No jaló

René Lankenau
Whitepaper.mx (V1)
Published in
3 min readSep 2, 2015

El proceso de emprender es como una montaña rusa. Hay momentos muy emocionantes y que te llenan de satisfacción, pero hay también muchos otros que no son tan padres.

Comenzamos nuestra empresa en 2010. En estos cinco años hemos abierto 15 centros. El año pasado cerramos uno, cuando no quisimos renovar el contrato de renta porque el local se había deteriorado y ya no contaba con las condiciones que requeríamos. Afortunadamente en este caso pudimos ampliar otro centro cercano para recibir en él a casi todos los niños.

Esta semana anunciamos el cierre de otro centro. Nada más que ahora sí la razón es muy diferente: no logramos que este centro fuera viable.

¿Qué pasó? ADVENIO Santa Catarina tiene un gran equipo de trabajo, una operación muy sana y un extraordinario nivel de satisfacción de las familias. Sin embargo, a diferencia del resto de nuestros centros, en este caso no pudimos cerrar los acuerdos comerciales con las empresas de la zona, y esto nos limitó muchísimo el universo de familias a quienes atender. En consecuencia, como negocio, no logramos que el centro funcionara.

No pude.

Como emprendedor, soy el responsable de que no haya funcionado. Tomé decisiones equivocadas, y por más que el equipo me ayudó a buscar cómo darle la vuelta, llegó el momento en que tuvimos que tomar la decisión de no continuar en ese punto, para enfocar nuestro esfuerzo en donde sí estamos creciendo.

Y esta es una de las dimensiones más difíciles del emprendedor. Entender que habrá operaciones que no funcionan, y actuar. En lo personal he tenido la fortuna de contar con socios increíblemente capaces, sin los cuales muy probablemente yo no hubiera sido capaz ni de reconocer el problema, ni de tomar una decisión tan dura.

Es especialmente dura porque estoy consciente que la decisión puede terminar afectando a algunas personas. Cuando comienzas la empresa, lo haces porque quieres crear soluciones. Quieres generarle valor a tus clientes, a tu equipo, a tus socios. Y una decisión de este tipo, en el corto plazo, parece que logra justamente lo contrario.

Y sí, también sé que a la larga son estas decisiones las que ayudan a construir una empresa sana y que pueda crecer. Pero, qué mal se siente en el momento…

Como empresa, ADVENIO continúa creciendo. En nuestra corta historia hemos podido atender a más de 3 mil familias, generando cerca de 300 empleos formales. Muchas de las personas del equipo han crecido rápidamente, y eso es súper satisfactorio. Durante este año comenzamos a operar tres centros nuevos, tenemos otro centro al que le estamos duplicando la capacidad (debido a la gran demanda de la zona), en diciembre abriremos el primer ADVENIO en Guadalajara, y vienen al menos tres centros adicionales para el 2016.

Nacimos con el objetivo de reinventar el cuidado y la formación infantil. Es una misión muy ambiciosa, por lo que la apuesta que hemos hecho en ADVENIO es muy grande. El cierre de nuestro centro en Sta Catarina es, junto con muchas otras dificultades que hemos tenido, muestra de los retos que como emprendedores tenemos que enfrentar.

….y por mientras, aferrarnos bien al carrito en esta montaña rusa….

--

--