Cómo facilitar la experiencia de personas neurodivergentes

Buenas prácticas en UX para diseñar interfaces accesibles

Micaela Rossi
Open Freakness Americas
4 min readOct 24, 2023

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Una imagen diseñada que dice “Diseño inclusivo y neurodiversidad”

Me gustaría comenzar con una pequeña definición para entender el contexto del tema central:

“La neurodivergencia (también conocida como neurodiversidad) se refiere a las personas que tienen condiciones como dislexia, dispraxia, déficit atencional con hiperactividad (TDAH) o que pertenecen al espectro autista.”

BBC News Mundo

Me llama la atención que todavía se clasifique a la neurodiversidad como una discapacidad, por lo que decidí informarme un poco más. A raíz de esto, me pregunté cómo será la relación de las personas neurodivergentes con las aplicaciones o la tecnología en general.

Desde mi lado como diseñadora, quería conocer las voces en primera persona acerca de los puntos que generan dolor y que, a su vez, son puntos de mejora, como también la valoración de ciertas funcionalidades.

Hablé con Lucas Slevin, activista neurodivergente y me contó su experiencia con el uso de aplicaciones:

Cuando los textos son muy largos, no los leo. Entonces, trato de averiguar yo cómo se usa, termina siendo muy difícil y termino no haciendo nada. Lo que aconsejo con las aplicaciones es: que pongan instrucciones de una palabra/palabras claves, o que el texto esté bien balanceado con la imagen, o un video que me explique. Eso en relación a la dislexia.

En base a la conversación con Lucas, destaco algunas buenas prácticas que nos pueden ayudar a crear experiencias más accesibles:

  • Diseño claro y estructurado: para empezar, pensemos las interfaces con una estructura clara y consistente, evitando elementos innecesarios o distracciones visuales que puedan dificultar la comprensión de la información.

Esto ayuda a personas neurodivergentes, como aquellos con TDAH, a concentrarse en la información relevante.

Imágen de ejemplo que ilustra un diseño segmentado y ordenado visualmente.
  • Uso de lenguaje claro y sencillo: utilicemos un lenguaje simple en etiquetas, instrucciones y mensajes de error para facilitar la comprensión y evitar confusiones. Evitemos los textos demasiado largos y optemos por jerarquías visuales claras, para reducir la carga cognitiva.

Esto facilita que la personas disléxicas tengan mayor precisión sobre las acciones a ejecutar.

Imágen de ejemplo que ilustra una forma sencilla de escribir los pasos a seguir dentro de las preguntas frecuentes.
  • Indicadores de progreso: es importante visibilizar el uso de indicadores de progreso que sean claros durante las tareas o procesos que requieren tiempo para que los usuarios tengan una comprensión clara de dónde se encuentran en el flujo.

Esto beneficia a personas con trastorno de ansiedad, ya que les permite saber cuánto tiempo falta para completar la tarea.

Imágen de ejemplo que ilustra el progreso dentro de un flujo de cuatro pasos.
  • Uso de íconos e imágenes intuitivas: acompañar con recursos visuales fáciles de entender puede reducir la abstracción y complejidad de un texto. Menos es más.

Esto permite que las personas autistas puedan procesar la información más rápidamente, en vez pensarlo varias veces o abandonar la tarea.

Imágen de ejemplo que ilustra una forma de usar íconos para acompañar la lectura más amena.
  • Retroalimentación visual y auditiva: podemos acompañar las acciones y eventos de una interfaz con recursos visuales y auditivos que clarifiquen un proceso.

Esto puede ayudar a las personas neurodivergentes a comprender y confirmar sus acciones dentro de un flujo complejo.

Imágen de ejemplo que ilustra un feedback visual en el cual le brindamos al usuario otros accionables para llevar a cabo.
  • Moderar el uso de animaciones: evitemos el uso de animaciones excesivas o rápidas, ya que pueden distraer o abrumar a las personas usuarias. Todos los elementos visuales que implementamos en una pantalla deben aportar valor a la experiencia, no restar.

En el ejemplo muestro una animación que puede ayudar a las personas a entender que el archivo se está cargando.

Gif de ejemplo que ilustra la carga de documentos de forma animada, pero sin abrumar al usuario.

Y lo más importante:

  • Pruebas con usuarios: realicemos testeos de usabilidad y recopilemos comentarios de usuarios para comprobar si la experiencia funciona realmente. Así podremos identificar barreras y mejorar la accesibilidad de la interfaz desde su perspectiva única.

Esto garantiza flujos accesibles para todas las personas.

Imágen de ejemplo que ilustra el dialogo dentro de las pruebas de usabilidad con usuarios y lo importante que es para llegar a un objetivo de producto.

Conclusiones

Es importante diseñar de forma inclusiva porque las personas neurodivergentes procesan e interpretan la información de una manera diferente. Tener en cuenta este tipo de buenas prácticas facilita la experiencia y potencia la autonomía diaria de un gran número de personas.

¿Cómo logramos todo eso?

Existen muchos recursos a la hora de iniciar un proyecto, lo ideal es conocer a nuestros usuarios y recopilar todos los datos necesarios en la etapa de discovery. También se pueden generar dinámicas de ideación y de entendimiento del proyecto, armar un brief de contenido, un benchmark o user-flow, etc.

Y podría seguir, pero como sabemos, cada proyecto es diferente y único. Así que pedí feedback a tus pares y a las personas usuarias, y después iterá la experiencia tantas veces sea necesario.

¿Conocés otras buenas prácticas? ¿Qué te pareció el artículo? ¡Contame!

Si leíste hasta acá, te agradezco y espero que algo de todo esto te sirva.

Micaela Rossi

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