La falta de diversidad me molesta… mucho
Ya lo sabía, y lo reafirmé el viernes en la noche en un club latino
Mientras estaba en México nunca aprendí a bailar Salsa porque “era para nacos” además que en la ideología religiosa en la que fui criada, “bailar es del diablo”, de cualquier modo, llevaba el sabor latino en mi sangre.
En 2015 realicé una de mis metas, aprender a bailar salsa como profesional. Fui a una academia, a un casino, y pasé muchas horas de entrenamiento y viernes en la noche de baile, hasta que dominé la técnica, YEI! Pero en todo este tiempo nunca había sentido tantas ganas como el viernes pasado de bailar salsa, y sólo conozco a una persona aquí con la que me entiendo bien bailando; salimos a bailar, no sólo nosotros dos, sino que varios amigos no-latinos nos acompañaron. Y ahí nos tienen: Rusia, El Congo, Australia, Sudán, Perú, Pakistan, Canadá y México jugando a bailar en un lugar lleno de latinos mirreyes los cuales nos veían como bichos raros fuera de lugar, incluso siendo D.C. una ciudad con tanta diversidad, pero yo jamás me había sentido más en mi lugar con la gente correcta.
Si, Estados Unidos es un país lleno de diversidad y eso es lo que ha hecho a Estados Unidos la potencia que es (!¿era?!), pero aun así todos están segregados en sus grupos de iguales, así:
La realidad es que la diversidad incomoda mucho, es siempre más fácil y más cómodo convivir con las personas con las que puedes hablar de los temas que dominas, que sabes cómo halagar u ofender, que han viajado o no viajado como tú, que seguro se ríen de tus bromas, hablan tu lenguaje e idioma profesional, tienen tu ideología religiosa y política; tienen tu mismo estatus social o ven las mismas series y leen los mismos libros.
¿Qué pasaría si cada vez te impulsas más a tener conversaciones incómodas y hacer de tu círculo social cercano, un círculo social diverso? ¿Qué pasaría si en tu empresa haya diversidad por lo mucho que ello incomode? ¿Te incomodaría entender más del otro y que ellos te entendieran?
No siempre he llevado una vida llena de diversidad, pero estos años he visto los beneficios de vivir en diversidad.
Hoy vivo con menos prejuicios, religiosos, raciales, étnicos, políticos, de género u orientación sexual. Hoy juzgo menos y entiendo más. Converso con más comodidad de temas tabus, soy mucho más tolerante y menos temerosa a lo diferente a mi. Tengo más riqueza cultural, mi forma de trabajo ha mejorado con retoalimentación en puntos de vista distintos a los míos, y aunque a veces incomoda, se que esa incomodidad significa que estoy conociendo algo nuevo, que al final me llevará a ser una mejor persona.
Hoy amo más al mundo, y sin meterme en temas políticos, creo en la paz mundial a través del entendimiento que sólo se puede dar a través de la diversidad en las interacciones diarias de cada ser humano.
Sólo conociendo a otros, te das cuenta que son iguales a ti, quitando las etiquetas mentales y prejuicios, sólo son otros seres humanos.
No es nuestra mejor foto, y no salimos todos; pero gracias a momentos diversidad como este, he aprendido mucho más de ellos y de mi, incluso de fiesta.
Sal de tu zona de confort y diversifícate. Sólo hazlo. Vale la pena.
¿Necesitas ideas de cómo tener más diversidad en tu vida? ¿Cuál ha sido tu momento WOW viviendo en diversidad?
Sigamos la conversación en twitter @ImBrendaHali
