¿Por qué ‘Conoce a Luisa’ no fue tan gracioso después de todo?

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5 min readMar 10, 2016

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Publicada en ESTUDIANTES TEC, el 8 de marzo del 2016.

Esta semana aún no termina y en el TEC ya se han generado diferentes discusiones al respecto del Día de la Mujer y a lo que esta conmemoración representa, desde una imagen controversial o una publicación humorosa, hasta la convocatoria de un foro abierto a las afueras del comedor estudiantil.

El pasado 8 de marzo se celebró el Día Internacional de la Mujer. Toda una serie de artículos analizando la historia pasada y presente de las mujeres bombardeó el internet. Sin embargo aunque unas publicaciones fueran más entusiastas que otras, algo siempre queda claro en el trasfondo del tema, nuestro avance en el tema de equidad no es tan sustancial como creíamos.

Un vistazo al video publicado en diferentes idiomas por la Federación Internacional de Derechos Humanos, nos lo muestra clara y sencillamente:

Video publicado por la página de FIDH — International Federation for Human Rights en Facebook el 8 de marzo del 2016.

Sin embargo, algunos de los problemas expuestos en el video parecen escapar de la realidad costarricense, al menos de la realidad que muchos estudiantes del TEC presencian a su alrededor. ¿Y cuál es esa realidad?. Tal y como lo expone el video, las mujeres llamadas afortunadas son aquellas que logran estudiar, trabajar y vivir en lo que podría llamarse igualdad de oportunidades.

El TEC en sus reglamentos provee esa igualdad de oportunidades, no hay motivo burocrático por el cual una mujer no pueda ingresar a una carrera y tampoco hay motivo por el cual no pueda recibir su título al término de esta. Hoy, hay gran cantidad de altos mandos ocupados por mujeres en la institución y miles de estudiantes y egresadas mujeres sobresalen como ingenieras.

Sin embargo el TEC no es una burbuja aislada del mundo que le rodea. Y pensar que los estereotipos y la violencia de género, no están presentes en el campus solo por que hay igualdad de oportunidades en los reglamentos de la institución, es similar a considerar que es posible detener el viento con las manos.

Datos proporcionados por la Oficina de Equidad de Género muestran cifras preocupantes acerca de los casos que han atendido en el período comprendido entre el 2010 al 2015:

El tipo de caso más común reportado fue el de hostigamiento sexual, seguido por violencia de pareja.

Adicionalmente en la página de la Oficina de Equidad de Género en el sitio web del TEC, se menciona que durante el estudio realizado entre 2012 y 2013, la mayoría de denuncias presentadas eran de mujeres estudiantes hacia profesores, pero que también existían casos donde la denuncia era hacia otro estudiante.

Esta última problemática no es sorpresa a nivel social, desde nuestros padres, hemos escuchado historias sobre este tipo de situación. Pero cómo es posible que aún se presente y no sutilmente, en ocasiones, es tan claro que pareciera ficticio.

Según el testimonio de una estudiante entrevistada, en uno de los cursos a los que asiste este semestre el profesor no tiene reparo en evidenciar su preferencia por estudiantes “atractivas”.

Cuando un hombre realiza una consulta en clase, habitualmente su respuesta es de investigar por su cuenta la materia vista. Pero ante una consulta similar — en ocasiones idéntica- realizada por una mujer (de cierto físico mencionado anteriormente), el profesor procede sin reparo a explicar con detenimiento el ejercicio o problema en cuestión.

Este tipo de conductas aunque parezcan habituales, o a veces inofensivas, son precisamente las que fomentan los estereotipos de género. Esa mujer que fue “beneficiada” sin culpa propia, por la atención del profesor, podría ser luego desestimada por sus logros académicos en el curso, ya que otros le podrían atribuir eso a su físico y no a su capacidad intelectual.

Esa misma mujer podría ser luego acosada por otro estudiante, tal vez del TEC, que posea intenciones ocultas, como este:

Tomado de ESTUDIANTES TEC y publicado el 7 de marzo del 2016.

Y solo para continuar ilustrando el panorama, esa misma mujer saldrá del campus donde estudie, solo para encontrar más de lo mismo, pero de gravedad mucho mayor, en las calles de nuestra querida Costa Rica. Donde ahí sí, se le diga directamente todas las frases, que sus compañeros o profesores, se abstuvieron de decir pero no de pensar, ni de insinuar.

Y esta es precisamente la realidad del estudiante en el TEC. En el campus no se oyen “piropos”, ni chiflidos en los corredores cuando pasa una compañera, los profesores no exponen sus ideales machistas en plena clase (tradicionalmente).

La realidad del TEC es mucho más refinada que eso y por esta razón una imagen como Conoce a Luisa no puede ser tomada como un simple chiste, porque trae consigo un sinfín de anécdotas donde la violencia de género pasó de ser un problema real a ser un asunto ajeno, un objeto de burla.

Natalia Jiménez Cabezas, estudiante de Licenciatura en Electrónica del TEC Cartago.

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Estudiante Ing. Electrónica, en el ITCR de Cartago, Costa Rica.