¿Los retos emprendedores incrementan las competencias e intenciones emprendedoras de los estudiantes?

Geraldina Silveyra
Observatorio de Emprendimiento
5 min readJun 30, 2023

Autoras: Geraldina Silveyra-León, Lucía Rodríguez-Aceves y Verónica I. Baños-Monroy

Motivadas por la pregunta sobre qué contenido y qué metodologías pedagógicas son efectivas para la enseñanza de emprendimiento, esta investigación probó si la intención emprendedora y las competencias emprendedoras cambiaron después de que los estudiantes universitarios participaron en un Reto Emprendedor (RE). Esta experiencia pedagógica se diseñó cuidadosamente como un curso de 5 semanas y una actividad intensiva de tipo Bootcamp de 1 semana. El diseño de la investigación fue un estudio empírico basado en encuestas, pre y post, en una muestra de 525 estudiantes universitarios de primer año. Los resultados mostraron un aumento en la intención emprendedora y en las competencias emprendedoras medidas (identificación, evaluación y explotación de oportunidades, y obtención de recursos). La investigación ha establecido que la educación emprendedora desempeña un papel fundamental en el desarrollo de más y mejores emprendedores (Karimi et al., 2014). El segundo supuesto afirma que los emprendedores pueden ser formados y de hecho, hasta donde sabemos, no existe un gen emprendedor; nadie nace simplemente como emprendedor (Neck y Greene, 2011).

En las últimas décadas, la educación emprendedora ha atraído la atención de gobiernos, instituciones, académicos individuales y universidades de todo el mundo, porque proporciona a los estudiantes las herramientas necesarias para iniciar un nuevo negocio (Balan et al., 2018; Kozlinska et al., 2020). La educación emprendedora es altamente relevante bajo dos supuestos: en primer lugar, los emprendedores que crean una empresa dentro de un entorno universitario tienen un impacto más significativo en el desarrollo económico de su ecosistema (von Graevenitz et al., 2010) y tienen un desempeño mucho mejor que otros (Godsey y Sebora, 2010) debido a que dichas instituciones proporcionan a los emprendedores habilidades, actitudes y conocimientos para aumentar su alerta y habilidades hacia las oportunidades de negocios (Piperopoulos y Dimov, 2015). De hecho, la investigación ha establecido que la educación emprendedora desempeña un papel fundamental en el desarrollo de emprendedores más y mejores (Karimi et al., 2014). El segundo supuesto afirma que los emprendedores pueden ser cultivados. Hasta donde sabemos, sin embargo, no existe un gen emprendedor; nadie nace simplemente como emprendedor (Neck y Greene, 2011).

Aunque los académicos coinciden en que el emprendimiento puede ser enseñado, siguen surgiendo preguntas sobre el contenido y la pedagogía adecuada (Ramsgaard y Christensen, 2016; Balan et al., 2018) para hacerlo. Según Ahmad et al. (2018), los educadores en emprendimiento aún luchan por encontrar una coincidencia entre los objetivos instruccionales y las técnicas de enseñanza adecuadas. Además, la educación emprendedora enfrenta otro desafío: la medición de su efecto (Bae et al., 2014). ¿Cómo podemos medir qué tan efectiva es la educación emprendedora? Además, ¿cómo podemos asegurarnos de que el contenido y las pedagogías sean relevantes para las necesidades y aspiraciones del estudiante? Las investigaciones existentes han demostrado que la educación emprendedora aumenta la intención emprendedora y las competencias emprendedoras (Fayolle et al., 2006; Chen et al., 2018; García et al., 2019). Sin embargo, estas investigaciones han sido cuestionadas debido a la falta de un diseño de investigación sólido, y aún existen desafíos en la medición de los resultados de la educación emprendedora (Peterman y Kennedy, 2003).

En esta investigación, nos centramos en una forma de educación emprendedora llamada Reto Emprendedor (RE). Este enfoque se basa en la idea de que los estudiantes aprenden mejor emprendiendo, es decir, creando e implementando un proyecto de emprendimiento. Las intervenciones pedagógicas en forma de RE permiten a los estudiantes adquirir habilidades y conocimientos emprendedores al mismo tiempo que exploran su intención de emprender (Kolvereid y Isaksen, 2006). Además, las actividades del RE están diseñados para desafiar y brindar apoyo a los estudiantes en su viaje hacia la creación de una empresa (Ahl, 2006; Pihie y Bagheri, 2011; Hynes, 2014).

Para medir los cambios en la intención emprendedora y las competencias emprendedoras después de la participación en el RE, se utilizó un diseño de estudio empírico basado en encuestas pre y post. La muestra de estudio consistió en 525 estudiantes universitarios de primer año que participaron en un RE de 5 semanas seguido de una actividad intensiva de tipo bootcamp de 1 semana. Se recopilaron datos sobre la intención emprendedora y las competencias emprendedoras utilizando escalas validadas y adaptadas previamente.

Los resultados del estudio mostraron un aumento significativo tanto en la intención emprendedora como en las competencias emprendedoras de los estudiantes después de su participación en el RE. Los estudiantes experimentaron cambios positivos en su mentalidad emprendedora, lo que generó una mayor inclinación hacia el emprendimiento. Además, se observaron mejoras significativas en las competencias emprendedoras medidas, incluida una mayor capacidad para identificar oportunidades, evaluar su potencial y utilizar recursos de manera efectiva para emprendimientos. Estos hallazgos contribuyen al campo de la educación emprendedora al resaltar la eficacia del programa diseñado para desarrollar habilidades emprendedoras esenciales.

En conclusión, este estudio demuestra que un desafío de emprendimiento tiene un impacto positivo en la intención emprendedora y las competencias emprendedoras de los estudiantes universitarios. Al incorporar metodologías de aprendizaje experiencial, el programa mejoró de manera efectiva las habilidades de los estudiantes en la identificación, evaluación y explotación de oportunidades, y en la obtención de recursos para proyectos emprendedores. Estos resultados respaldan la importancia de la educación emprendedora y sugieren que los programas basados en desafíos de emprendimiento pueden ser una forma efectiva de fomentar el espíritu emprendedor entre los jóvenes.

Dado que este estudio se centró en estudiantes universitarios de primer año, sería interesante replicar la investigación en otros niveles educativos y contextos culturales. Además, sería valioso realizar un seguimiento a largo plazo para evaluar el impacto sostenido de la educación emprendedora en el desarrollo de carreras emprendedoras exitosas. Estas investigaciones futuras pueden contribuir a la mejora continua de los programas de educación emprendedora y ayudar a fortalecer el ecosistema emprendedor en México.

Referencia:

Silveyra-León, G., Rodríguez-Aceves, L., & Baños-Monroy, V. I. (2023, June). Do entrepreneurship challenges raise student’s entrepreneurial competencies and intention?. In Frontiers in Education (Vol. 8, p. 1055453). Frontiers.

Consulta el artículo completo en: https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/feduc.2023.1055453/full?&utm_source=Email_to_authors_&utm_medium=Email&utm_content=T1_11.5e1_author&utm_campaign=Email_publication&field=&journalName=Frontiers_in_Education&id=1055453

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