Reseña

La obra póstuma del eterno decano de la Facultad de Comunicación

Redacción Nexos
Nexos Multimedia
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5 min readMar 19, 2021

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Presentación de la segunda edición del texto en la Feria del Libro de la Habana, en el año 2015. Foto tomada de Cubaperiodistas

Por Penélope Orozco Ortega

Inmersos en la apasionante labor de contar historias y delinear los complejos procesos que encarnan al resto de los sectores de la sociedad, pocas veces los periodistas se detienen a meditar en temas como la censura y la existencia de las mediaciones, en cuanto a la labor periodística, en un sistema político como el nuestro. No resulta frecuente que se razone, con sistematicidad, por los cronistas en ejercicio, en torno a temáticas tan necesarias. Por ello, es de agradecer la salida a la luz de un texto como Revolución, Socialismo, Periodismo: La prensa y los periodistas cubanos ante el siglo XXI, obra póstuma del eterno decano de la Facultad de Comunicación, Julio García Luis.

Nexos Multimedia te invita a convertir este texto en uno de esos imprescindibles para afrontar todo debate necesario sobre la prensa y sus retos en la Cuba que hoy tenemos y la que vendrá.

El autor participó en las luchas estudiantiles contra la dictadura de Batista y al triunfar la Revolución en 1959 se graduó como Maestro Normalista y vistió el uniforme de miliciano. Estuvo también entre los movilizados para combatir en Playa Girón y en los días de la Crisis de Octubre, fue alfabetizador, maestro voluntario, corresponsal de guerra, esplendoroso editorialista y cronista del diario Granma, Trabajadores y otros medios de prensa cubanos, Presidente de la Unión de Periodistas de Cuba entre 1986 y 1993, Decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana y docente de varias generaciones.

En 2004 obtuvo el grado de Doctor en Ciencias de la Comunicación, y en 2010 recibió el Premio Nacional de Periodismo José Martí Por la Obra de la Vida. Como autor o compilador se le deben varios textos para la enseñanza de la profesión a la que dedicó su vida. es su libro póstumo.

La obra Revolución, socialismo, periodismo, se levanta sobre una monumental investigación con la que él se doctoró en Ciencias de la Comunicación, y desde entonces, según entendidos en el tema como Rosa Miriam Elizalde, no hay en la Academia quien investigue la prensa cubana del último medio siglo sin pasar primero por la “tesis de Julio”, donde ya está dicho todo o casi todo lo que hay que saber cómo punto de partida.

Es un libro muy avanzado para su tiempo, muy atrevido y visionario; aun cuando, como bien dice Julio en su introducción, fue un texto tardío. Es un volumen que dice muchas verdades, nosotros tenemos que vivir a diario dentro del periodismo con esas verdades. El texto denuncia también la censura y la existencia de las mediaciones. Insista, además, que los medios de comunicación deben ser similares a las sociedades, pues cuando estos van por un lado y la sociedad por otro, los individuos deciden excluir a esos medios de sus vidas.

Según Julio García Luis, si nuestras sociedades cambiaron tanto no debe permitirse la tenencia de programas con el mismo formato de hace 20 años. Tiene que existir una correspondencia entre los cambios sociales y los cambios que se manifiestan a nivel del sistema comunicacional y que expresan los medios de comunicación.

Entre las cosas más llamativas de esta propuesta, está la interrogante que se hace Julio acerca de ¿qué hacer con la mediación estatal y la mediación partidista dentro de la prensa cubana? Debido a la complejidad de nuestro sistema social y mediático, Julio recalca con sus palabras la necesidad de aprender a articular esas mediaciones en el quehacer diario. Se trata de un dilema mediática, de un dilema de comunicación en medio de un sistema socialista con propiedad estatal y, además, con la referencia del Partido Comunista de Cuba.

Julio junto a Fidel

Este libro, revisado por él poco antes del infarto que nos lo arrebató, en enero de 2012, recupera además el olvidado acento del periodista cubano y su dignidad, resucita y vigoriza las opiniones morales y políticas que nos apenan, y vuelve como reportero para situarnos ante el horizonte científico y social de una profesión sin el cual no se puede hablar de futuro. En un contexto en el que se “desdibujan los referentes doctrinales y en el que impera la acumulación de saberes desordenados”, Julio ayuda a definir moldes, establecer ideas, distinguir entre la verdad y la mentira.

El volumen no solo refleja la parte académica, sino que también tiene mucho de praxis. Esta obra del “eterno decano de la facultad de Comunicación”, es de consulta obligada si queremos hacer cada día un periodismo más parecido a nuestro tiempo. Clásico imprescindible y necesario a la hora de abordar cualquier debate responsable sobre la prensa cubana y sus desafíos en el nuevo contexto político, económico y social, García Luis parte de su vasta experiencia en el campo de la comunicación para señalar caminos posibles.

El esposo de Nadia y el padre de Laura y Beatriz, el ser humano que hizo de la norma del deber una norma cotidiana, dejó como memoria en este libro la certeza del periodismo como servicio colectivo, espacio de dignidad y lugar para comprender al otro. Se trata de una obra mayúscula escrita para ser entendida por todos y para, entre todos, encontrar remedios a los graves problemas de la prensa en Cuba, que tienen explicaciones históricas y soluciones que no pueden seguir siendo postergadas.

Sin embargo, cuando leas estas páginas, no olvides el hecho quizás más importante: se reconoce aquí un modelo de comunicación pública para Cuba, una teoría original de lo que podría ser la prensa en el socialismo, y un paradigma de periodista. Julio García Luis, por tanto, no fue cualquier patrimonio en el horizonte del IX Congreso de la UPEC, donde se publica la primera edición de Revolución, socialismo y periodismo. Julio es un patrimonio admirable: el nuestro.

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