El Salvador es el nuevo adoptante de la Carta de Datos Abiertos
por Agustina De Luca y Raúl Velásquez
Comienza un nuevo año, y con él un nuevo gobierno que adopta la Carta de Datos Abiertos y buscará implementar sus principios en la práctica. Así, El Salvador se convierte en el 65° gobierno en ser parte de la red de reformadores que se comprometen con políticas de apertura de datos para mejorar la calidad de sus instituciones y servicios públicos.
El Gobierno Salvadoreño ha mantenido desde su primer día de gestión la transparencia y el acceso a la información como un pilar fundamental, reflejado a su vez en el Plan Quinquenal 2014–2019, el cual establecía claramente avanzar en materia de datos abiertos. Desde Presidencia, y con el apoyo de la Secretaría Técnica y Planificación y de la Secretaría de Participación, Transparencia y Anticorrupción, consideran que es clave dar un nuevo salto a la política y asumir esta nueva forma de gobernanza basada en los ciudadanos.
Uno de los principales logros en su gestión fue el ordenamiento y liberación de datos relacionados a empleos; así como también la liberación de la lista de precios de medicinas y de los granos básicos en los supermercados.
Siguiendo esta misma línea, El Salvador tendrá tres grandes objetivos en esta nueva etapa: por un lado, se focalizará en la apertura de datos que sirvan para los casi tres millones de ciudadanos salvadoreños viviendo en el exterior, y el gobierno buscará facilitarles datos relacionados con programas, proyectos y servicios disponibles. El segundo objetivo serán datos sobre inversión pública, dónde se están construyendo obras y en qué zonas geográficas se está invirtiendo; y el tercero, abrir información sobre programas sociales (como de útiles escolares o pensión básica).
Además de esta agenda, el gobierno también reconoce la importancia de abrir los códigos de los sistemas de dominio público, dado que consideran que todo software generado con fondos públicos debe ser abierto. En esa vía ya se viene trabajando en materia de software libre, normalización de datos e interoperabilidad.
El principal desafío que han tenido en estos años ha sido la diversidad de bases de información que no están comunicadas o integradas, duplicación de datos e incluso contradicciones. Sin embargo, entienden que este camino es fundamental para brindar una mayor apertura institucional que permita integrar y simplificar servicios, de cara a los ciudadanos.
Estamos muy emocionados con sumar un nuevo país de centroamérica a la red de adoptantes de la Carta (junto a Costa Rica y Panamá). Esperamos este sea el comienzo de un año lleno de éxitos y fortalecimiento de las políticas de datos abiertos en favor de los Salvadoreños.
