En El Día Mundial De La Radio, no pasó nada.

Alejandro Marin
Music And Business
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3 min readFeb 14, 2014

En el Día Mundial de la radio, nada pasó en el mundo de la radio.

La UNESCO dejó la iniciativa a merced de la radio comunitaria y de su impacto en catástrofes, como si la radio musical no fuera, de por sí, una catástrofe en movimiento.

Lo que ha sucedido en el día mundial de la radio no pudo ser más vergonzoso: un grupo de gente felicitando a otro grupo de gente por las cosas que en realidad no se están haciendo bien.

No pasé un buen día. Desde el comienzo del día mundial de la radio, me sentí mal, me dieron náuseas y me dio mal genio. Porque el tal día mundial de la radio no existió para nadie.

La radio, como las mamás, como los papás, como los niños, no necesitan de un día. Necesitan de una vida. De una vida de dedicación, de una vida de amor, de dolor, de cariño, de sufrimiento, de experiencia. Lo de hoy fueron pañitos de agua tibia para un medio cada vez más menospreciado y cada vez menos importante.

No me gustó el día mundial de la radio. De hecho, me produjo más estrés que tranquilidad. Porque sé que la radio no es un día, sino todos los días. Y sé que todos los días perdemos una oportunidad, una posiblidad, de alcanzar a un oyente, de hacerle sentir lo que alguna vez yo sentí.

Pero es demasiado tarde ya para eso. La radio ha perdido su magia. La ha perdido al servicio de las empresas, de los intereses políticos, de los intereses económicos.

Hoy Pacho Santos estuvo en Todelar. Artunduaga me confesó que Santos quería estar en La X, que quería hablar con nosotros.

Obviamente le dije que no. No existe la posibilidad de que la radio que manejo esté al servicio de alguien que no sea el oyente, así el oyente me tenga que aguantar a mi hablando de música durante 10 minutos, 30 minutos, una hora seguida.

No me considero un buen hombre de radio. Me falta mucho para serlo. Pero todos los días prendo un micrófono pensando qué puedo hacer para que la gente sienta algo. No necesariamente lo prendo para que la gente me escuche — no estoy enamorado de mi voz, como muchos otros en este medio -, pero también estoy convencido de que puedo comunicar algo, una rebeldía, un pensamiento que otros no tienen, una canción que alguien no conoce, una conversación que vale la pena espiar.

Yo aún creo en el espíritu de la radio. Creo a pesar de todo. A pesar de los ataques, a pesar de las envidias, a pesar de las ventas, al mejor postor, al que más plata tenga, para anunciar un producto. Por estas razones, creo que la radio no necesita un día para celebrarse, sino que se celebra a diario.

Y sin embargo, siento también que merecemos la celebración. Que la radio, y en especial la radio musical, merece un día en que podamos decir, aquí dijimos esto, estas canciones pusimos, hemos estado aquí por tanto tiempo. Sin compromisos, sin intereses, sin el deseo más allá de contar una buena historia, de poner un buen disco.

Somos un medio viejo, un medio miedoso, un medio que no propone, un medio sin figuras potenciales, sin figuras presenciales. Un año más sin celebrar el poder de la radio sobre la gente que alguna vez tuvo sobre nosotros.

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Alejandro Marin
Music And Business

Radio Personality in Colombia discussing and analyzing the status of life, tech and music in the internet era. Host of ‘Bilingual Podcast’.