¿Cómo se enmarca un Van Gogh?

¿Por qué una de las pinturas más conocidas del mundo está mal enmarcada?

Daniel Brena
POR CIERTO
6 min readOct 31, 2015

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Vincent van Gogh. La habitación en Arles. 1888.

En el Museo Van Gogh, en Ámsterdam, a principios de enero del 2010, dos personas con guantes blancos descolgaron La habitación de Vincent Van Gogh y la llevaron al estudio de restauración. Querían saber qué había pasado con los colores. Ya no coincidían con la manera en que Van Gogh los había descrito a su hermano Theo en una de sus cartas, hace más de ciento veinte años. Los muros «violeta pálido» ahora eran azules. El piso de «tejas rojas» era café.

Van Gogh describió con detalle los colores que utilizaría. Señaló hasta el tono exacto para la cama y las sillas: «el amarillo de la mantequilla fresca». Era igual de específico al describir cómo quería que se enmarcaran sus pinturas. En sus cartas a Theo, Van Gogh le señalaba el tono exacto. Le decía si necesitarían un blanco cremoso o frío. Y explicaba que un marco azul real acentuaría los tonos naranjas de su pintura. Para La habitación, Van Gogh le escribió a Theo que quería enmarcarla de blanco porque no usó blanco en esa pintura.

Boceto para La habitación. Vincent van Gogh. 1890.

El equipo del museo concluyó, meses después, que Van Gogh había pintado con un pigmento inestable: el rojo se había decolorado con la luz. Van Gogh sabía que algunos pigmentos podrían desvanecerse. «Todos los colores que los impresionistas pusieron de moda son inestables», escribió a su hermano en 1888. Y agregó, «eso da más razón para usarlos atrevidamente y a usarlos muy crudos, el tiempo los ablandará demasiado». Van Gogh pensaba que podría compensar aplicando más color. Se equivocó. No sabía que sus colores desaparecerían.

No sabía, por ejemplo, que las rosas rosas, sobre un fondo verde, que pintó en 1890 se volverían blancas. El rojo se esfumó de su pintura. El rojo

Los pétalos eran rosas ahora se ven blancas. Vincent van Gogh. Rosas. 1890.

también desapareció de algunas partes de La habitación. Del violeta de los muros, por ejemplo, solo queda el azul. También ha cambiado el color melocotón del piso, a café. El rojo de la cama sigue igual por qué usó un pigmento diferente y más estable: grana cochilla.

Meses después de descolgar La habitación, el museo concluyó su investigación. Limpió y restauró la pintura. Finalmente, volvieron a colocar el marco dorado que habían removido.

La habitción en Arles en el Museo Van Gogh.

En junio de 2015, le escribí a Ella Hendricks, jefa de restauración del Museo Van Gogh para preguntarle por qué La Habitación no estaba enmarcada de blanco, como había querido Van Gogh. Hendricks me contestó que el marco ya no existía pero que podría verlo en una obra del pintor holandés Isaac Israëls en el Museo Gemeente, en La Haya.

Le escribí al Museo Gemeente. Me enviaron una copia de la imagen llamada Dos mujeres, pintada en 1920. No sabían por qué Israëls había incluido La habitación dentro de su obra.

En la pintura de Israëls, dos mujeres, vestidas de manera elegante con faldas largas y sombreros oscuros, platican sentadas relajadamente sobre sillones. Al fondo, pueden verse las pinturas de Van Gogh: La casa amarilla, enmarcada de dorado y La habitación, de blanco. ¿Cómo habían llegado allí?

Isaac Israëls. Dos mujeres. 1920.

Hendricks, quien había trabajado en la restauración de La habitación me sugirió que contactara a Louis Van Tilborgh, un investigador del Museo Van Gogh que había estudiado los marcos de la colección. Tilborgh me envió un ensayo en el que describió lo que había aprendido:

Van Gogh mandaba sus pinturas a Theo, esperando que pudiera enmarcarlas y venderlas. No está claro si Theo enmarcó las pinturas como quería Van Gogh. En caso de que lo haya hecho, probablemente solo lo hizo con algunas.

Van Gogh murió en 1890. Seis meses después también murió su hermano Theo. Fue entonces que Johanna Van Gogh-Bonger, la viuda de Theo, comenzó a promover y vender sus pinturas. A sugerencia de algunos galeristas, utilizó marcos dorados antiguos. La idea era que los marcos servirían para alinear las pinturas de Van Gogh con obras de arte del pasado (estaba de moda enmarcar así a los impresionistas).

En 1905, Johanna comenzó a dudar que esta fuera la mejor manera de mostrar las pinturas de Van Gogh. Un amigo suyo dijo que: «Es un acto de barbarismo moral poner marcos dorados sobre las telas de Vincent; ese simple, hombre humilde, quien, por modestia, ni siquiera firmaba sus propias telas».

Johanna era amiga del pintor Isaac Israëls — su papá, Jozef Israëls, fue una importante influencia en Van Gogh — y ella fue quien le prestó las obras para que las utilizara en sus pinturas. No se sabe si Theo enmarcó de blanco La habitación o si lo hizo Johanna, pero en 1920, Israëls la pintó así.

En 1931 los marcos cambiaron de nuevo. Johanna había muerto y su hijo V. W. Van Gogh prestó las pinturas al Museo Stedelijk para que formaran parte de sus colección permanente. El museo enmarcó la mayoría de las pinturas con marcos uniformes color madera.

Luego, poco antes de que estallara la Segunda Guerra Mundial, el museo desenmarcó las pinturas y las guardó para protegerlas; colocó tiras delgadas de madera — llamadas marcos de transporte — a las pinturas. Después de la guerra, a V.W. Van Gogh le gustaron tanto los marcos de transporte que le pidió al museo que los dejara así. Fue en este momento que se perdieron los últimos marcos originales.

Cuando el Museo Van Gogh abrió en 1973, dejaron los marcos de transporte. Pero en 1980, decidieron liberar las pinturas de ese «funeral de tercera clase» como alguna vez llamó a los marcos, el pintor y crítico de arte, Kaspar Niehaus. El museo los cambió por marcos dorados del siglo XX, tratando de establecer nuevamente una continuidad entre el arte de los grandes maestros y Van Gogh.

En 1990, bajo una nueva administración, quisieron cambiar los marcos. Esta vez, por marcos planos y pintados, similares al que utilizó Van Gogh en una de sus pinturas (Bodegón con fruta). Pero los marcos se veían semi-modernos y muy planos, y anchos. Los visitantes protestaron y las obras volvieron a enmarcarse con marcos dorados. Los que tienen ahora.

Ella Hendriks retocando La habitación en Arles de Vincent van Gogh.

Mientras investigaba los marcos de Van Gogh, fui a Fábricas de Francia a comprar un regalo para el cumpleaños de mi papá. Después de comprarle una camisa de rayas, subí las escaleras eléctricas al segundo piso. Al recorrer los pasillos me vino a la mente Van Gogh. ¿Qué diría al ver sus colores desaparecidos? ¿Qué pensaría al ver su que su pintura no estaba enmarcada como él quiso? Recordé que en Fábricas vendían algunas pinturas y reproducciones — del tipo para decorar habitaciones de hoteles y consultorios dentales — . Me acerqué para verlas. Entre las decenas de pinturas, encontré una reproducción de La habitación de Van Gogh. Estaba enmarcada de negro.♦

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