ParlaU
Delirio de frustración en una buseta
En el 2015 leí sobre CRIMUN, una emulación de las sesiones de Naciones Unidas, que prometía ser un espacio sumamente interesante, clave para quienes nos interesa discutir temas sociales y hablar de problemáticas y soluciones que tienen amplio alcance; es con ese preámbulo sobre el evento y conociendo de una multidisciplinaria delegación del TEC, que me sentí movido a aplicar y posteriormente se me permitió participar en este evento que reunía representaciones de todo el país.
Era un fin de semana completo, 3 días en un evento a puertas cerradas en San José, donde era requisito necesario llevar vasto conocimiento sobre un país en ciertos temas, de acuerdo a la comisión y país asignado. Se me designó Burkina Faso en la comisión de Económicos. Fue bastante interesante conocer sobre política económica internacional y llegar a un espacio a discutir con alrededor de 50 personas que representaban otra serie de países alrededor del mundo.
En mi valoración personal la decepción llegó al contrastar lo esperado versus lo encontrado, esto luego del primer día, donde pude visualizar que en la comisión que me correspondió — posteriormente corroboramos fue así en el evento en general — la dinámica estaba enfocada en llevar hermosos discursos, exponerlos en un corto tiempo de manera fluida y poner un tema de discusión para hacer otro discurso y exponerlo de igual forma de la manera más fluida y perfecta pronunciación posible.
A nivel de oratoria esto está muy bien y en ese sentido lo vi como una buena experiencia, sin embargo partiendo de la inquietud que llevaba a nivel individual por debatir temas del mundo y conocer puntos de vista y criterios diversos y opuestos a los planteamientos, más allá de la perfección para exponer las palabras, fue en este sentido que el CRIMUN ya me debía como espacio crítico de discusión, y era una competición de oratoria de jóvenes de secundaria, en su gran mayoría colegios privados a lo largo del país y una delegación del TEC, la cual tenía la misma perspectiva de falta de criticidad del espacio apuntada en el espacio anterior.
Tuvimos fuerte interés en desistir de la participación en la actividad los dos días siguientes, y movidos por el costo económico que nos correspondía adquirir si desistíamos de continuar en el evento posterior al compromiso que habíamos adquirido, fue que aceptamos y a nivel personal interioricé la necesidad de continuar en el espacio independientemente del contraste de teoría versus práctica encontrado.
Participar los 3 días en CRIMUN al final en algún sentido resultó positivo; me esforcé enormemente, por aún en esas condiciones hacer una buena representación de nuestra institución, lo que me valió una “Honor Mention” o mención de honor de la participación realizada, y pude generar una enorme lista de observaciones a la organización con el fin de estimular la participación crítica en el espacio, además de una serie de valoraciones y meditaciones que me dediqué a filosofar a nivel personal.
Dentro de este análisis interno que realizaba, en el camino de regreso a casa reconocí la importancia de unir jóvenes en espacios para tratar temas, comenté el potencial que tiene un espacio como estos si se abordara de manera más crítica y tal vez ahí fue donde traje a mi luz una pregunta que valió para sacar de ella muchas ideas conexas:
Si tenemos un país con 7 provincias, 81 cantones y cientos y cientos de problemas de toda índole, ¿porqué como jóvenes no nos sentamos a hablar primero de los problemas que tenemos en casa y luego podemos hablar de los problemas que tenemos como comunidad mundial?
Posterior a este “descargo de pasiones” pasé a decir: ¿porqué antes de hacer otro CRIMUN no hacemos una Asamblea Legislativa para hablar temas de realidad nacional y apuntar a situaciones que afectan más directamente a nuestra realidad como país? y en vez de hacerlo con estudiantes de secundaria de colegios privados, mejor procuramos hacerlo con estudiantes de Universidades Públicas que compartamos una realidad académica y entorno social en algún sentido similar. Recuerdo estos planeamientos fueron bien acogidos, veo la cara de Roy y Mariana — compañeros de la delegación TEC — consintiendo este comentario, alimentándolo y apuntando a que era realizable.
ParlaU es el fruto de esa “conversación de buseta”, de esa insatisfacción por la experiencia que dejó CRIMUN, de esa expresión de inconformidades, de esa búsqueda de plantear algo mejor a lo experimentado, y sin duda de la visión que le supo y ha sabido dar el actual Consejo Ejecutivo de nuestra FEITEC y la comisión encargada de haber ido dándole forma.
Hoy como miembro representante de nuestra bancada de 9 diputados que representamos al TEC en la Asamblea Legislativa y en el trabajo parlamentario, no tengo más sensación que satisfacción y orgullo al mirar atrás y rescatar una lección de vida importante presente muchas veces en distintas situaciones, el como de una situación en principio desfavorable, se puede abrir el camino a grandes y maravillosas cosas, siempre que se vean las situaciones vividas en oportunidades para inventar algo, más que quedarse en críticas vacías. ParlaU sin duda tendrá resultados muy positivos y se replicará periódicamente asegurando una pluralidad en la participación y una formación política crítica, una generación de sensibilidad social y capacidad de resolución de problemas en nosotros como jóvenes universitarios futuros profesionales de este país.
Henry Alfaro es estudiante de Administración de Empresas sede Cartago, ex Secretario General de ASOAE, actual participante activo del movimiento estudiantil.
