El sueño y la poesía

O. Onetti
Mosaico De Letras
Published in
5 min readJan 17, 2019

Primera parte

El “sueño” es un tema recurrente en la filosofía, y la ha traspasado para llegar a la literatura, llevando a que autores hablen del sueño tanto como las aspiraciones del hombre como de la realidad dentro de otra realidad.

Arte por Duck en DeviantArt.

Desde los inicios de la filosofía, los pensadores comenzaron a cuestionarse sobre las distinciones que hay entre el conocimiento verdadero y el aparente. Fueron los presocráticos quienes sentaron las bases para que Platón pusiera en disputa la idea del conocimiento que tenemos sobre la realidad. ¿Quién no recuerda el mito de la caverna, aquel donde se la premisa principal es que la realidad no es como se nos presenta? Pues bien, desde entonces se ha cavilado mucho sobre lo que conocemos, sobre si lo que vemos no es más que la superficie de una realidad más profunda; se ha planteado que nos encontramos dentro de un mundo onírico.

Ante este panorama, a través de la literatura se ha expresado esa posibilidad del hombre de confundir al sueño con la vigilia, relacionados directamente con esa posibilidad de habitar en una realidad dentro de otra realidad. Pensando que ambas cuestiones son diferentes, y que pueden llevarnos a otras definiciones todavía más complejas, se llegó a señalar que alguien extraño a uno mismo pudiera controlar las capacidades y pensamientos, y así, como si se estuviera soñando dentro un sueño. Denso, ¿no? Por esto, se ha retomado esta duda que ha sobrepasado ya a la filosofía para invadir, por ejemplo, a la literatura, llevando con ello a que autores, grandes genios como Shakespeare, Calderón de La Barca, Quevedo y Cervantes inundaran sus textos sobre la visión del sueño, y el hombre frente a los sueños.

Esta semana, quiero hablar un poco sobre esos autores de lengua no castellana que encuentran en el sueño uno de los tópicos más recurrentes en la literatura, sobre todo en la poesía, y eso porque uno puede preguntarse, ¿cuáles son los mejores poemas que hablan sobre este tópico? Pues bien, seleccionar a los más destacados no es sencillo, ya que el puro hecho de aludir a la palabra “sueño” trae a la mente del lector un montón de conceptos. Por una parte, el “sueño” elude a las ambiciones, las aspiraciones del hombre; por otro, al hecho de dormir. En esta ocasión, trato de unificar los términos, si bien es cierto que son ideas separadas, para presentar una lista de algunos poemas que hablan sobre los sueños.

Empecemos con John Donne. En El sueño (1635), un poema barroco del siglo XVII, se plasma un escenario donde alguien es despertado por la misma persona con la que había estado soñando. En los versos se puede apreciar una mezcla de el recuerdo y la razón del yo poético que pinta uno de los escenarios menos conocidos del literato inglés. En su composición, el yo intenta seducir a una mujer que finalmente yace ya en la misma cama.

William Blake escribió Un sueño, poema que fue publicado en el libro de 1789 Songs of Innocence. Este poema refiere la visión del yo poético a través de tres insectos (una hormiga, un escarabajo y una luciérnaga). En el “Emmet’’, la hormiga, confiesa que ha perdido a sus hijos, y la luciérnaga se ofrece para darle la luz a su camino durante la noche, para que esta pueda recuperarlos.

¿Quién no recuerda el poema Un sueño dentro de un sueño? Y es que Edgar Allan Poe nos dejó un texto en el que se plantea la imposibilidad de separar la realidad de la ilusión. Nos dice “Todo lo que vemos o parecemos / no es más que un sueño dentro de un sueño” para hacernos reflexionar sobre la fragilidad y la fugacidad del todo, pero no es sino el efecto de esta cuestión lo que tiene un efecto duradero.

A mi mente se viene, desde luego, un poema de Walt Whitman titulado Soñé en un sueño, en el que precisamente desde su nombre combina las dos principales concepciones del término. Y es que el escritor “soñaba” con un lugar utópico, y esto quedó reflejado en un poema donde describe una ciudad perfecta.

El poema Soñé contigo para despertar de Christina Rossetti es un soneto dirigido al amante del yo poético, donde se plasma la perfección del mundo de los sueños y la realidad imperfecta del mundo tras despertar. Se trata de uno de los más bonitos sonetos de la época victoriana, donde se resaltan el amor y la fantasía.

Emily Dickinson tiene un poema poco conocido llamado Soñamos, es bueno que estemos soñando. En este, la poetisa hace un contraste entre los sueños y el dolor del mundo real fuera de estos. Críticos han señalado que la guerra civil en los Estados unidos pudo haber alimentado esta visión de la vida, vivida mejor dentro de los sueños, para alejarse de una realidad violenta.

Él desea los paños del cielo es un poema escrito por W. B. Yeats, donde el yo poético expresa los deseos que tiene: el dinero supondría un tesoro para el ser amado, un regalo para el otro. Sin embargo, aclara de forma nostálgica que lo más valioso que posee son los sueños, mismos que a la vez son delicados y vulnerables.

Lola Ridge, nacida en Irlanda pero que vivió la mayor parte de su vida en Estado unidos escribió un poema llamado El sueño. Autora de la corriente anarquista, es reconocida por haber escrito en el movimiento modernista.

Sueños, de Langston Hughes expresa al lector la necesidad de aferrarse a los deseos, pues según la premisa principal del yo poético, una vida sin sueños (aspiraciones) es estéril, fría. Sugiere que precisamente son los sueños los que facultan al hombre de la libertad necesaria para darle sentido a la realidad del mundo de los despiertos.

Preludio al sueño en hispanohablantes

Dije que no hablaría en esta ocasión sobre autores que tienen por lengua madre al castellano, pero este cierre me sirve como preludio para la siguiente entrega donde hablaremos sobre hispanohablantes que retratan al sueño en su poesía. Y es que quiero terminar con Pablo Neruda, quien escribió un poema titulado El sueño del gato, donde hace una representación poética del felino, al que describe desde su apariencia física y hasta el cómo son los sueños de este animal. La detenida descripción del escritor sobre la noche que fluye a través de la mente soñadora del gato como agua oscura, hace que valga la pena leerlo porque además del sueño, hay muchas otras cosas que admirar aquí.

Hay una larga lista de otros poemas que uno como lector debe conocer acerca de los sueños, por ejemplo, el Primero sueño de Sor juana Inés de la Cruz, y unos más de Jorge Luis Borges o Antonio Machado, pero eso lo veremos en la segunda parte de estas recomendaciones sobre sueños y poemas.

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