Construyendo personas

Dicen que el cerebro es un músculo y para que no se atrofie es necesario ejercitarlo, la crítica ayuda a generar nuevo conocimiento y a afianzarlo, tenemos que desarrollar un espíritu crítico pero de una forma que sume al grupo, la reflexión es un pilar básico de la enseñanza….
Todas estas ideas burbujean en mi mente, como una almalgama de ingredientes que dependiendo de diversas variables culminarán o no en un buen vino. En la elaboración de un vino de calidad, es necesario conocer tanto su proceso de creación como identificar todos los factores que lo convertirán en un excelente caldo.
Esta comparación sirve para destacar que debemos conocer el marco que nos define como docentes. Cualquier docente debería moverse en el sistema educativo como pez en el agua, para poder trabajarlo de forma profesional y exprimirlo en beneficio de las personas que trata. La educación de una persona es algo muy serio, podemos ayudarla o impedir su desarrollo pleno.
La conclusión que emerge de estas líneas es que para ser un buen profesional, el docente debe potenciar sus virtudes teoricoprácticas al ser un importante referente para estas personas. Einstein comentaba que la única manera de educar es dando un ejemplo, a veces un ejemplo espantoso…
Todos estos temas se trataron durante la sesión de hoy. La lectura grupal de las reflexiones ayuda de una forma constructiva a afianzar las potencialidades y seguridad de todos los miembros. Durante ese momento, se destacan ciertos aspectos de cada trabajo, desprendiéndose del discurso que no existe un único método para realizar la tarea y sin olvidar que estamos siendo evaluados. Esta primera parte me gusta llamarla proceso de pulido o modelado, al aportar todo/as elementos enriquecedores para la maduración del grupo.
Durante la siguiente hora debatimos sobre las competencias de construcción de la persona y su evaluación. Se lanzaron varias cuestiones al grupo, entre ellas la relación entre el esfuerzo y la nota, la justicia, la objetividad… mostrando lo difícil que resulta evaluar pero indicando que es una responsabilidad y obligación del docente.
Todo proceso educativo obedece y depende de unas normas que lo engloban. El conocimiento de estas directrices podrán ayudarnos a realizar cualquier cambio necesario que mejore el aprendizaje de la persona. Debemos implicarnos, involucrarnos, motivar…; no tratamos expedientes, productos ni servicios. Nuestro elemento de trabajo son las personas. Y no debemos olvidar que las personas que están en nuestras manos se convertirán en los ciudadanos del mañana.