¿Cuánto genera realmente mi negocio?

Victoria147
La Mujer del Futuro
3 min readDec 17, 2014
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Hemos descrito ya la composición de un Estado de Resultados, en el que podemos apreciar los costos y gastos comparados con las ventas de un periodo dado. Generalmente al Estado de Resultados se le da una lectura basándose en la Utilidad de Operación y la Utilidad Neta, ya que estas representan:

1. Utilidad de Operación: este es el resultado de restar los costos y gastos a las ventas. Es decir, cuánto me quedo de las ventas después de comprar matera prima y pagar sueldos. En teoría este es el dinero que sobra para pagar intereses de créditos, impuestos y algunos otros conceptos.

2. Utilidad Neta: este es el resultado final, es decir cuánto me queda de las ventas después de pagar todos los conceptos en los que erogué durante el periodo. Este concepto suele llamar la atención pues este es el dinero que el negocio genera para reinvertir o para repartir entre los socios.

Pero desde el punto de vista operativo y de planeación la utilidad neta no ayuda de mucho pues nos presenta un resultado final en el que todos los gastos ya fueron restados. Por otro lado la utilidad de operación es un tanto más acertada para hacer planeación pero puede presentar un resultado engañoso.

Dentro de los gastos que se restan para obtener la utilidad de operación se incluye un concepto llamado Depreciación y Amortización, este concepto hace referencia al desgaste de la maquinaria usada para crear los productos, al edificio (oficina), equipo de cómputo y transporte necesario para operar.

Fiscalmente hablando la ley permite contabilizar como un gasto el desgaste que el activo fijo tiene mientras se usa, de esta manera los gastos incrementan y la cifra sobre la que se calculan los impuestos es menor. Mediante esta técnica las empresas pueden pagar menos impuestos y en estricta teoría reinvertir sus utilidades para renovar sus activos cuando ya no funcionen y así poder seguir operando.

Es por esto que a la depreciación y amortización se le llama gasto virtual, ya que en realidad la empresa no hizo una erogación de dinero.

Bajo este orden de ideas es que la utilidad de operación no es lo que realmente generó la empresa en el ejercicio, a este resultado hay que volver a sumarle la depreciación y amortización para así obtener la Utilidad antes de Impuestos, Intereses, Depreciación y Amortización (EBITDA por sus siglas en inglés).

Este resultado toma gran importancia sobre todo en negocios en donde se requiere de mucho activo fijo para poder operar, ya que la depreciación generada por todo el equipo es muy grande.

Por otro lado hay que entender que en un estado de resultados hay dos tipos de erogaciones:

1. Las que están por encima del EBITDA son las realmente necesarias para la producción del bien o servicio a vender.

2. Las que están por debajo del EBITDA son erogaciones ajenas al “core business” y el poder cubrirlas depende únicamente del dinero que sobre de la operación.

Con base en esto es que el EBITDA es la cifra que nos ayudará a responder preguntas como: ¿me puedo endeudar más?, ¿tengo capacidad de pago?, ¿estoy sobre endeudado?

Incluso podemos usarlo para compararlo contra el de otras empresas de nuestro giro y saber si estamos dentro de un rango aceptable. De hecho, el EBITDA es una de las cifras que usan los bancos y fondos de inversión para tomar decisiones.

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Sobre el autor
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