CONFIANZA Y AUTOESTIMA: Cómo medir el impacto de una autoestima frágil.

Cuando la autoestima está lastimada, nos inundan las dudas, aparecen los miedos, y cualquier reto nos encarcela. La reconstrucción de la confianza juega un rol fundamental para salir de la prisión invisible. Hoy quiero compartirte algunos lifehacks para alinearte con tu voz interior y crecer personal y profesionalmente.

El primer trabajo de Lucía

Todo comenzó con un contrato temporal para un proyecto en concreto. En el estudio de diseño Lucía tomo el rol de la empleada perfecta, nunca se quejaba, siempre estaba disponible y resolvía cualquier situación. Al finalizar el proyecto, el estudio le ofreció contratarla freelance para tareas específicas con un mínimo de horas al mes. Esto a simple vista parecía una buena idea, Lucía tendría trabajo y podría manejar sus tiempos con otros clientes. Pero la realidad es que esto a Lucía le quitaba mucha estabilidad, no le ofrecía derechos del trabajador como compensación por despido, seguro médico, salario vacacional entre otros; y a decir verdad, a Lucía no le interesaba trabajar freelance o tener que salir a buscar otros clientes. Sin mucha seguridad, pero con curiosidad Lucía acepto y decidió probar a ver que tal.

En este nuevo régimen laboral a Lucía le tocaban las tareas más tediosas, muchas veces tenía que cumplir su rol junto con nuevas tareas que se le iban agregando. Le llamaban a último momento pidiéndole que trabaje horas extras en jornadas extensas de trabajo. Lucía no quería caer mal al equipo y trataba de evitar los conflictos. Por esta razón aceptaba los cambios de horarios y trataba de dar lo mejor de sí. Cuando Lucía entregaba un trabajo su jefe le contestaba con varios cambios y correcciones. Al principio eran cambios entendibles, pero con el tiempo el jefe se volvió más rígido y se comunicaba con Lucía en un lenguaje muy agresivo, casi violento. En la empresa no había una cultura transparente de dar feedback constructivo, por lo que en su mente Lucía no entendía que era lo que ella estaba haciendo mal, y para compensar, se esforzaba más, al punto de tener revisiones en su trabajo casi obsesivas, intentando cuidar todos los detalles para que el trabajo fuera aprobado. Esto era muy cansador emocionalmente, pero Lucía sentía que de alguna forma daba todo lo necesario para poder entregar un buen trabajo. Al tiempo la empresa contrato a otra empleada full time para que cumpliera tareas mixtas y gestionara contacto directo con el cliente. Lucia no entendió por qué la empresa tomo esta decisión, siendo que Lucia estaba interesada en ese rol que la ayudaría a crecer y mejorar su situación laboral. Esto hizo que sin buscarlo Lucia se sintiera defensiva, competitiva y a prueba contra sus compañeros. Un poco confundida y dolida Lucia intento hablar sus problemas varias veces, pero desde management le respondían con evasivas y excusas de modo que a Lucia se le dificultaba conseguir la respuesta que buscaba.

Con el tiempo Lucia dejo de sentirse agradecida por la oportunidad de trabajo y comenzó a sentirse poco respetada, ofendida y lastimada. La falta de aprecio por su trabajo, la comunicación poco transparente, la falta de claridad de su rol en la empresa y la limitación de crecimiento, comenzaron a gestar en Lucia un dolor más grande que solo la frustración. Toda la confianza que Lucia tenía desde que termino la universidad, se habían desvanecido. La alegría de comenzar su primer trabajo y la ilusión de volverse una excelente profesional, poco a poco había sido reemplazada por una mujer que con mucha vergüenza no dice lo que piensa, con mucha timidez no pide aclaraciones, que tiene muchas dudas e incertidumbres sobre su performance y sobre su trabajo profesional. La autoestima de Lucia se fue lastimando y dejo el recuerdo de esa joven poderosa que quería comerse el mundo. Para Lucia así cómo para todas nosotras, cuando pasamos por situaciones que nos desafían poniéndonos en lugares incómodos, nuestra mente encuentra mil excusas y justificaciones que ayudaran a minimizar la gravedad del dolor. Poder identificar los síntomas que indican que la autoestima está siendo afectada, es sumamente importante para empezar a tomar acción y cambiar la situacion que vivimos.

Introducción a mentorías

Hola, soy Regina y trabajo en UX hace 12 años. Después de haber pasado mis 20 ‘s aprendiendo todo lo que pude sobre esta increíble disciplina, hoy en mis 30’ s me avoco a dirigir equipos y ayudar a otras personas a crecer. Desde principios del 2020 comencé a trabajar con el equipo de Más Mujeres en UX LATAM. Esta es una comunidad Latinoamericana de +4000 mujeres que trabajan en tecnología con el objetivo de ayudarse mutuamente para reducir la brecha de discriminación de género. Para esto, el programa de mentorías tiene el objetivo de educar sobre los temas que más afectan al género femenino: confianza, comunicación clara y efectiva, negociación y liderazgo.

Mentorías es un programa online y gratuito para mujeres de toda Latinoamérica que trabajan o quieren empezar a trabajar en el área de tecnología como UX Designers, Project Managers, Product Owners, Ingenieras, UX Writers, etc. El programa, liderado por Liliana Reyes y Carolina Rojas, cuenta con un increíble equipo de 52 mentoras de distintos rubros y un total de 193 mujeres que han recibido mentoría a lo largo de 3 años. En este artículo, comparto una parte de lo que hemos aprendido con el equipo de Mentoras. Son ejercicios que sabemos que ayudaron a impulsar a más mujeres a animarse a mostrar la mejor versión de sí mismas. Y de corazón espero que a ti también te puedan servir. Si estás aquí leyendo este artículo, es porque tienes el valor para hacerte cargo de lo que hoy te bloquea. ¡Ánimo, vamos juntas!

Este es el 1er artículo de 3 partes.
Parte 1: Cómo medir el impacto de una autoestima frágil.
Parte 2: Causas que lastiman la autoestima.
Parte 3: Los pilares que forman la autoestima. Ejercicios y consejos.

Cuida tus pensamientos, pues se volverán palabras.
Cuida tus palabras, pues se volverán actos.
Cuida tus actos, pues serán hábitos.
Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino.

- Mahatma Gandhi.

El impacto de la autoestima

La autoestima es el valor que nos damos a nosotras mismas y está directamente relacionado a la confianza que tenemos sobre nuestra capacidad personal y sobre las intenciones de las demás personas. La autoestima es un pilar maestro de nuestra salud mental. Esta, define si tendremos relaciones sociales sanas con los demás y con nosotros mismos. Nos lleva o aparta de laberintos de ansiedad, cambios drásticos de humor, problemas con el control de la ira, o en casos críticos, caer en depresión o desempleo.

Sin la debida autoestima pueden verse afectados:

• El rendimiento académico: la falta de confianza nos puede llevar a elegir estudiar carreras que no nos desafíen por el miedo a fracasar y no confiar en nuestro propio desempeño.
• El crecimiento laboral: La baja autoestima puede limitarnos en nuestro crecimiento laboral, porque hace que dudemos de las intenciones de nuestros compañeros, volviéndonos menos transparentes; para defendernos nos ponemos máscaras que nos encierran, nos volvemos precavidos y evitamos tomar retos y responsabilidades. Puede que nos afecte en nuestra comunicación con nuestros managers y jefes. Nos vuelve miedosos, defensivos o distantes.

¿Cómo saber si tu confianza está lastimada?

La autoestima depende mucho de la historia personal de cada uno. Así cómo en la historia de Lucia puedes sentirte identificada con algunos síntomas si y con otros no.

• Tendencia a no tomar responsabilidades. Desplazas la responsabilidad a los demás, eres muy crítica, dices lo que no te gusta o lo que “se debería hacer” pero no tomas acción. No te consideras como parte del cambio, intrínsecamente desconfías de tu propia capacidad, con temor al cambio, insegura de tomar acción por vergüenza a fallar, te sientes abrumada con problemas para adaptarte a una nueva situación.
• Indecisión o dificultad para tomar decisiones. Dudas mucho lo que quieres hacer, pides muchas opiniones a los demás, evitas tomar riesgos hasta “estar segura”, piensas demasiadas veces las mismas cosas y tienes dudas aún sobre lo que has dicho en el pasado. Es también la incapacidad para pedir ayuda o sentir una obligación a lograrlo sola. No escuchas tu voz interior, te olvidas de lo que te inspira y te da propósito.
• Nivel de autoexigencia muy alto con tendencia al perfeccionismo neurótico. Quieres que las cosas sean perfectas, preparas, organizas, buscas tener todo lo necesario, perseguida por un nivel de exigencia autoimpuesto. Te ahogas en un checklist de pendientes infinitos, con vergüenza de compartir tu proceso de trabajo, y sientes que “no estas lista”. El perfeccionismo es una máscara, que esconde el miedo a ser juzgada, temiendo que te critiquen por “no ser suficiente”. Eres tan dura contigo misma que no te das el derecho a fracasar.
• Patrones del pensamiento negativo. ¿Alguna vez has analizado una crítica que te dices a ti misma y pensado que suena despectiva o cruel? ¿Le hablas a los demás con la misma rigidez con la que te hablas a ti misma?. Seguramente tienes una opinión muy dura sobre ti misma, con una sobre-exigencia muy estricta que no te deja ser libre. Una opinión muy severa sobre tu propia imagen, sobre tu performance, o incluso un control sobre lo que le muestras a los demás de ti. No te permites ser auténtica, ser tu misma. Son patrones de pensamientos donde buscando lo mejor para ti en algún momento dejaste de ser tu mejor amiga, te has vuelto muy cruel, y ahora debes aprender a cuidarte, a respetarte, y a tener una relación de apoyo amoroso para contigo misma.
• Síndrome del impostor. Tienes tendencia a minimizar y subestimar tu éxito. Sin importar lo que haces, no sientes que sea suficiente, o digno de admiración. Muy probablemente si otra persona hiciese lo mismo que tú, podrías admirarle, darle crédito y respeto, pero contigo te cuesta muchísimo darte esa apreciación. Es no saber aceptar los cumplidos que los demás te dan, no los escuchas o incluso no puedes siquiera recordarlos. Eres invisible ante tus ojos. Este síntoma es común en personas exitosas que son incapaces de asimilar sus logros.
• Compararse constantemente. Sientes que tienes que probar tu valor y tener mejor performance que otras personas. Te tomas los retos como algo muy personal. Eres competitiva, pero no lo disfrutas. Quizás no eres consciente de que estas a la defensiva. Mides el progreso de tus acciones por comparación de lo que los demás hacen y necesitas siempre de esta mirada comparativa para sentirte bien con tu progreso. Todas las personas venimos de caminos diferentes, con habilidades únicas y dificultades personales que son invisibles a simple vista. Al compararte asumes que todos tenemos el mismo contexto y las mismas capacidades. No sabes medir tu progreso en base a tu propia historia y te aleja de donde tu corazón dice que vayas. Estás silenciando tu voz interior y como resultado esto duele mucho internamente. Puede hacerte un tanto agresiva y explosiva.
• Miedo al abandono o al rechazo. Este dolor es complicado porque se manifiesta de dos formas:
  Necesidad de aprobación constante. Buscas crear o pertenecer a un grupo por lo que no tienes filtro con las personas que conoces. Otorgas confianza con facilidad, eres abierta, simpática. Perdonas con facilidad, no te sientes cómoda poniendo límites firmes. A veces para evitar un conflicto, aceptas situaciones que no te hacen sentir muy cómoda. Te cargas con responsabilidades que no quieres para evitar tener que negociar con alguien. No eres transparente con tus límites. Te dejas de lado.
  Necesidad compulsiva de dar explicaciones. Comunicas tus dudas abiertamente, buscando puntos de vista diferentes. Puede que te guste contar con consenso de varias partes antes de tomar una decisión. Por dentro tienes mucha inseguridad y necesitas que otra persona te repita lo que tu ya sabes. Es una forma discreta de inseguridad, buscando a través de las explicaciones recibir una respuesta. No confías en ti misma, por eso necesitas que otras personas te reafirme que lo que crees es correcto y recién ahí puedas sentirte segura y apoyada.

Si te sientes identificada con pocos síntomas, me alegro mucho, ahora puedes enfocarte en lo que quieres trabajar. Y si te identificas con muchos síntomas, felicitaciones también. En varios momentos de la vida, irás cambiado mucho y a veces, síntomas nuevos aparecerán, mientras que otros se irán. Eso pasa, es normal, nos pasa a todos en mayor o menor medida. Me gusta pensar que el mar en calma nunca hizo buenos marineros. ¡Con eso fundemos juntas un grupo de piratas!

¿Por dónde puedes comenzar?

Ahora vamos a practicar un ejercicio, recuerda lo importante es que puedas divertirte, soltarte, aprender de tu experiencia, animarte a cosas nuevas y ser tú misma. Toma nota de 1 SÍNTOMA que crees que tienes con más frecuencia y escríbelo en un papel. Pregúntate:

1. ¿Con qué frecuencia encuentras este SÍNTOMA?
2. ¿En qué áreas te afecta (trabajo, relaciones con tus amigos, tu familia, contigo misma)?
3. ¿De qué forma te afecta?

Medita sobre el síntoma y los sentimientos que lo despiertan. Intenta en los próximos 7 días si vuelves a sentirlo escríbelo en un diario. Medita sobre esto unos minutos todos los días. Ganar consciencia de lo que sientes te ayudará a identificar cuándo y cómo tomar acción. Practicar un poquito todos los días es el primer paso para desarrollar un nuevo hábito y comenzar el camino de la auto-superación.

Con el grupo de Mentoras de Más Mujeres en UX, practicamos varios de estos ejercicios en grupo y hemos visto grandes resultados. Estoy segura de que tú también podrás sorprenderte.

Si has disfrutado este primer capítulo, Subscríbete para leer la segunda parte: CAUSAS que nos hacen perder la confianza. Si has probado alguno de estos ejercicios y tienes una historia para contar, déjame un comentario, me encantaría saber tu experiencia.

Gracias por tu tiempo. 🙏