La casa del Señor

O. Onetti
Mosaico De Letras
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1 min readJul 8, 2021

Fue hace algunos ayeres cuando a mis amigos de la facultad y a mí nos atrapó un tormentón una vez que salimos, no recuerdo bien por qué, del centro universitario.

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Fue hace algunos ayeres cuando a mis amigos de la facultad y a mí nos atrapó un tormentón una vez que salimos, no recuerdo bien por qué, del centro universitario. Caminamos por algunas calles, y sin darnos cuenta por el paso del tiempo o el avance de la charla y la poca atención al entorno, nos quedamos varados afuera de la iglesia de ladrillos, cuyo nombre no recuerdo, ahí en la avenida grande, porque el portón negro estaba cerrado. El aguacero inundó las calles, y relámpagos dieron luz al lugar que ennegreció al paso de los minutos. Ahí vimos cómo infructuosamente el señor de los churros intentó pegarse al muro anaranjado y rojo, pero los carros avanzaron y uno a uno lo mojaron, como si fuera necesario gastarse la energía en ello… Ya un rato después volvimos al campus con las ropas pegadas al cuerpo y los zapatos empapados, pero con la experiencia de haber presenciado un diluvio de tal magnitud afuera de la casa del Señor, esa que nadie nos quiso abrir.

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