Diseño centrado en el usuario: ¿qué es y cómo aplicarlo?

Una mirada a las experiencias digitales desde el diseño

Barbara Ayala
Nowports Tech and Product
5 min readDec 19, 2022

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Diseño centrado en usuario

Para brindarle una experiencia cada vez más personalizada y memorable a las personas que utilizan un producto digital, la aplicación del diseño centrado en el usuario es prioridad, pero… ¿esto qué significa?

Para aplicar correctamente esta metodología, primero es importante que comprendas qué es y cómo funciona. Por eso decidí preparar el siguiente artículo donde te explico todo más a detalle.👇

¿Qué es el diseño centrado en el usuario?

También conocido por sus siglas DCU, es un proceso de diseño iterativo en el que los diseñadores, researchers e involucrados se centran en las necesidades de los usuarios con un producto en específico a lo largo de todo el proceso de diseño.

Durante este proceso, se emplea una combinación de métodos y herramientas de investigación que sirven para comprender de manera más extensa las necesidades y expectativas de las personas, siempre teniendo en cuenta el producto. Lo que genera una mejor experiencia de usuario.

El término experiencia del usuario fue creado por Donald Norman en 1993 mientras trabajaba para Apple. A mediados de la década de los 90´s, muchas empresas de tecnología lo utilizaron como un diferenciador de sus productos claves, por lo que no es un fenómeno nuevo, ha existido desde el momento en que los humanos comenzamos a interactuar con herramientas y lo encontramos en todo lo que utilizamos, desde objetos tangibles como botellas de catsup, hasta en un producto tecnológico.

¿Para qué sirve el diseño centrado en el usuario?

Como usualmente se dice, la primera impresión es la que cuenta. Y lo que genera el diseño centrado en el usuario es justo eso; su correcta o incorrecta aplicación puede aumentar o disminuir la percepción positiva de un producto y por consiguiente, de una empresa o marca.

Un ejemplo común de esto es cuando una persona se frustra con un producto tecnológico y lo deja de utilizar. A menos que no tenga otra mejor opción le seguirá dando una oportunidad, pero si no es así, lo más seguro es que busque otro producto más rápido y fácil que realmente cumpla con sus expectativas.

En este sentido, para garantizar que toda la experiencia del usuario sea completamente satisfactoria es necesario siempre:

  • Involucrar a los usuarios para la evaluación.
  • Garantizar que la supervisión del diseño sea a largo plazo.

Aplicar ambos puntos ayuda a descubrir qué funciona bien, qué no y por qué. Los usuarios son un sistema de alerta temprana que ayudan a corregir el curso y a ajustar el diseño para alcanzar los objetivos.

Ten presente que siempre es más fácil corregir un rumbo y un diseño en el wireframing o prototipado, que cuando ya está en producción. Y no solo esto, también evita puntos de estrés y costos.

¿Cómo se usa el diseño centrado en el usuario?

El DCU se compone de varios métodos y al aplicarlo se deben determinar las tareas que se crean convenientes. Estos son algunos métodos:

  • Grupos focales o focus group: consiste en invitar a un grupo de usuarios reales de un sitio para que compartan sus pensamientos, sentimientos, actitudes e ideas sobre un determinado tema.
  • Pruebas de usabilidad: evalúan un sitio mediante la recopilación de los datos de las personas a medida que lo usan, son pruebas individuales. Consiste en invitar a una persona a asistir a una sesión donde se le pide que realice una serie de tareas mientras un moderador toma nota de las dificultades que va encontrando y se le invita a pensar en voz alta para que se entienda mejor cómo navega.
  • Card sorting: se utiliza para sugerir estructuras y categorías intuitivas.
    Como su nombre lo dice, se le presentan fichas a las personas sin clasificar para que encuentren el mejor orden o categorización de las mismas y así, se puedan organizar mejor los menús, submenús y categorías.
  • Entrevistas: generalmente involucran a un entrevistador que habla con un participante a la vez. Una ventaja es que a través de ellas pueden explorarse a detalle los puntos de vista de cada participante.

¿Qué se debe hacer con los hallazgos?

Después de recopilar la información necesaria con los usuarios, se debe construir un journey map, un documento que describe el viaje de un usuario al representar los diferentes puntos de contacto que caracterizan su interacción con el producto y es muy importante para identificar puntos débiles y las oportunidades de un producto.

Específicamente sirve para:

  • Compartir una misma visión sobre el contexto y el uso del servicio.
  • Entender las expectativas del usuario
  • Detectar errores o carencias en el proceso que ayuden a completar un objetivo dado.

Y siempre debe tener estos elementos:

  • Línea de tiempo.
  • Pasos o acciones del cliente.
  • Emociones de los usuarios.
  • Puntos de contacto o touchpoints.
  • Puntos de dolor o painpoints.
  • Oportunidades.

Ahora bien, solo hasta después de que esté bien mapeada toda la interacción de los usuarios será posible establecer insights.

Los 5 principios claves para descubrir insights

Los insights son las conclusiones que se obtienen de las observaciones, lo que se ha escuchado y lo que se ha analizado en todo el proceso. Y los más poderosos provienen de rigurosos y serios análisis que traducen los datos obtenidos.

En este sentido, los 5 principios claves que en los que es fundamental basarse para generar un buen insight son:

  1. Contexto: observar cómo se comportan las personas en una situación determinada, qué piensan y qué sienten. Lo más importante es explicar qué están haciendo y tratando de lograr.
  2. Problema: comprender las barreras que impiden que los consumidores logren lo que quieren con un producto . Ubicar en qué momento un consumidor tiene un conflicto, se siente tenso o presenta frustración.
  3. ¿Por qué?: explicar por qué algo sucede de la manera en que sucede, es una síntesis concisa del comportamiento observado. Conocer la razón por la que un consumidor se comporta de una manera particular y por qué sucede.
  4. Motivación: descubrir qué es lo que impulsan las acciones de las personas. Buscar tensiones en áreas clave.
  5. Ideal: describir el estado final o la situación deseada que el usuario busca.

¡Crea experiencias increíbles desde las pantallas!

Después de terminar todo el proceso de recolección de información del usuario, lo único que queda por hacer es regresar al diseño inicial y cambiar lo necesario para mejorar su experiencia. Ya más adelante será necesario repetir los procesos, pues solo de esta manera se puede garantizar que un producto se encuentre continuamente mejorando.

Ahora que tienes una mejor noción de lo que representa un diseño centrado en el usuario, aplícalo a tus futuros proyectos y brinda la mejor experiencia digital a las personas. ¡Ya descubriste que es posible!

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