El libro como género

Cada sello editorial tiene una marca específica que los distingue. Son como esas familias grandes homogéneas. Cuando vemos un libro de forros de color liso con una portada protagonizada por una imagen en un cuadrado, posiblemente sabremos que se trata de Anagrama; o si vemos un libro con la ilustración de Alejandro Magallanes, lo primero que pensaríamos sería en Almadía.

Un éxito para una editorial es poder tener una “personalidad” clara con su línea editorial y que su público meta los pueda identificar fácilmente en la multitud de libros que hay en una librería. Hacerse de una buena fama con sus lectores para que cuando publiquen una novedad les interese porque saben que la editorial “es buena” o publica libros interesantes, etc. Al menos, eso lo que nos cuenta Roberto Calasso en La marca del editor. La importancia de darle un “extra” a los libros: no sólo imprimirlos por imprimirlos, sino realmente hacer un trabajo de cuidado especial que las otras editoriales no hagan: alomejor una selección cuidada de ensayos de los grandes sociólogos del momento, o publicaciones sólo de mexicanas jóvenes, o precios muy accesibles para que estén al alcance de todos.

Al final, mientras más se vaya construyendo esa identidad, y sea fiel desde el principio hasta el final con sus principios habrá más posibilidad de que llegue a su público meta.❧