Episodio 2: Conviértete en lo que eres
Plantando semillas en lo invisible
He estado viendo muchas series últimamente gracias a una suscripción prestada de Netflix y a la necesidad de una investigación de mercado. El auge de este on demand no es objeto de mi estudio pero su éxito es fácil de deducir: gran experiencia de usuario, primordialmente fácil y accesible desde lo tecno-económico y su contenido original está maravillosamente bien escrito. Esa es una pista que debería retomar la industria del cine si quiere salvarse del hundimiento. Una pista sencilla y obvia como el tamaño de la madera en la que flotaba Leo Di Caprio después del Titanic. ¡Son las historias, estúpido!
Fact: Si la experiencia cinematográfica es replicable en mi casa, seguramente me quedaré en mi casa. El diseño de experiencia al servicio del usuario, primero. Y cualquier on Demand, lo sabe. ¿Dónde quedó la magia del cine?
Ahora las historias…
Historias entramadas de una manera que hace que no puedas sentarte dos horas en una sala a oscuras pero puedas ver 7 capítulos seguidos de House of Cards. Ellos están ganando la guerra por la atención y también lo saben. Hay una fascinante arquitectura en esa forma de crear historias y podría seguir sin parar hablando de esto. Pero esta conversación atrasa años y a la vez es tan vital que asusta.
Noticia de Hoy en la previa del Festival de Cannes. Why Cannes Is Giving Amazon (and Not Netflix) So Much Love . Si esto me lo creo yo o vos ponele que está bien. Pero viniendo de un Festival de Cine Clase A como Cannes, me da ternura. ¿Amazon ama el cine y Netflix es parte de la Liga de Asesinos? ¿Realmente podemos entender el mundo, la industria y la realidad de un manera tan simplista como polarizada?
¿Qué es ser escritor, guionista, cineasta, director….hoy? ¿Y quién tiene la culpa?
Aquí la cosa se pone un poco más oscura. ¿Primer punto de giro? ¿Qué era eso?
Las Universidades no enseñan cine. Enseñan Latín. Enseñan un cine muerto, fabuloso como entretenimiento de entre casa. Como pinchar mariposas en un marco o meter barcos en botellitas.
Enseñan un cine desconectado de la industria, rígido, que se acaba al borde de una pantalla, que nos deja sin dinero en distribución y que no invierte un centavo en desarrollo. Un cine que olvida que su creación es parte vital de la ciencia y la tecnología y que su lenguaje audiovisual no es una foto con intertítulos. Un cine que poco busca comprender como su lenguaje puede evolucionar y cómo en realidad ya deberíamos dejar de hablar de cine y volver a hablar de historias.
Todo suena cursi, lo se.Desgastamos el lenguaje hasta los límites de lo posible.
Cada vez que me encuentro en la posición de trabajar narrativa transmedia, hablar de arquitectura narrativa no lineal frente a estudiantes universitarios me encuentro con cosas que me hacen temblar como Los Angeles.
“Joseph Campbell era un tipo que te decía como hacer una película de Superheroes”
“La estructura de tres actos es algo que te sirve para hacer películas como las de Hollywood”
(Textual- Alumnos de Ultimo año/Tesis de carrera universitaria audiovisual)
¿Tan poco profunda es nuestra narrativa? Hablar de no linealidad con estos cimientos es hablar del Big Bang antes de sumar y restar. Estos chicos viven sumergidos en la no linealidad y el crecimiento exponencial. Sí, claro. Pero ¿somos conscientes que necesitan las herramientas para conceptualizarlo y crearlo=
Que yo sepa nadar no significa que tenga la habilidad de construir una piscina.
Ya lo de Nativo Digital no dice nada. Es cómo hablar de “la autopista informática”. Admitámoslo y sigamos adelante.
Desde las instituciones, muchas veces la cuestión no cambia mucho. Se agrava ante la falta de voluntad para entender el fenómeno que los ocupa.
“creemos que con un buen guión el film termina en buen puerto”
No necesariamente. La ejecución es vital. Pero si no hay una buena historia, bien contada, la ejecución son fuegos artificiales.
Hoy todo es forma-contenido-formato-estructura, una gran masa sin fronteras que hacen a un storytelling diferente que requiere nuevos creadores, nuevos profesores, nuevos críticos, nuevas leyes, nuevas empresas, nuevos festivales y nuevas instituciones.
La audiencia ya cambió. Hace rato.
Entonces entendamos, que por desconocimiento, negocio o falta de voluntad, una industria que dice que “lo importante es el guión” pero paga centavos a sus guionistas, los forma con atraso y cuyas instituciones no invierten en desarrollo y no foguean a proyectos en la industria cuando son seleccionados, no es una industria que querramos. Están vendiendo estampillas cuando el mundo ya casi ni envía mails. Están peléandose en Cannes creyéndo que el cine es Amazon y no Netflix y otras tantas discusiones vanas y tiernas que podríamos despedazar como charla de sobremesa.
El año pasado Cannes como institución, peleaba en contra de la selfie y de los zapatos ballerina o chatitas, porqué ellos creían que ser “fememina” para la Fiesta del Cine era usar tacos altos en su red carpet. Su estricto código de vestuario dejó sin entrar a varias chicas y señoras, muy chic y bien vestidas que usaban zapatos bajitos.
Sí, risas. O llanto, insertar aquí a discreción.
Y Twitter respondió. Y ahí fue primer viaje virtual a Cannes, sacándome una foto en zapatillas que me puso en el HuffPost, The Guardian y en Instyle al mismo tiempo. ¡Hola mamá! Y a la vez, recibiendo todo el odio de gente que me había visto dos días atrás y decía “¿Cómo se te ocurre ir a Cannes en zapatillas?”, pensando que realmente había ido al red carpet con mis Nike de escalada. Sin entender que esa foto había sido sacada en mi casa, con las zapatillas que tenía puestas y el vestido del casamiento de mi prima (que definitivamente hubiese usado para ir a una red carpet francesa).
Sin entender que lo que pasaba ahí, poquísimo tenía que ver con los zapatos, sino con la conciencia de red y con la diversidad de una industria que cree que las mujeres son Chicas Bond hechas y derechas, creadas para responder “Who are you wearing tonight?”
La construcción de la realidad, amigos, así como la construcción de una industria, es más compleja de lo que creemos y está aún más en pañales de lo que quisiéramos.
Entonces, ¿Qué precisamos? Primero hablar de estas cosas.
Repensar quiénes somos cómo creadores. ¿Qué significa ser autor? ¿Qué significa el éxito de una historia? Pensar cómo nos construímos en un mundo audiovisual que se desarma. ¿Qué significa ser narrador, experienciador y hacker de un sistema?¿Qué herramientas tenemos para una historia actualizable y presente? ¿Cómo profundizamos un sistema narrativo en distintas capas y aprendemos de la novedad?¿ Cómo armamos equipos, redes y validación, valga la redundancia mucho más válida que la actual? ¿Cómo dejamos de pensar que un productor transmedia es un “muchachito que quiere hacer de todo un videojuego” y comenzamos a entender que narrador transmedia, es simplemente un creador en sintonía con las historias del hoy. Un super heroe que puede doblar tiempo y espacio y estar en dos lugares al mismo tiempo. Alguien que quiere contar historias y que no le pregunten por la marca de sus dolorosos stilettos.
Seguí todo el diario de No viaje en Facebook y el resto de las redes sociales @SeirenFilms
Escribime a MLaura@seirenfilms.com y sabe que te voy a responder descalza y que sólo uso antifaz, cuando quiero robar el cine del museo.
M.Laura Ruggiero. Productora Transmedia. StoryHacker.
Episodio 1 No Fui a Cannes,un diario de no-viaje al mejor lugar del mundo.
