Mentalidad del tester

Esta imagen es perfecta para introducir el tema, dice mucho ¡Y lo sabes!

Si te preguntaran ¿Cuál es la principal diferencia entre un tester y un programador?, además de la diferencia obvia; el programador diseña y construye un producto y el tester verifica, valida, encuentra defectos en el mismo ¿Qué responderías?

Te diría que, una, es la habilidad de pensar que algo puede salir mal. Y no por ser el “pájaro de mal agüero” si no porque el tester inyecta la curiosidad de saber que pasa si: “toco aquí y allá, si escribo esto y no aquello”; haciendo preguntas que tal vez nadie ha hecho y pueden sonar “rebuscadas”. Además el programador tiene el sesgo de confirmación que le dificultará ver los errores en lo propio.

El pensamiento crítico es una habilidad que también distingue al tester y se debe ir cultivando y desarrollando. Y no se trata de llevar la contraria por hacerlo, nuestro fin es siempre ir de la mano con todo el equipo, comprometidos en entregar un producto de calidad y en hacer la experiencia del usuario lo mejor posible.

Cómo mencioné antes el programador tiene el sesgo de confirmación, y no sólo le impide ser juez y parte a la hora de validar también le crea “conexión” con lo programado con su conocimiento y esfuerzo; esto hace que cualquier observación pueda ser tomada cómo una crítica de connotación personal. En muchas ocasiones el testing es visto cómo una actividad destructiva, aunque aporte mucho al progreso de cualquier proyecto y a su calidad.

El testing no se trata sólo de encontrar errores y mostrarlos, el testing busca asegurar que el proceso completo de desarrollo se haga con calidad y es importante siempre dejarlo claro al equipo. Que estamos enfocados en el mismo objetivo global, que somos parte de la solución y no del problema.

Empatía

La empatía con el cliente inicia desde que te pones en su posición y te involucras de lleno con sus procesos y productos; abriendo nuestros sentidos a cada detalle, observando, averiguando, conociendo el negocio, proponiendo oportunidades de mejora. Asumís que el objetivo es un producto usable, que le facilite la vida y haga lo que él espera y hasta un poquito más: que sea un cliente feliz.

La empatía con el equipo de trabajo es vital para mantener el objetivo de calidad no sólo en el producto, además en el proceso. Conforme vamos trabajando vamos conociendo más de las personas con las que trabajamos: sus actitudes, aptitudes y cómo se relacionan. Creamos relaciones fuertes en el equipo. No somos robots y esto es parte de la esencia humana y del trabajo en equipo. Y es aquí dónde entra otra habilidad importante para un tester: saber comunicar; y no sólo la debemos usar en el qué comunicamos, si no el cómo. La empatía ayuda mucho a lograrlo con éxito.

Al ser humanos, no siempre los ánimos individuales van a ser los más óptimos o en el equipo la comunicación fluirá a cómo esperamos. Es el desafío que cómo tester nos toca asumir; comunicar los resultados de pruebas en un tono neutro evitando la crítica personal enfocados en que estamos buscando la mejor solución y empatizar nos hará reflexionar antes en cómo se sienten los otros y las razones que podrían hacer tomen a mal cierta información.

Estas habilidades se van desarrollando conforme vas ganando experiencia, pero también puedes pedir ayuda, leer, hablar con otras personas; y no digo que sólo con otros tester porque de todas las personas podemos obtener algo que va abonando a agudizar estas habilidades. El testing es cómo un proceso social, para potenciarte en un proyecto se necesita más que conocer herramientas, programar o escribir casos de prueba.

Las pruebas están en tu cabeza y es ahí dónde debes comenzar a estudiar y practicar para lograr pruebas con mayor alcance. Coméntame cómo desarrollaste tú, la mentalidad de tester.