Para Uber, ¿qué tan relevante es México?
Uno de los momentos más relevantes en la historia de Uber sucedió a finales de mayo de 2015. El ambiente en la Ciudad de México estaba tenso: muchos taxistas empezaban a ver cómo Uber, que tenía menos de dos años de haber comenzado a operar en esa ciudad, empezaba a competirles en algunas zonas. Miguel Ángel Mancera, en ese entonces Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, había tenido algunas pláticas con Uber y otras empresas de aplicaciones de movilidad, con el objetivo de generar un marco regulatorio para las empresas de redes de transporte. A los taxistas no les gustó la idea.
“¡Fuera Uber!” — repitiendo esa consigna, miles de taxistas paralizaron la ciudad por más de siete horas, el 25 de mayo.
¿El resultado? Al no encontrar cómo moverse ese día, más de 400 mil personas descargaron la aplicación de Uber y activaron su cuenta. Los headquarters de Uber en San Francisco estaban preocupados: fue tal la demanda de Uber ese día, que los clientes en la CDMX estuvieron cerca de colapsar los sistemas de Uber a nivel global.
Habían comenzando el 2015 con unos 100 mil viajes semanales. Para finales de ese año, en México habría cerca de 2.5 millones de viajes en Uber cada semana.
Rodrigo Arévalo lanzó Uber en México a mediados de 2013. La Ciudad de México sería el mercado número 24 para la empresa; Rodrigo se incorporó como el empleado número 250 de la empresa.
El principio no fue fácil, explica. Sí había demanda, pero era muy puntual y muy relacionada con un servicio tipo Uber Black — más exclusivo….y también más caro. Como en otras ciudades, la solución fue aprovechar el músculo financiero de la empresa — una de las startups que en su momento recibió más dinero de parte de inversionistas — para incentivar a los choferes a sumarse y comenzar a manejar para Uber. La clave era conseguir más y más choferes, para que cuando los clientes abrieran su app, se toparan con muchos autos disponibles.
En Super Pumped, de Mike Isaac, el autor describe cómo Uber invirtió fuertísimo para crecer y crecer. Pagaban bonos en efectivo a un conductor cuando completaba un cierto número de viajes o manejaba su Uber por un determinado número de días seguidos. A los clientes también los incentivaba con millones de dólares en viajes gratuitos. La teoría era que si el cliente probaba el servicio, se quedarían. Y según los datos de la empresa, con 2.7 veces que usara el servicio, un cliente se quedaba de por vida.
México hoy es un mercado extraordinariamente relevante para Uber: después de EUA y Brasil, es el tercer país más importante en volumen de operaciones. En el último reporte trimestral de la empresa, Latinoamérica como región representó el 22% de los ingresos. Pero de acuerdo con diversas fuentes, es uno de los lugares más rentables: aquí no pierden dinero — como en casi todos los demás mercados — sino que aquí sí generan una contribución positiva.
Uber es una empresa que ha tenido algunos años difíciles. En el 2017 enfrentaron todo tipo de acusaciones, al grado que su fundador y CEO, Travis Kalanick, tuvo que dejar la empresa. En su lugar llegó Dara Khosrowshahi, quien en mayo de este año colocó acciones de la empresa en la bolsa de valores. No le ha ido bien en la bolsa: salió en $45 dólares y ha estado más bien alrededor de los $26 dólares por acción. En su último trimestre creció 30% sus ventas, pero aún así registró pérdidas por $1.2 billones de dólares.
En 2016, Uber promovió a Rodrigo: ya no sería responsable nada más de México, sino de toda América Latina. Dos años después lo moverían nuevamente, ahora a Europa, como cabeza de Uber Eats para Europa, Medio Oriente y África — puesto que ocupó hasta hace algunas semanas.
Hablando de Uber Eats, este negocio — que hoy representa cerca del 30% de los ingresos de la empresa — anunció que se quedaría con la mayoría de Cornershop, una empresa chilena pero con una enorme presencia en México, y que como mencionamos antes, es sumamente popular entre consumidores regiomontanos.
En México, el mercado del “ride-hailing” — contratación de transporte por medio de apps — es de algo así como $1,575 millones de dólares, según Statista. Podemos suponer que una parte muy relevante de esa cantidad será para Uber: considerando nada más sus comisiones, en 2019 Uber facturará más de $2 mil millones de dólares en toda la región (la cifra de Statista incluye todo el costo del traslado). Y estos números seguirán creciendo: si se mantienen los ritmos de crecimiento que ha tenido este segmento en los últimos años, para 2023 llegará a valer más de $3 mil millones de dólares. Uber ahora está enfrentando una dura competencia por parte de Didi, que quiere quedarse con este país (esto a pesar que Uber es dueño de aproximadamente el 15% del capital de Didi).
Todo esto hace que el mercado mexicano sea increíblemente relevante para Uber. Para Facebook, o Amazon, o Google, México es un país muy importante. Para Uber, México está en el top 3.
Algunos números clave de Uber:
- Operan en más de 700 ciudades, en 63 países y 6 continentes
- Coordinan más de 14 millones de viajes diarios en su plataforma — pero esto no es ni el 1% del total de kilómetros que se manejan diariamente alrededor del mundo
- A la fecha, han pagado más de 80 billones de dólares a los choferes
- Uber Freight — para transporte de carga — y Uber Eats son dos negocios relativamente nuevos para la empresa, pero que ya en el 2018 le generaron $1.7 billones de dólares de ingresos, y están creciendo a más de 100% año con año.
En su último reporte trimestral, Uber anunció un crecimiento de 23% en los ingresos que le generó el servicio de ridesharing — el que sigue siendo su principal negocio. Esto significó un trimestre de $2.9 billones de dólares nada más de este tipo de viajes (y que representan el 76% de sus ingresos totales).
Sin embargo, esto no fue suficiente para cubrir sus egresos. Uber sigue perdiendo mucho dinero: en ese mismo trimestre registró una pérdida de $1.2 billones de dólares — una cantidad enorme, pero que se ve bien al lado de la pérdida de $5.2 billones de su segundo trimestre.
Uber cerró el 2012 con 159 empleados. Cuando salió a bolsa, en mayo de 2019, tenía ya 22 mil 263 empleados alrededor del mundo. Las ventas de la empresa en el 2018 alcanzaron los $11 mil 270 millones de dólares — equivalentes a un ingresos de unos $500 mil dólares por empleado. Esto está muy lejos de los ingresos por empleado en empresas como Netflix o Apple — más de $2 millones de dólares de ingresos por cabeza, en el 2018 — o un Facebook o Google — $1.5 y $1.3 millones por persona. A los que sí le gana es a empresas como Amazon — $350 mil dólares por empleado — y por supuesto a empresas regias como Grupo Alfa — $221 mil dólares por empleado.
Travis Kalanick, el controversial fundador de Uber, la semana pasada vendió 20 millones de acciones de Uber, valuadas en $545 millones de dólares. Ya en 2018 había vendido más de $1 billón de dólares — pero todavía le quedan alrededor de 74 millones de acciones de su empresa, equivalentes a más de $2 billones de dólares.
Una parte importante de estos recursos los está invirtiendo en CloudKitchens, su nueva empresa. Aprovechando el crecimiento explosivo de los servicios de comida a domicilio — incluyendo por supuesto el que él creó con Uber Eats — con CloudKitchens está construyendo y equipando espacios de cocina en mercados clave, alrededor del mundo, para surtir desde ahí las órdenes a domicilio (hace unas semanas escribimos de un modelo igual, en Monterrey).
La última novedad con CloudKitchens es que el fondo soberano de Arabia Saudita les invirtió $400 millones de dólares — lo que le daría una valuación a la nueva empresa de Travis de unos $5 billones de dólares.