Aprende a cobrar como toda una #womenpreneur

Victoria147
La Mujer del Futuro
4 min readApr 17, 2018

¿Dudas sobre si tu precio es el correcto? Con estas 4 recomendaciones aumentarás tu seguridad y confianza.

Por Karina Arce

¿En ocasiones sientes que cobras poco y otras que tu precio es elevado?

La inseguridad que acompaña el tema de los precios es algo que te puede mantener estancada o en un precio muy bajo. Este sentimiento podría provenir de tu miedo a vender.

Esa inseguridad es más común cuando vas empezando con tu emprendimiento. Así que antes de pasar a las recomendaciones, responde las siguientes preguntas: ¿vas empezando o ya tienes experiencia?, ¿pasaste de trabajar para alguien más a emprender?, ¿tienes experiencia en tu área de expertise? o ¿recién vas egresando o terminando una formación y quieres montar tu negocio?

Que vayas iniciando, no es sinónimo de que debas vender barato, sin embargo, al ser una etapa de mayor duda y donde no te conoce aún tu mercado, lo mejor es empezar a ganar clientes a un precio más bajo del que pondrás más adelante, una vez que ganes tus primeros clientes y tu auto confianza aumente.

Si es tu caso, puedes empezar trabajando gratis o por una tarifa baja o especial, con un número limitado de clientes. De lo contrario, si ya tienes experiencia aunque sea trabajando para alguien más, desde mi punto de vista no deberías trabajar gratis, aunque estés empezando.

Estas 4 recomendaciones te ayudarán a ganar mayor seguridad y sentirte cómoda con lo que cobras actualmente y cuando vayas a subir tus precios.

1. Reconoce lo que realmente vale lo que vendes y su impacto

Al trabajar con tu conocimiento, talento y habilidades te conviertes en un vehículo o guía que llevará a una persona de un estado a otro, no vendes servicio de decoración, no vendes coaching, no vendes terapias, ni nutrición.

Piensa en los beneficios y resultados que conseguirán tus clientes al trabajar contigo, enumerarlos e interiorízalos. Así te darás cuenta que lo que haces vale mucho. Más allá de los motivadores de compra, hazte la siguiente pregunta: ¿cuál es el costo de que ese cliente potencial no resuelva su situación en diferentes aspectos de su vida?, lo ideal es vincular el impacto, ya sea negativo o positivo, con dinero, amor o salud, (los motivadores que más venden, tiempo o seguridad.

Es decir, más dinero, más salud, más amor, o de lo contrario que pasaría si no resuelve su problema o situación, significaría menos amor, menos salud, menos dinero, menos tranquilidad, menos tiempo...

Así te das una idea del valor de lo que ofreces y cuánto impacto tendría en sus vidas, en cómo resuelven su situación contratándote, y en cómo si no.

2. Pregúntate cómo te quieres posicionar o estás posicionada y cuánto quieres facturar

Que alguien pague lo que cobras dependerá de tu posicionamiento, el nivel de detalle de tu oferta y si sabes cómo venderla.

Tu mínimo debe cubrir tus gastos personales y los de operación de tu negocio, nunca menos que eso, de lo contrario estarás en problemas, porque tendrás clientes por vender barato y te llenarás de trabajo pero tendrás poco dinero, lo que te provocaría hartazgo, dejando por los suelos tu motivación al encontrarte en esa situación, aunque te encante lo que haces.

Además, si te posicionas como una marca “low cost”, te aseguro que constantemente te estarán llegando ese tipo de clientes, de los que sólo buscan lo más barato, y si crees que es la mejor manera de hacer que te elijan, estas cavando tu tumba. Sobre todo si vendes servicios y trabajas con tu tiempo.

3. Toma en cuenta que los precios bajos pueden mandar una mala señal

¿El precio caro asusta? deberías preocuparte más por los precios bajos, que también pueden asustar y dejarte ver como una inexperta.

Usualmente relacionamos el precio con la calidad y cuando pones una tarifa baja, mandas la señal de que estás insegura sobre tu valor o el valor de tu oferta simplemente no existe y tu servicio es una mera transacción.

Considera que puede ser una señal de alarma para tus posibles clientes.

4. Toma como parámetro los precios de tu sector

Aunque te recomiendo que este no sea el único, ni el primer factor determinante para poner tus precios, es verdad que debes tener una referencia, pero muchos profesionales o emprendedores, caen en el error de tomar este parámetro como único, dañándose a sí mismos.

Si tu oferta cuenta con un valor extra o un método distinto que ayuda a conseguir resultados a tus clientes, no temas cobrar más.

Imagina que acabas de emprender tu negocio, has dado resultados a tus primeros clientes pero no cobras más alto, que alguien de tu sector quien te lleva 10 años de experiencia, porque como te lleva esos años por delante no te lo permites, aunque tus clientes estén contentos.

No temas arriesgarte, si tu tienes algo que da un valor extra o un método distinto que ayuda a conseguir resultados a tus clientes, demuestra que tú eres su mejor opción y no temas cobrar más.

Cuando se trata de fijar precio no todo es cuestión de hacer números, ni tomar únicamente como referencia el precio de alguien más, también interviene tu mentalidad, la manera en que te ves y la relación que tienes con el dinero.

Para tener a los clientes que pagarán tus precios tocando a tu puerta, te recomiendo mi clase gratuita donde te doy las claves esenciales para que lo logres.

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