Brindis de Vernon L. Smith

En el banquete ofrecido a los Premios Nobel 

Humberto Martínez
Nobel Prizes

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Nota del traductor

La que sigue es una traducción propia del breve discurso que dió el economista Vernon Smith en el banquete que el banco suizo ofrece a los ganadores del Premio Nobel, y que considero uno de los mejores por su puntualidad, brevedad y contenido. Dicha traducción la he hecho con fines divulgativos y no lucrativos, al final se encuentra el enlace al discurso original en inglés. Si quieres utilizar la traducción o parte de ella con algún fin (no lucrativo) puedes hacerlo, pero por favor enlaza esta publicación y la original en caso de que decidas ocuparla.

Vernon Smith en su discurso de Banquete. Copyright © Nobel Media Photo: Hans Mehli

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Brindis

Yo deseo celebrar:

  • A la Familia Real, por su gracia y encanto en esta magnífica afirmación de la dignidad de la humanidad.
  • A Daniel Kahneman, por su ingenuidad en el estudio y entendimiento de la decisión humana y sus procesos cognitivos asociados, demostrando que la lógica de la elección y la ecología de la elección pueden ser divergentes.
  • A la influencia pionera de Sidney Siegel, Amos Tversky, Martin Shubik, y Charles Plott en el movimiento intelectual que culminó en el premio a las ciencias económicas 2002.
  • A la creación emergente más significativa de la humanidad: los mercados.
  • A Mandeville quién dijo: “El peor de toda la multitud hizo algo por el bien común.”
  • A los antiguos Mandamientos Judíos: No robarás ni codiciarás las posesiones del vecino, los cuales proveen a los mercados las bases del derecho de propiedad, y previenen de que a la mezquina envidia distributiva no debe permitírsele destruirlas. Tampoco cometerás homicidio, adulterio ni darás falso testimonio, los cuales proporcionan las bases para el intercambio social cohesivo.
  • A David Hume, quién declaró las tres leyes de la naturaleza humana: El derecho de posesión, su transferencia por consentimiento, y el cumplimiento de las promesas, y enseñó que las reglas de la moralidad no son los fines últimos de la razón.
  • A F. A. Hayek por enseñarnos que un economista que sólo es un economista no puede ser un buen economista; que una ciencia social fructífera debe ser, ampliamente, el estudio de lo que no es; que la razón usada apropiadamente reconoce sus propias limitaciones; que la civilización descansa en el hecho de que todos nos beneficiamos del conocimiento que no poseemos (como individuos).
  • A Benjamín Franklin, quién dijo “Dime y olvidare, enséñame y recordaré, envuélveme y aprenderé.”
  • Y a Kahil Gibran quién nos recuerda que el trabajo es amor hecho visible.

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PDT: Si te interesa una traducción de algún otro nobel de economía (o de otros) o algún artículo sobre economía en inglés, coméntamelo y si tengo el tiempo lo traduzco.

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