Mujeres que potencian la industria

Un panel dentro del evento WiDS La Plata que invita a pensar en los datos como claves para achicar la brecha de género y transformar el mercado laboral

Jésica Checa
Mujeres en Tecnología
6 min readMay 6, 2021

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En la última semana de abril se llevó a cabo de manera virtual el evento Wids La Plata que forma parte de la conferencia anual WiDS (Global Women in Data Science) de la Universidad de Stanford. En él, mujeres destacadas del campo de la Ciencia de Datos compartieron su experiencia y visión para convertir los datos en soluciones de gran impacto social.

En este marco, el panel “Mujeres que potencian la industria” contó con la participación de Laura Minuet, miembro del equipo directivo de Mujeres en Tecnología, junto con Micaela Portuese (Telecom) y Verónica Garea (INVAP).

Entre las tres lograron desentrañar y poner voz y nombre a cada cifra que indica avances y retrocesos en materia de igualdad de género. También compartieron las innovaciones técnicas y metodológicas de sus respectivos sectores: empresarial, nuclear y tecnológico con base en la ciencia de datos.

Los datos están cambiando la industria

En su disertación, Laura Minuet cuenta que hasta hace unos diez años el trabajo con los datos era “rudimentario”: se analizaban grandes volúmenes de manera manual “tan sólo para hacer reportes de algunos KPis”. Con el paso del tiempo, se pasó del tratamiento manual a la automatización de estos procesos mediante el uso de algoritmos (e inteligencia artificial) y esto dio un vuelco a la industria.

Los “datos muertos” representan “ la muerte de lo que pasó, lo pasado; y la ciencia de datos es qué hacer con esa historia”, explica Minuet.

Laura hace consultorías de análisis de datos además de formar parte del equipo directivo de Mujeres en Tecnología y ser analista en la UTN. Hoy se sorprende del panorama: “salir y ver el mercado que hay es increíble”. Observa que los puestos vinculados al Data Science son los más requeridos, “es lo que más se busca. Hay poca gente capacitada trabajando en esto. Es una muy buena oportunidad para personas de cualquier rama o carrera, en el sentido de que la ciencia de datos está atravesando a todas las especialidades”.

Su uso también está impulsando grandes transformaciones a nivel interno en las empresas. Micaela Portuese (Manager de Advanced Analytics y Big Data en Telecom) destaca que la compañía en la que trabaja, a partir del objetivo de promover una cultura Full Data Driven (basada en el uso de datos para la toma de decisiones), ha favorecido la incorporación de muchos especialistas en ciencia de datos y la aparición de nuevos roles y puestos laborales.

Un ejemplo es el puesto de “Big Data OBs”, surgido según explica, debido a la necesidad de conectar el área de Data Science con otras áreas de la empresa o roles; su función es ayudar a usar los datos y los modelos de machine learning en el día a día”. Otra novedad que destaca es el desarrollo de productos con tecnología IOT (Internet de las cosas) basado específicamente en el análisis de información proveniente, mayormente, de la experiencia de los usuarios.

Sin embargo no todo lo que brilla es oro. Pese a las grandes oportunidades laborales de ciertos sectores en crecimiento estos mercados siguen ofreciendo resistencias y dificultades para la incorporación de mujeres y diversidades de género.

Los datos y la perspectiva de género

El año pasado Comunidad MeT realizó el primer mapeo nacional para conocer qué tan inclusivo es el ecosistema tech. La encuesta, orientada a personas trans, no binaries y mujeres que se desempeñan en roles técnicos de la industria tecnológica, arrojó algunos datos impactantes:

El 98% de las personas encuestadas expresó haber sufrido hostilidades y violencia en sus lugares de trabajo.

Una parte abierta del cuestionario recolectó los comentarios más recibidos en las entrevistas laborales: la mayoría de ellos vinculados a la edad fértil, la posibilidad de embarazo, la maternidad.

El sector nuclear no es la excepción

En palabras de Verónica Garea, “El sector nuclear es un sector eminentemente masculinizado. Hay muy pocas mujeres y la mayor participación de ellas se da en sectores vinculados con el cuidado como la contabilidad del material fisionable (altamente explosivo), seguridad, salvaguardia, radioprotección, impacto ambiental, ingeniería de procesos e ingeniería química. Actividades que en su mayoría requieren de la ciencia de datos”.

La experta también indica que es muy común “que las mujeres sean dentro de los grupos de trabajo quienes realizan actividades de soporte, como redactar documentos o hacer apoyo emocional; las que se acuerdan de los cumpleaños y cosas por el estilo, que las colocan casi de manera imperceptible en un lugar distinto al de sus compañeros varones”. A la vista está que en esta industria predominan estereotipos de género que enfatizan las frecuentes desigualdades en las tareas profesionales que realizan varones y mujeres.

“Techo de cristal, piso pegajoso”; mujeres que dejan sus carreras por cuestiones de cuidado familiar; mujeres que en sus equipos de trabajo realizan actividades de soporte; menos mujeres a medida que se asciende en la escala jerárquica. Estos son algunos de los enunciados surgidos del panel sobre las problemáticas de género observadas en el sector nuclear.

La necesidad de políticas públicas y cambio cultural

Durante el panel, Garea también invitó a pensar en acciones concretas y políticas públicas que podrían aplicarse para mejorar la situación. Un ejemplo ofrecido por ella es el hecho de que en algunos países, tales como Australia, se aplican incentivos y castigos por parte del Estado. Las empresas que contratan personal de identidades de género diversas, reciben incentivos. Y, por el contrario, aquellas que no respetan la igualdad de cupos entre varones y mujeres, son penalizadas.

Para la especialista, sin embargo, no alcanza con las iniciativas empresariales o privadas para llevar a cabo el cambio cultural que mejore la situación de las mujeres, hacen falta políticas públicas. “La evidencia indica que el mayor éxito se da allí donde las iniciativas son más generales, exceden al sector y son parte de la política, de los negocios, de las actividades de un país”.

Laura Minuet comparte al respecto los esfuerzos de Mujeres en Tecnología en conjunto con el Ministerio de la Mujer y el Ministerio de Ciencia y Tecnología, para que los datos existentes en torno a la brecha de género sean visibles y a partir de ellos se puedan producir cambios, programas y políticas públicas. Ya que como dice ella “todo lo que hacemos, lo hacemos de corazón” o “post-trabajo , voluntariamente” y solo con el esfuerzo de las comunidades y organizaciones de la sociedad civil, no alcanza.

Ambas expertas coincidieron en la necesidad de que las cabezas de los altos mandos empresariales también asuman el compromiso de reducir la brecha de género a partir de sus roles de liderazgo. Según datos provenientes de la Encuesta Permanente de Hogares (INDEC- tercer trimestre 2017) en Argentina, el 70% de los puestos jerárquicos del mercado laboral está en manos de hombres.

Por su parte, respecto a la educación, Micaela Portuese también señala la importancia de formar a las generaciones jóvenes en las áreas de mayor crecimiento y pone como ejemplo iniciativas de su compañía para acercar a niñas y adolescentes a la tecnología a través de capacitaciones gratuitas.

El año pasado, Mujeres en Tecnología incluyó en sus actividades, talleres de cambio cultural para empresas, organizaciones e instituciones. Con respecto a esta experiencia, Laura Minuet cuenta que ya se sumaron varias empresas y aclara que:

“cuando hablamos de ambientes duros o machistas no hablamos de un género ya que lamentablemente el machismo nos atraviesa. Por eso son necesarias estas políticas de cambio cultural; que se empiecen a aplicar en las empresas para que haya realmente cambios en los ambientes de trabajo”.

En conclusión y a propósito de estas disertaciones y cifras, surge una vez más la observación de que lograr la igualdad de género es uno de los mayores desafíos del mundo actual para el desarrollo de sociedades modernas más justas y democráticas.

Se hace claro que el compromiso para achicar la brecha de género debe venir desde todos los sectores posibles a fin de que en el futuro cercano haya más mujeres y diversidades de género ocupando roles de liderazgo, y sobre todo, con acceso al trabajo. Porque, en definitiva ¿es posible hablar de una democracia plena sin la participación igualitaria de mujeres y diversidades de género en todas las áreas de la sociedad?

Nde: El panel “Mujeres que potencian la industria” puede verse de manera gratuita en el canal Youtube de UNLP.

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