Mi jornada en proyectos de desarrollo internacional

y continúa…

Mafe Guzman
NomadLab
Published in
5 min readSep 19, 2016

--

Desde pequeña he sentido una pasión por ayudar a otros. Fui a una escuela de sólo mujeres del OPUS DEI, donde el servicio a la comunidad se no fue inculcado desde muy chiquitas. Recuerdo ir muchas navidades al hospital San Juan de Dios en Caracas, y cantar villancicos a los pacientes al son del cuatro venezolano y los tambores para dar un toque de alegría a la víspera navideña. Lo hacíamos con mucho entusiasmo y nos preparábamos semanas para ello. También recuerdo ir a un centro de atención para personas que sufrían de lepra. La verdad fue muy impactante ya que mi noción acerca de ésta condición era vaga y más aun siendo tan pequeña. También recuerdo ir a los ancianatos y disfrutar las historias de los mayores “de cuando la dictadura de Perez Jiménez.” La experiencia que más lleno fue la casa en la guaira fundada por la madre Teresa de Calcuta. allí, las condiciones en las que los niños abandonados vivían no eran las mejores, pero las monjas hacían todo lo posible para brindarles los mejor. El problema, como en muchos países latinoamericanos, era la falta de recursos para poder brindar suficiente apoyo a los niños. Unos estaban desnutridos, otros tenían microcefalia, otros simplemente habían sido abandonados por sus padres, y otros sufrían de alguna otra condición o enfermedad. A pesar de no tener suficiente edad como para entender todo, fue aquí cuando supe que mi carrera “cuando fuese grande” iba a ser relacionada a ayuda humanitaria o relacionada a proyectos sociales en países en desarrollo, siempre teniendo a Venezuela en mente. Recuerdo llegar a casa de mi mejor amiga, las dos muy tristes, sin poder almorzar. Sentía cierta culpa y no entendía como yo podía ser tan afortunada y con tantos privilegios. También recuerdo impresionarme de la felicidad de los niños al nosotros cantarles y darles compañía. Simplemente sentí la necesidad de literal “cambiar el mundo”

Hoy, después de haber estudiado relaciones internacionales en EUA y trabajar en varias y reconocidas ONGs, sigo sin poder lograr ese impacto en la vida de otros, esa que tanto he pensado y he estudiado. En estos momentos estoy realizando un posgrado en prácticas de desarrollo internacional. Aquí estudiamos las teorías de desarrollo, por qué no han funcionado, por qué si hay tanto dinero invertido en países en desarrollo por qué no han salido de la pobreza. Aquí también aprendemos técnicas en como analizar estos casos y proyectos y cómo mejorarlos. Vemos como países por ejemplo India, específicamente Kerala fue un modelo de desarrollo donde grupos de personas de religiones diferentes, de partidos políticos e ideologías diferentes, consiguieron salir adelante, siempre con la participación de sus ciudadanos. Casos donde en Bangladesh, uno de los países donde más se ha proporcionado dinero para el desarrollo, ha sido un fracaso. No solo, nos sentamos a leer y analizar , también un requisito es trabajar en uno de estos países tres meses con una organización internacional, con una empresa, o con el gobierno siempre y cuando sea un proyecto de desarrollo. Al finalizar este proyecto, debemos analizar nuestra experiencia.

Este verano trabaje en Sao Paulo Brasil , tuve la oportunidad de participar en un proyecto de investigación en referencia al tema de abuso contra la mujer. La investigación se iba a llevar a cabo en los puestos de salud de “SUS.” Llegamos a Brasil en un momento muy polémico. Brasil está pasando por una de las recesiones económicas más fuertes en 20 años y a su vez la presidenta estaba siendo enjuiciada. También acababa de ocurrir la violación de la niña de 16 años en Rio por más de 30 hombres. Este tema causó mucha polémica en todo lo que tiene que ver violencia contra la mujer. Muchos decían que la niña debió tener otro grupo de amigos y estar vestida más conservadora, mientras otros pensaban que lo ocurrido no debió haber pasado indiferentemente del tipo de amigos, vestimenta, o “andanzas” de la niña. El problema es que un país donde el 40% de la mujeres admiten ser víctimas de violencia de género, y no existe preparación o recursos para apoyar y responder apropiadamente a lo ocurrido y a su vez evitar eventos como este, los cuales ocurren cada 11 minutos. Es un país donde la participación del hombre siempre domina en los servicios públicos y policiales y no están entrenados para prestar servicios parcialmente y simplemente asumen el poder patriarcal que existe. A su vez, es un país muy burocrático el cual retrasa cualquier tipo de desarrollo que quiera ser implementado.

Por otro lado, tuve la oportunidad de trabajar en una consultora de impacto social, la cual fue muy interesante y aprendí mucho. Logré ver cómo la burocracia retrasa oportunidades de desarrollo. A su vez, los diferentes stakeholders, compañías, gobiernos, y organizaciones, muchas veces se olvidan del grupo principal, que son los beneficiarios. Al final, este grupo siempre será el más afectado, ya que varios de los grupos involucrados se enfocan en sus servicios y efectividad pero no el impacto directo a la sociedad; proyectos de agua y saneamiento son afectados por la situación política, ya que los beneficiarios dependen de los recursos de ellos para poder ser implementados. La política siempre se aprovechará de la situación de otros para venderse y ganar y una vez más sufren los de abajo.

Qué difícil es salir de las diferentes escalas y poder causar el impacto directo en los beneficiarios. Es necesario desarrollar prácticas sostenibles para los ciudadanos para así no depender tanto de los de arriba y los de afuera.

Me quedo con muchas ganas de seguir aprendiendo y observando para algún día sentir ese cambio!

Mafe

--

--