Vane Sullivan
MotionAgency
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3 min readSep 30, 2017

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Story #4: Los Millennials y su necesidad de pertenecer

¿Algún Millennial por acá? Seguramente muchos de ustedes lo sean. De todas formas, antes de pecar de sabios, vamos a ahondar un poco más sobre lo que realmente significa llevar la camiseta de la Generación Y.

Se denomina Millennial a todo aquel nacido entre los años 1980 y 2000. Si bien hay una gran incertidumbre por parte de los académicos acerca de la fecha de origen de esta nueva generación, lo que es indudable es su marcado perfil: amantes de las experiencias, multitaskers, generadores de contenido. Una comunidad fuertemente influenciada por el avance de las tecnologías y sobre todo por el auge de los medios sociales como principal canal de comunicación. El considerarlos nativos digitales es una obviedad, ya que sus relaciones sociales conviven paralelamente en dos mundos: el virtual y el físico.

Si bien esta caracterización es comúnmente conocida, lo esencial es el comprender cuál es el rol de esta GRAN comunidad en nuestra sociedad actual. Para ir a números más concretos, en aproximadamente 8 años esta generación de audiovisuales representarán más del 75% de la población mundial. Este insight nos acerca un poco más al disparador de la nota: ¿Por qué los Millennials tenemos esa necesidad de pertenecer?

Para intentar responder a la pregunta, traemos a colación los dichos de un profesor del IESE: “Son poco menos que unos adictos al reconocimiento público, que no solo esperan obtener de sus superiores, sino también y sobre todo de sus semejantes”. Este punto es neurálgico, ya que la aprobación del otro hoy en día constituye un aspecto esencial para el entendimiento de los Millennials. Y no, no nos referimos a una aprobación explícita que proviene de la boca un otro diciéndonos “Lo hiciste muy bien, seguí así”, sino al hecho de estar permanentemente conectados.

Hoy en día se considera un MUST para la comunidad virtual, el compartir todos y cada uno de los momentos de nuestra vida. ¿Y cómo lo hacemos? Mediante una infinidad de redes sociales. No sólo eso, sino que al estar inmersos en la inmediatez, pretendemos feedback en real time y que nos “likeen” es una forma de ser “socialmente aprobados”. Ante esta nueva lógica virtual, cada like sería como una palmadita en el hombro, un “well done”.

Esta necesidad de pertenecer nos obliga a estar todo el tiempo conectados, intercambiando y generando contenido acorde a nuestra audiencia: amigos. Nos volvemos “expertos” en tratamiento de imagen y video, grandes productores de contenido, ya que sin esa presencia en el mundo digital, nos estamos perdiendo de una gran parte de la realidad. Es como si básicamente no existiéramos.

Para cerrar la nota, nos gustaría plantear un interrogante que va a servir de disparador para próximas notas: ¿Las marcas están aggiornadas a esta nueva lógica digital? ¿Saben cómo hablarnos? Y en ese caso… ¿cuál es la mejor forma de hacerlo? Stay tuned!

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