Porno terrorismo performatico en Concepción
El pornoterrorismo es un concepto político-artístico creado por Diana J. Torres junto a Pablo Raijenstein. Posee diversos modos de simbolizarse. Una de ellas, que es claramente la más importante: la performance, una acción que ataca directamente al público. En Chile, el pornoterrorismo un una corriente alejada e incomprendida. Es una amenazante para la cultura Lesbiana gay bisexual transexual (LGBT).
En la región del Biobío existen pocos exponentes de las performance como acto terrorista. Sin embargo los y las exponentes logran un gran reconocimiento a nivel nacional. En el mundo existen distintas explicaciones.
La activista travesti, Claudia Rodríguez, radicada en Santiago comenta “creo que ese concepto, esa teoría en Chile aún es lejana… incomprendida… para el ambiente lgbt es un término amenazante… lo que percibo es que aún se está en la discusión sobre la pertenencia del feminismo y la amenaza que ha instalado la teoría Queer”.
Claudia, reconoce que de Concepción es poco lo que se conoce, y de lo poco que se crea está más ligado a la poesía y la escritura. “De Concepción he conocido poco en relación a performatividades locales… ubico a dos activistas; la Paris Pola y Cristian Condemarzo que están en una elaboracion muy cercana a la escritura, a una arte poética, desde mi perspectiva”, siempre ligados a la sexualidad y la represión corpórea.
Además, dentro de la Universidad de Concepción, se han logrado forjar distintos exponentes. Cafiola Amazóna, es una estudiante de Sociología dentro de la Universidad y desde muy pequeña ha incursionado en las artes escénicas. “Desde muy pequeña me vi enfrentada a las distintas disciplinas artísticas” comenta.
“La sexualidad crea expresiones corporales que sirven mucho a la hora de enfrentarse a un público y querer que éste entienda lo que quieres transmitir”, Cafiola logró notoriedad cuando realizó performances a favor de las movilizaciones en medio de las barricadas del año 2012.
Amenazante sobre todo a organizaciones LGBT institucionalizadas como Movilh oIguales=, quienes dentro de sus políticas pretenden ingresar al sistema y tratar de actuar y parecerse lo más posible al mundo heterosexual, dejando de lado la identidad propia de las personas de gustos anti normativos.
Francisco Vargas, performista chileno explica que dentro del ambiente literario existe un ego tremendo respecto al tipo de escritura y de los temas que abarcas y de qué hacían para molestar a los grupos conservadores “es que con un grupo de amigos poetas la mayoría colas, hacemos algo que se llama Dancing Queen y leemos poesía y ponemos shows de transformistas. A mí un día se me ocurrió hacer una performance que no quise hacer en los talleres de Balmaceda”
El pornoterrorismo requeire de un trabajo estético y una explosión de mal gusto, como agrega Francisco “yo por ejemplo usé un pasamontañas, me puse una falda de colegiala mega maraca y le bailaba a un oso grande con banda presidencial que tenía una longaniza colgando y luego se la mamaba y se la cortaba con un corta cartón y me la metía hasta la garganta y detrás se reproducían imágenes de las marchas estudiantiles”.
Sin embargo en Concepción y en Chile, el pornoterrorismo es muy poco, casi nulo. Las personas que lo han logrado trabajar deben enfrentarse a juicios aún cuando el arte está abierto para la inclusión de todas las gamas que se puedan expresar.