What we talk about when we talk about Content

El concepto de “contenido” desdibuja la línea entre producto, parafernalia y publicidad como nunca antes.

Beatriz Lopez Livas
Novak Innovation
2 min readFeb 28, 2020

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NBC tiene un nuevo programa al que le está apostando, y puso su primer episodio en Hulu, la plataforma de streaming de NBCUniversal, pero también en Youtube, Facebook y las revistas Bustle y Playbill . Y en Spotify.

Las canciones de la serie musical Zoey’s Extraordinary Playlist están disponibles en la plataforma, pero el episodio mismo también está disponible, la primer instancia de terceros haciendo streaming de video en la plataforma musical.

Esto es, Spotify, a quien usuarios pagan por tener acceso a contenido de entretenimiento, está ofreciendo a sus usuarios publicidad para otro medio como contenido.

Esto no es del todo nuevo. Desde hace años que el Super Bowl es un evento para ver (y disfrutar de) comerciales, y este año ABInbev también lo convirtió en un evento multi-plataforma. Darle valor a tu publicidad por sí misma es una estrategia crucial para captar y retener la atención de clientes potenciales, y se vuelve más crucial conforme más se saturan los medios de comunicación.

Pero el caso de Zoey’s Extraordinary Playlist es más abstracto y más complejo. Habla de por qué se exitse el concepto abstracto de contenido.

Si entiendes a la serie como una sola cosa — contenido — metafóricamente vertida en diferentes contenedores, su adaptabilidad sobrepasa el potencial de estrategias multi-canal ya establecidas, como merch, tie-ins y product placement.

El mismo contenido es un producto en Hulu, donde la gente se paga una subscripción para verlo. Pero es publicidad en Spotify y otras plataformas, donde NBC busca presentarle el programa a un público joven. Y en televisión de señal abierta, el más tradicional de los medios involucrados, el contenido es un insumo que la compañía usa para fabricar su verdadero producto: la atención del público televidente que esa atención a sus anunciantes

La publicidad lleva un buen tiempo moviéndose hacia el contar historias, porque las historias son un valor fácil de transmitir y siempre deseable para los seres humanos. Ahora que más productos mediáticos se convierten en contenido, ambos lados, producto y publicidad, se convierten en historias.

Y las posibilidades de entrelazar y yuxtaponer y establecer diálogos entre esas historias no sólo hara más atractivo tanto a la publicidad como al producto, sino que hará más difícil distinguirlos.

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