I agree to disagree.

Hay cosas que me sacan de onda muy fácilmente. Me confieso una persona intensa y muy apasionada en lo que se refiere a defender lo que pienso, especialmente cuando se trata de hacerlo “luchando” contra cosas, opiniones, personas o ideas que sufren por su falta de lógica.

Hace unos días, estaba trabajando en la filmación de un episodio de un podcast que muy pronto saldrá al aire, con hosts super talentosos y profesionales, junto con invitados que son puntos de referencia en el tema que se estaba tocando en ese momento.

Hubo una discusión muy amena, bonita y a veces intensa sobre el dilema que al parecer plaga a ciertas personas, sobre si el bodybuilding tiene mas mérito que el CrossFit, o si este ultimo ya logró desbancar a “Los Fierros” como el mejor programa de entrenamiento del mundo. En esta conversación se tocaron desde los argumentos mas light al respecto, hasta los que son basados en fundamentos y las 2 muy distintas lineas de pensamiento que estas disciplinas tienen.

Obviamente se necesita mas de 1 hora para poder hablar con suficiente amplitud, espacio de opinión y tiempo real de debate productivo para poder expresar con claridad los diferentes puntos de vista sobre el tema, pero se hizo lo posible para llegar a un punto de balance en cuanto a esto.

Lo que nos hace falta como sociedad

Días después de haber finalizado este episodio, llegué a una conclusión. No tanto sobre el tema que se tocaba, si no sobre lo bonito que son estas discusiones y la falta que hacen en nuestra interacción social. Esto para elevar nuestro conocimiento, y nutrir nuestras diferentes creencias/lineas de pensamiento.

Es increíble que en pleno 2015, dentro de un marco de innovación y avances tecnológicos sin precedentes, todavía se tenga temor de decir lo que se piensa. Por miedo a que se tenga estática, o un feedback negativo de parte de la gente.

Una de las cosas que mas admiro de aquellos que siempre están en el spotlight, ya sea por su contribución an alguna aspecto importante de la vida, o porque son referentes en cuanto a innovación, investigación o búsqueda de respuestas en sus diferentes campos de estudio, es la capacidad que estas personas tienen de defender sus creencias dentro de un marco de respeto, y dialogo frente a la constante intransigencia de una sociedad que cada día se vuelva mas intolerante y irreverentemente irrespetuosa con aquellos que se salen de lo establecido y lo aceptado.

Una de las personas que mas a sufrido de este ataque es Sam Harris. Autor, Neuro-Cientifico, filosofo, y co-fundador y CEO de Project Reason, una fundación si fines de lucro que se dedica a promover la ciencia y valores seculares en un entorno cada dia mas enfocado a valores religiosos. Y que toma estos valores como absolutos, inamovibles y cimientos de verdad moral y social.

Yo soy fan de Mr. Harris porque comparto casi en su totalidad la linea de pensamiento que profesa. Ya que sigo a Sam Harris, me he dado cuenta de que una de las razones por las que ha tenido tanto éxito (aparte de su increíble bagaje y conocimiento) es que él no teme a debatir y conversar sobre su visión de nuestra sociedad. Ha estado en multiples debates, podcasts, programas de television y ha escrito decenas de artículos en los cuales muy cándidamente el toca todos los temas que muy abiertamente el pone a disposición de todos, para ser desmenuzados y analizados.

La diferencia

¡Qué cool! Que alguien que no es parte de un pensamiento aceptado y “mainstream” tenga la capacidad de ponerse a disposición de cualquiera para poder crecer, y nutrirse de lo que todos tienen que decir.

Lástima que esto no sea algo tan común acá en Costa Rica y en Latinoamerica en general. Vivimos en sociedades enclaustradas por el extremismo religioso y social. Acá es un crimen decir que uno no va a la romería, que el Futbol no es nuestro deporte favorito, y que el ser patriota es mucho mas que emborracharse viendo a La Sele, o cualquier otro argumento en contra del pensar popular. Y esto es una de las muchas razones por las que se estamos muy atrás, mundialmente hablando, si nos comparamos con países mas “desarrollados” cuando se habla de el conocimiento que el ciudadano promedio tiene.

Y acá no se esta diciendo que uno tiene verdades absolutas. O que uno es una enciclopedia parlante con todas las respuestas. Pero se busca, se estudia, se nutre la mente al igual que hay que nutrir el cuerpo.

De ahi la necesidad de el poder conversar, debatir y poder preguntar: “¿Por qué piensan y pienso esto?”, “¿En qué basas tus argumentos?”, “Por qué voy a aceptar lo que vos decís como verdad?”, “Tengo evidencias para esto?”.

Y esto debe aplicarse a la religión, el CrossFit, el Futbol, la política y todos los aspectos que nos unen como sociedad.

Conclusión

De todo corazón los insto a conocer más. Uno puede aprender cosas geniales de las personas mas inesperadas. La vida nos ha demostrado una, y otra vez, que las mayores catástrofes sociales en la historia de la humanidad, han venido de la mano de las personas que profesan tener una verdad absoluta. Pregunten. Lean, discutan, hagan berrinche. Enójense por unas horas con su mejor amigo porque se agarraron por teléfono hablando del presidente! Todo esto mantiene al cerebro funcionando y evolucionando. Aparte de que te separa de la mayoría de las personas que se estancaron en un pozo de conformismo y mediocridad.

El mundo es de aquellos que vieron mas allá de lo que había en su momento. Y lograron generar cambios, defendiendo sus puntos de vista incluso poniendo en peligro sus reputaciones. Busquemos a aquellos que quieren ser parte de un cambio. Hay personas acá en Costa Rica que quieren ser punta de lanza de este movimiento, basado en la innovación y la constante búsqueda de mejorar nuestras condiciones. Busquémoslas/los! Ayudemos! Y seamos parte de una generación tolerante, que busca surgir de las cenizas de los pensamientos antediluvianos, que virulentamente tratan de amarrarnos en una época mediocre, apática e insulsa.

No seamos una estadística más! No abanderemos la simplicidad en masa. Hay que alejarse de lo generico y plástico, y buscar aquello que nos fuerza a pensar, y a cuestionar lo que ya creemos.

“I know of no society in human history that ever suffered because its people became too desirous of evidence in support of their core beliefs.”

-Sam Harris, Letter to a Christian Nation-

Pura Vida!