Miedo a no tener miedo

¿Qué es el miedo? ¿Es una sensación? ¿Es un impulso?

¿Cual es el mayor de tus miedos?

Sería fácil hacer una lista de cosas que te asustan. Una sucesión de miedos que convergen a un miedo aún mayor.

Miedo a que te quiten lo que tanto te ha costado conseguir. Miedo a perder tu trabajo y quedarte sin dinero, sin comer. Miedo a no poder volver a ver a tu familia. Miedo a tener que tomar una decisión u otra. Miedo a no sentirte seguro en tu casa. Y miedo a quedarte sin esa casa. Miedo a no poder conseguir algo. Y miedo a perderlo después. Miedo a tener miedo. Miedo a morir. A vivir. Miedo.

Pero lo que más miedo da, es que algo deje de darte miedo. ¿Por qué? ¿Por superarlo?

No. Justo al contrario.

Miedo es tener que decidir entre dos opciones que te dan miedo. Tener tantos “miedos”, que alguno de ellos deje de considerarse como tal.

La muerte es algo que nos asusta, sí. Una barrera que todos cruzaremos alguna vez. Sin saber cuando. Sin saber que habrá después. Pensándolo así, con tantas incógnitas, es normal sentirse asustado y tener miedo a la muerte.

Puedes tener miedo al agua, pero dejarás de tenerlo cuando tengas más miedo a quedarte en tierra. Dejarás de tener miedo a no poder pagar tu casa cuando sepas que puede saltar por los aires en cualquier momento. Y ese miedo no se ha superado. Se ha vuelto insignificante ante un miedo mayor.

Y esto da más miedo aún.

Cuando te asusta vivir, cuando te asusta morir, ya no te da miedo no tener trabajo, ni casa.

Eso es el MIEDO, eso es que algo te asuste, y no el encontrarte una cucaracha pataleando boca abajo en mitad del suelo de la cocina.