Motivación, lotería y ser muchimillonario

Vic Blázquez
Motiv
Published in
3 min readFeb 3, 2018

Voy a hacer la afirmación más polémica de todas las que pueda decir nunca jamás. Si me tocase la lotería jamás aceptaría el dinero.

Claro, yo digo esto y como es muy difícil que me toque pues quedo bien y ya está. Lo que pasa es que voy mucho más allá. Si yo me imagino mi futuro, siendo el mejor motivador del mundo, con libros, conferencias, y apps de motivación, lo que no me gustaría nada es que el inicio de todo eso, el inicio de llegar hasta lo más alto fue un billete de lotería premiado.

Lograr lo que quería no habría sido solo cosa de esfuerzo y dedicación sino de suerte. Es decir, mi forma de hacer las cosas tendría menos mérito que la persona que lo consigue sin ninguna ayuda porque yo tuve muchos millones de ayuda. Y eso, y el no poder volver atrás, me quemaría por siempre.

Puede que no sea la lotería y sea una herencia. Puede que sea ir un día a Las Vegas por curiosidad y ganar el gran bote de las tragaperras. Puede ser lo que sea donde un gran monto de dinero llega a mis manos por azar o suerte. No lo aceptaría. Eso no significa que lo tirase. Lo donaría, daría a mi familia y habría mucha gente que se beneficiaría y todo bien pero ni un solo céntimo me quedaría para mí.

Y por eso te quiero hacer la pregunta a ti:

¿Renunciarías a 100 millones si te los dan ahora? Mentalízate de verdad. Nota como el número ganador lo tienes tú. Cómo lo compruebas una, dos, tres, cuatro veces. Lees el número uno a uno. Empiezas por el final para estar seguro que no te estás equivocando. Vas a cobrar el billete y ya tienes en una cuenta nueva de tu banco la cantidad:

Es muy difícil renunciar a ello. Podrías comprarte una casa. Un coche. Tener libertad total. Viajar. Iniciar tu proyecto. Montar unas megaoficinas. Comprar todo lo que te de la gana.

Ahora bien, ¿por qué no renunciar? Recuerda que el dinero sí podría ir para tu familia, para gente que conozcas que le va muy mal o para donar. Pero nada, absolutamente nada para ti. Por muchas deudas que tengas. ¿Por qué no renunciar? ¿No está seguro que los puedas conseguir por ti mismo?

Quien quiere ganar la lotería es quien no sabe seguro si alguna vez va a tener tanto dinero. Quiere los 100 millones porque le cambiaría la vida por completo y porque sin ese billete de lotería jamás podrá tener todo lo que quiere. Y justo aquí está el error.

Si no crees, desde el fondo de tu corazón, que vas a poder conseguir todo lo que quieres, es mejor que no te levantes. Quédate en la cama. Porque tu esperanza ya no será conseguir la vida de tus sueños sino cruzar los dedos y esperar que el dinero caiga del cielo y que con ese dinero puedas tener la vida que quieres.

Basar tu vida en la suerte en vez de en el esfuerzo hace que tu cerebro tenga una imagen de ti más débil. Que piense que tú vales menos de lo que realmente vales. Y si tu cerebro piensa que vales menos, tú pensarás que vales menos. Y con esa mentalidad, según pasa el tiempo y los 100 millones no llegan, tu vida será un desastre.

No. Yo no. Yo no quiero 100 millones así.

--

--