Los tarahumaras enseñándome a operar mejor mi empresa

René Lankenau
Whitepaper.mx (V1)

--

Hace un par de meses corrí mi primer ultramaratón. Una distancia de 55.48 kilómetros en la Sierra de Arteaga, un lugar verdaderamente espectacular:

Sobra decir que ha sido la carrera más difícil en la que he podido participar. Además de la distancia, tienes el hecho de que terminamos subiendo 1,980 metros, y anduvimos corriendo a más de 3,200 metros de altura. Sientes que te ahogas.

Fueron 8 horas con 29 minutos y 3 mil 770 calorías. Terminé con los hombros y los brazos completamente ardidos por el sol, las piernas deshechas y hasta una uña negra. Mentalmente agotado: al final riéndome y llorando al mismo tiempo.

Durante la carrera, me rebasaron los tarahumaras. Es toda una experiencia verlos correr en las veredas: las piernillas flacas y con sus huaraches de llanta, parece que van brincando entre las piedras. Se nota una eficiencia en cómo se mueven. Y claro, el hecho de que vayan vestidos con sus atuendos tradicionales te impresiona mucho. Uno acá con su “look” más profesional: la ropa de materiales especiales, los tenis más sofisticados, los equipos de hidratación y los geles….y ellos con la ropa de manta que termina pareciendo un pañal, los ya mencionados huraches, y poco más….

Y vaya que el resultado es diferente. El primero de ellos llegó tres horas antes que yo.

Te ponen en tu lugar.

Y al final así terminando siendo todo. En mi empresa, ADVENIO, operamos con un nivel de sofisticación poco común para el segmento del cuidado y la formación infantil. Detrás del día a día de nuestros centros hay sistemas informáticos, procesos que dictan cómo debemos actuar y métricas para ayudarnos a tomar decisiones. Hay también un súper equipo de profesionales que le entienden a estos temas y que están enamorados de la misión de la empresa, y que por lo tanto hacen un enorme esfuerzo por lograr resultados extraordinarios.

Pero como los tarahumaras en la sierra: todo el “equipo” extra puede terminar sobrando si lo esencial no está ahí.

Hace unos minutos mi socio le mandó un mail al equipo directivo que me recordó justamente esto. Sí, ADVENIO tiene muchas cosas que nos hacen muy diferentes de cualquier otra opción en el mercado, incluyendo la obsesión por los detalles WOW para los clientes. Y vamos a seguir trabajándolos. Pero nada de esto viene al caso si no hacemos BIEN las cosas del diario. Antes de seguirlo “sofisticando”, tengo que cumplir lo básico. Lo que me comprometí a hacer y lo que mi cliente necesita que le cumpla. Lo normal.

Como lo vi con los tarahumaras: antes de sofisticar mi equipo de correr, tengo que aprender a correr de manera eficiente. Si no arreglo primero lo básico, seguiré terminando tres horas más tarde que ellos. Lo mismo en nuestra empresa.

--

--