historia por supuesto que es opción. Incluso es un buen reemplazo de la televisión y sus programas vespertinos y nocturnos.
  • Son buenos compañeros de viaje. Los amantes de la literatura podemos contar con los audiolibros en una paseo largo. Ya sea en tren, camión, coche o avión, escuchar las historias mientras se mira a través de las ventanillas nos hará el trayecto más ameno y confortable. Además, si uno elige una historia adecuada (tal y como los cuentos de “El llano en llamas” de Juan Rulfo en un paseo por el sur de Jalisco) el viaje será mucho más agradable, porque se adecuarán los espacios a lo que en la grabación se describe.
  • Aprender un nuevo idioma. En algunas clases de lengua extranjera en escuelas, los profesores optan por dejar que sus alumnos aprendan escuchando historias grabadas en esa otra lengua, que además de mejorar la fluidez del lenguaje tanto oral como en lo auditivo incentivan la imaginación y despiertan la creatividad. ¿A quién no le habría gustado aprender inglés escuchando la narrativa de Oscar Wilde?
  • Acercar a los niños a la literatura. Muchos pedimos consejos a otros sobre cuál es la manera correcta de acercar a los menores a las letras, y resulta complicado que nos den una respuesta. Sin embargo, existe la sugerencia de poner un audiolibro para ellos. Los pequeños prestan atención, desarrollan la imaginación y con suerte y el paso del tiempo se sientan atraídos para leer esas historias que escucharon cuando niños.

En resumen, es aconsejable la literatura difundida en audiolibros porque, primero que nada, estos no son otra cosa que textos grabados sonoramente de una historia que estuvo previamente escrita, dramatizada por actores de voz, con música y efectos de audio. Desde siempre han sido así, aunque han pasado de lecturas en la radio a casetes, discos y ahora podcasts. Cuando jóvenes, estos duraban poco; se nos presentaban historias breves, resumidas y que sólo mostraban las partes más importantes; hoy en día, un tanto más extensas, puede uno detenerlas y continuar escuchándolas en otro momento, o bien reproducir una nueva y regresar a la anterior con sólo dar un click, pues se almacenan en dispositivos móviles como celulares o tablets. Por eso digo que sí, los audiolibros merecen una oportunidad: están al alcance de la mano, nos acompañan en la realización de otras tareas y son fáciles de conseguir. Sin embargo, los libros siempre serán los libros; los audiolibros, son apenas un soporte de ellos.

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