+M en pandemia: Sacar lo mejor de nosotras

2020 no fue todo encierro, lavar loza e innumerables actividades en Zoom. +Mujeres en UX supo navegar las olas de la pandemia traspasando su operación a una remota, en la que aprendimos a borrar los límites entre países y nosotras mismas, potenciar nuestras redes y a las mujeres de Latinoamérica de una manera diferente.

Decir que este año ha sido difícil está a punto de volverse una obviedad. Difícil es sinónimo de 2020. Pero a pesar de que nos hemos tomado el tiempo para conocer como lo ha vivido cada una en lo personal y los desafíos que hemos tenido que enfrentar — con éxito o sin él — este año en +M significó un esfuerzo que mantuvo la esencia de la comunidad a flote y sacó lo mejor de nosotras.

1. Eventos sin fronteras

Con pocas semanas de empezada la pandemia en América Latina, y específicamente en Chile dónde vivimos con Carolina Sepúlveda R. y desde donde hacemos la Coordinación regional, compramos una cuenta de Zoom para traspasar toda nuestra operación a formato remoto. No teníamos idea cuánto iban a enganchar las mujeres que participan constantemente en nuestras actividades con esa nueva modalidad, pero le dimos para adelante.

Rápidamente nos dimos cuenta de ciertos cambios logísticos que debíamos hacer y que el formato potenciaba nuestra propuesta de red latina de mujeres UX. Por primera vez, y sin un avión de por medio, podíamos participar en las actividades de las embajadas hermanas y conocer cómo cada país llevaba a cabo sus eventos. Así, pudimos asistir a reuniones y talleres a miles de kilómetros y acompañarnos a la distancia.

2. Más redes e impacto entre mujeres

Poder participar en actividades de países tan lejanos entre sí, como Argentina y Costa Rica, o vivir reuniones en otro idioma, como las de Río de Janeiro, no solo desmarcó las fronteras, sino también nos permitió estar más cerca de mujeres, referentes y pares, en otros territorios.

De manera natural, las embajadas de +Mujeres en UX en Chile, México, Río de Janeiro, Argentina, Uruguay, Costa Rica y Perú generaron “intercambios” en los que empezaron a invitar a mujeres extranjeras a sus actividades, y estas mismas también comenzaron a ser conocidas y a generar impacto en otros lugares con sus contenidos y aprendizajes.

Con el correr de los meses nos esforzamos por integrar a todos los países en nuestros meetups, escuchamos singularidades de cada cultura, compartimos experiencias que tenían sentido más allá de su origen, y generamos una dinámica que sin duda provocó abundancia en cada una de las reuniones.

3. Sin miedo al formato remoto

Uno de los diferenciadores que tenía — tiene en formato presencial — nuestra comunidad es la cercanía y espacio seguro que se creaban en las actividades mes a mes. El hacer networking, compartir un café antes de una charla, eran parte de la esencia de nuestros eventos.

Al comenzar la pandemia temimos, nos cuestionamos, cómo íbamos a traspasar todo eso al modelo remoto. Y nos resultó. Cada embajada con su idiosincrasia logró traspasar conversaciones e intercambios a la pantalla en formato de pijamadas, fiestas de disfraces y happy hours.

Vivimos reuniones donde el tiempo de las preguntas era más enriquecedor que las charlas mismas, porque ese era el momento en que realmente se compartía y había interacción. En el que prendimos las cámaras todas al mismo tiempo y nos reímos.

La remoticidad también nos permitió llegar más allá de nuestros límites nacionales y a la vez llegar al interior de nuestros países. No sólo crecimos hacia afuera, sino también hicimos redes hacia adentro, potenciando la industria UX local de cada país.

4. La certidumbre que necesitábamos

A diferencia de los beneficios anteriores que identificamos en semanas, este fue uno que llegó de sin aviso. Gracias al contacto con nuestras embajadoras y a la sensibilidad que ellas demuestran con su localidad, pudimos comprobar que la comunidad, para muchas, fue ese algo constante que se mantuvo pese al caos de las cuarentenas. Fue ese cable a tierra, certero, del que muchas nos pudimos agarrar para hacer de esta pandemia algo más llevadera.

A muchas nos hizo estar en contacto con gente, sentirnos útiles y darle una vuelta al significado de este año. Un consuelo no pequeño, que nos mantuvo activas, aprendiendo y entregando valor a quienes querían recibirlo.

Como +Mujeres en UX ya estamos proyectando un próximo año parecido a este, con actividades no presenciales en todas nuestras embajadas, al igual que en los últimos 10 meses. Este año quisimos ser cautelosas y apuntar a la seguridad de la mayoría, y estos serán los principios que mantendremos para 2021: cuidarnos entre todas.

Si tienes una idea para 2021 y quieres potenciarla con +Mujeres en UX, escríbenos a contacto [at] masmujeresux.com para que conversemos.

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Si tienes dudas, escríbenos a contacto [at] masmujeresux.com y te responderemos desde la Coordinación regional de +Mujeres en UX LATAM.