Suicidios frikis (no hay espóileres)

Marcin Wichary Test
mwicharytest testing
4 min readMay 24, 2010

He sido de los que se ha levantado a las seis de la mañana, A LAS SEIS, para ver en directo el último capítulo de Lost y no he sido el único. Al margen de que si ha estado bien o ha estado mal o si le damos una mixed review, los que sois frikis entenderéis muy bien lo que he hecho: ¿qué locura no cometeríais por vuestra película / serie / novela favorita?

En el fondo no sé si me gusta tanto la serie (ni de coña me gusta tanto como «A dos metros bajo tierra», por ejemplo), pero es que toda la parafernalia en torno al final ha venido cargada de misticismo, religiosidad y pía contrición. Talmente una secta. Quicir, independientemente de lo buena o mala que sea la serie y de lo que me guste o no, la sugestión y la masa ha sido fundamental.

  1. Los mensajes que circulaban anoche eran tipo «no voy a poder pegar ojo», «esto es como la noche de reyes cuando era pequeño» o «voy a soltar el chorrito de pipí de la emoción».
  2. La mayoría de los tuiteros con los que más hablo se despidió anoche con un «Lost bless you» y cosas por el estilo en vez del acostumbrado «veros a la mierda».
  3. A las seis o’clock estaba todo el mundo dando los buenos días, con unas ojeras que llegaban al suelo y con el terror y la angustia reflejados en el rostro a la vista del vacío existencial que les dejaría la retransmisión.

En definitiva: nos ha faltado balancearnos para adelante y para atrás susurrando un mantra tipo «por dios, haz que me guste el final, diosito de mi vida, haz que me guste el final, te prometo comprar todos los discos de Wendy Sulca, pero por favor, haz que me guste el final, diosito.»

Tengo que decir que hay que culpar a Cuatro del caos vivido hoy en los servicios de urgencias de nuestro país, que han terminado colapsados en torno a las siete y cuarto de la mañana (sí, «colapsar» significa «producir la destrucción o paralización de un sistema», no «derrumbarse», aviso a terroristas lingüísticos). Es que arresulta de que justo en la mitad de la retransmisión ha fallado la sincronización con los subtítulos y ha habido un momento en que incluso ahí no se ha visto letrero ni medio. Eso ha ocurrido una media hora después del comienzo, más o menos. Es entonces cuando he empezado a oír disparos y los cuerpos de los suicidas lanzándose desde las azoteas de los edificios, con ese chasquido característico que produce el cuerpo del fan incondicional al estamparse contra el suelo justo después de advertir que su vida ha perdido todo sentido, el mismo ruido que cuando te metes un tomatito cherry en la boca y lo aplastas con las muelas. Es el sonido que producen los huesos craneales al separarse dejando salir la material cerebral que termina esparciéndose con la forma de un matorral. El suicidio friki es una acción heroica y el fin último del frikismo contemporáneo, aunque eso haya ocurrido desde que el mundo es mundo, y si no, que se lo digan Yukio Mishima, a Abimelec (véase Libro de los Jueces, capítulo 9, versículo 54) o a Jorge de Burgos durante el incendio de la Biblioteca de la abadía… el primer friki de la historia. Se suicidó por un libro. Oh, Jorge de Burgos, cómo te admiramos.

En cualquier caso: tiene cojones lo de que fallara la emisión y conste que no quito mérito a la cadena y que no me habría puesto en el pellejo de los traductores ni por asomo. Claro que, por otra parte, tampoco hay que poner el grito en el cielo, si estamos acostumbrados a ver las series con unos subtítulos que en ocasiones yo mismo, que no tengo puta la idea de inglés, podría corregir. Que quede claro que he dicho EN OCASIONES y que alabo el trabajo gratuito de subtitular las series en casa, a pedal y con el Google Translate, para que otros las disfruten cómodamente.

En fin, he sobrevivido a la final de Lost, yo podré contar a mis nietos que aquel día yo lo presencié en directo (porque esto es como lo del Apolo 11 y las Torres Gemelas) y que fui uno de ellos. Quizá no les cuente que por una serie de televisión podría hacer un esfuerzo que no hago por mi trabajo y que hacía AÑOS que no me levantaba a esas horas… y más que no confieso porque siento verdadera vergüenza… pero hoy no hubiera podido con AP. Me entran escalofríos de pensarlo.

Pero en estos mismos momentos siento que soy un hombre de mi tiempo.

Que Lost os VENDIGA.

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