Declaración de Intenciones
Hay cosas en las que sólo piensas a altas horas de la madrugada.
Entre oveja y oveja.
En ese momento en el que, al fin, la cama es tuya. Pero tu “yo” interior no quiere dormirse al instante, y se pone a pensar en mil cosas…
Cosas serias, divertidas, ingeniosas, absurdas, trascendentales… o puede que no, puede que sólo sean cosas simples, pero estarás pensando en ellas mientras las ovejas sigan saltando la valla, sabiendo que están condenadas a ser olvidadas.
Puede que incluso desarrolles impresionantes teorías, teorías que no llegarás a terminar, pues de repente la última oveja salta y tus ojos, de un pestañeo, te teletransportan al día siguiente…
Y esto se repite noche tras noche.
Hasta que salte la última oveja.