El mundial tras bambalinas
Pertenezco al canal de deportes TyC, muy conocido dentro de Argentina y siendo mujer tengo un espacio dentro del canal como productora periodística.
Este viaje comenzó con la experiencia de estar en un mundial. Fui convocada para ir con una emoción enorme, no era fácil ir a Qatar y luego lo comprobé con las personas que conocí allá. La gente dejó muchas cosas por ir: hubo quienes hacía siete meses estaban ya ahí, gente que renunció a sus laburos para estar en ese evento único.
Me sentí una afortunada. A este mundial fuimos dos mujeres de cincuenta personas del canal, viajamos a Qatar a cubrir el evento dentro de todo el equipo de varones.
¡Qué orgullo y suerte la nuestra de estar en esta fiesta, y más con el resultado obtenido! Pues… ¡somos campeones y campeonas del mundo!
Realmente fue sumamente particular. Un mundial donde la lejanía hizo que sea muy difícil, y sobre todo en un mundo que es marcadamente diferente a nivel cultural. Las barreras culturales vividas en Qatar sí que se hicieron notar. En dos partidos tuve conflictos con la policía por mi funda del celular, así como lo leen. Una funda que tiene colores, que no representa ninguna bandera pero que parece ser parecida a la bandera del orgullo LGTBIQ+. Me pidieron que me deshiciera de mi funda, lo cual tuve que hacer para poder ingresar, sin embargo, luego del partido la retiré del tacho donde la había dejado y volví a colocarla. Al siguiente partido, la policía buscó particularmente mi celular para nuevamente corroborar que la funda no esté. Si bien me generó mucha bronca y tuve que acatar en ese momento, hoy en día tengo la funda conmigo.
En cuanto a la cantidad de mujeres en un ámbito tan machista como suele ser el fútbol, o al menos como lo vivimos en Argentina, me llevé una grata sorpresa. En medios europeos sobre todo de España el género para cubrir es indistinto, éramos tantas mujeres como varones realizando las mismas tareas, lo que me da la pauta de que en Argentina aún estamos a años luz de lograr eso.
Sin embargo, pese a la cultura chocante con la cual me recibió Qatar, ser argentina y vivir este mundial en vivo y en directo fue una experiencia que nunca olvidaré. Veintidós partidos en veintiocho días y con argentinos y argentinas por doquier. Levantabas una baldosa y salían argentinos/as. Ser argentina es algo que generó privilegios, la gente nos sacaba fotos, arengaba a nuestra par y simplemente por el hecho de alentar estos colores tanto como lo hicimos. Somos una hinchada hermosa, alegre, manija y elocuente. Esta selección logró la unión. Hace tiempo que el país no se unía por los colores. Antes quizá preferían que su equipo ganara la Copa Libertadores, pero este mundial estuvimos subidos y subidas a la Scaloneta y nos hicimos una sola unidad; detrás del celeste y blanco, detrás de nuestra pasión y nuestra ilusión de tener la tercera en casa. Imposible olvidar que solo con decir “muchaaaaaaaachooooos…” aparecía una orda de argentinos y argentinas para cantar a tu lado desde el corazón, hacia el cielo.
Ya tenemo` la tercera, ya somo` campeón mundial.
Coni Cejas
Productora periodística
