El método científico y nuestro rol en el desarrollo infantil.

GATTIPIN
MuCi PY
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3 min readAug 18, 2022

Por Luis D. Gatti. Médico Pediatra.

Ser pediatra en nuestro país incluye el desafío de entender como las fuerzas biológicas y sociales interactúan dentro de la relación Padre/Madre/Cuidador-Niño/a, con la familia y cómo estas fuerzas influyen en la relación familia-sociedad. Al observar y monitorizar estas interacciones, los pediatras a través del tiempo podemos observar la interrelación entre el crecimiento y el desarrollo cognitivo, emocional y motor de nuestros niños.

Dentro del desarrollo infantil y en todas sus etapas podemos observar asombrosos procesos y logros generados desde la sofisticada máquina orgánica que constituye el cuerpo humano, procesos y logros que involucran altos niveles de organización y procesamiento neuronal en etapas tempranas del desarrollo de nuestros niños, algunos de estos logros involucrando de una manera casi natural al método científico.

Imaginemos que un niño de 20 meses de edad se encuentra tratando de organizar figuras geométricas introduciéndolas en ranuras con formas específicas para cada figura; en esta situación el pequeño observa que otros niños introducen figuras en ranuras, toma una figura cuadrada y trata de introducirla en la ranura redondeada, desde el momento que toma la figura, junto con la información que posee gracias a la observación con respecto a esta figura genera una hipótesis, una pregunta: “¿Puede esto (figura geométrica cuadrada) ingresar en esto ( ranura redondeada)?’’, procede a comprobar esta hipótesis mediante la experimentación tratando de introducir la figura que ante el intento fallido debido a la incompatibilidad geométrica y el análisis de este resultado genera una conclusión: “No puede ingresar esto (la figura geométrica) porque no coincide con esto (la ranura)”, entonces el sigue intentando con otras figuras hasta que logra la coincidencia esperada.

Este ejemplo demuestra la complejidad detrás del desarrollo de nuestros niños y la importancia de que, como adultos y como sociedad, garanticemos que todos nuestros niños tengan infancias seguras dentro de un ambiente familiar positivo, acceso a servicios básicos y con derechos garantizados. Lastimosamente vivimos en un país donde, según datos estadísticos, 2 de cada 10 niños menores de 5 años cuentan con algún tipo de desorden nutricional, donde solo 3 de cada 10 bebés reciben lactancia materna exclusiva, donde solo 4 de cada 10 niños culminan los estudios secundarios. Aún queda mucho que hacer por nuestra infancia y el momento de intervenir es ahora.

Lograr una infancia segura, desde el modelo de desarrollo biopsicosocial, nos interpela a todos, involucra a los padres, a los cuidadores, a la familia, a la sociedad, a la nación y al ecosistema. Como sociedad debemos velar por una paternidad positiva en un entorno familiar comprensivo y pacífico, exigir la generación de espacios que estimulen el desarrollo cognitivo de nuestros pequeños, incrementando y reorganizando constantemente las redes neuronales del sistema nervioso central en un proceso conocido como ‘’neuroplasticidad’’.

Estoy convencido que el futuro Museo de Ciencias del Paraguay constituirá uno de estos espacios, el MuCi ayudará e incentivará el desarrollo cognitivo de toda una generación de niños, a través de sus exposiciones permanentes y transitorias logrará la comunión de ciencia e interacción, impactando positivamente en la neuroplasticidad de todos los niños que lo visiten constantemente.

Finalmente, es responsabilidad y compromiso de todos abogar por estos espacios, garantizar su concreción buscando el desarrollo integral del futuro de nuestra nación: los niños.

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MD. Pediatrics, en contra del plástico, descompongo la luz blanca en muchos colores, este es mi pensadero digital. Amo y hablo mucho.