(Ilustración de Melissa Zermeño)

Lugares y casas embrujadas en la Ciudad de México — Televisa News

Gabriel Revelo
Opinión con Foro
Published in
8 min readOct 31, 2017

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La Ciudad de México es una de las metropolis más polifacéticas del planeta, tan grande que prácticamente todo tiene cabida en ella… incluso las manifestaciones paranormales.

No es de extrañar que en sus más de cinco siglos de historia, en está ciudad hayan ocurrido hechos inexplicables que escapan a toda lógica, y que pasaron de boca en boca hasta convertirse en leyendas. Muchos de los sitios que sirvieron como escenario para estos acontecimientos permanecen aún de pie y ahora se les considera “embrujados”.

A continuación, un pequeño recuento de estas casas y lugares de la Ciudad de México, así como los relatos que les dieron fama:

Callejón del Aguacate

Hace algunos siglos, este callejón ubicado en el barrio de Coyoacán (cerca de las avenidas Miguel Ángel de Quevedo y Universidad), fue el escenario de un terrible crimen.

La leyenda dice que cerca del callejón vivía un militar que al regresar de sus batallas acostumbraba a pasear por las calles cercanas. Frecuentemente sus caminatas eran interrumpidas por un niño que lo alcanzaba para pedirle jugar con él. Aunque el soldado siempre se negaba el menor no dejaba de insistir, hasta que una tarde el uniformado perdió la paciencia, estalló en cólera y mató al pequeño.

Segundos después el militar se horrorizó al ver lo que había hecho y se ahorcó en un árbol de aguacate. Todo esto fue visto por un monje, quien mandó a poner un altar dedicado a la Virgen en ese lugar.

Dicen que al pasar por el callejón es posible sentir la presencia de un niño o escuchar gritos de dolor. Otros afirman que en la corteza del árbol se puede ver el rostro de un menor llorando.

Casa de Don Juan

En e número 90 de República de Uruguay, en la colonia Centro, se encuentra una vieja casona donde vivió Don Juan Manuel, un hombre de clase acomodada que, pese a estar casado con una hermosa mujer, era infeliz por su incapacidad para concebir un hijo. Tanta fue su frustración que por un tiempo decidió ingresar a un convento franciscano. En tanto, al frente de sus negocios dejó a uno de sus sobrinos.

Durante su aislamiento Don Juan se obsesionó con la idea de que su esposa le era infiel y enfermó de celos. Desesperado una noche hizo un pacto con el diablo: A cambio de saber si su esposa lo engañaba, Don Juan debía abandonar el convento y matar con un puñal al primer hombre con el que se cruzara afuera de su casa a las 11 de la noche.

Así lo hizo, pero el Diablo le informó que el hombre al que había asesinado era inocente y que debía repetir la misma operación cada noche hasta que finalmente diera con el amante de su mujer.

La tercera noche la víctima fue su propio sobrino. Esto hizo que Don Juan se sintiera culpable y fuera a la iglesia a confesar sus pecados. Como penitencia el padre le impuso rezar al pie de una horca, donde días después fue encontrado muerto.

Desde entonces dicen que su alma ronda en esa calle del Centro, y que cerca de las 11 de la noche se le aparece a la gente preguntando la hora. Al recibir respuesta Don Juan contesta con esta lapidaria frase: “Dichoso aquél que conoce la hora de su muerte.”

En la actualidad, cientos de personas pasan frente a la Casa de Don Juan sin tener idea de su historia.

Casa de Cañitas

En 1982, Carlos Trejo y sus familiares vivieron varios hechos paranormales en su casa, desatados a partir del uso de una tabla Ouija

Esa experiencia lo marcó y dio pie a un libro titulado Cañitas, donde el propio Trejo relata lo ocurrido: Posesiones, objetos que se mueven solos, el acoso del espíritu de un monje y muertes trágicas. La publicación se convirtió en un éxito de ventas e incluso fue llevado a la pantalla grande.

Con el tiempo, Carlos Trejo se dedicó a la investigación de fenómenos sobrenaturales, estuvo envuelto en algunas polémicas y varias veces fue tachado como charlatan.

Esta casa se ubica en el numero 51 de la calle Cañitas, en la colonia Popotla de la delegación Miguel Hidalgo.

La Isla de las Muñecas

En la década de los cincuenta, una joven murió ahogada entre los lirios del canal de Xochimilco, cerca de una chinampa propiedad de Julian Santana Barrera.

Al poco tiempo “Don Julián” comenzó a experimentar eventos inexplicables, y para alejar a los malos espíritus tuvo la ocurrencia de colgar muñecas alrededor de la isla. Al principio, esas tétricas figuras las encontraba en los basureros o entre los canales.

Poco a poco la isla se fue volviendo más famosa y Don Julián permitió que los turistas la visitaran, como agradecimiento muchos le regalaron más muñecas y la colección fue creciendo.

En el 2001 Don Julián murió ahogado (igual que la mujer que medio siglo atrás falleció en el mismo lugar y que lo hizo comenzar a recolectar muñecas). Ahora, esta isla posee una vibra muy peculiar y es una de las mayores atracciones turísticas de los canales de Xochimilco.

La Casa de la Tía Toña

Se trata de una de las casas más misteriosas y raras de la Ciudad de México. Aunque se encuentra en la tercera sección del Bosque de Chapultepec no es tan sencillo dar con ella, de hecho, en los últimos años más de 20 jóvenes han muerto al caer en una barranca ubicada en lo más profundo del bosque mientras la buscaban.

Nadie sabe su ubicación exacta pero dicen que está en Cumbres de Acutzingo, muy cerca del Panteón Dolores.

Se supone que originalmente fue habitada por una viuda solitaria que, para no sentirse sola, acogió en ella a varios niños en situación de calle, sin embargo, algunos de ellos planearon robarle el dinero que tenía guardado para hacer obras de caridad. Cuando realizaban el hurto la Tía Toña (que es como conocían a esta mujer) empezó a regañarlos. Temiendo ser entregados a la policía, los jóvenes ladrones comenzaron a golpearla hasta matarla. Otra versión dice que ella los asesinó y arrojó sus cuerpos al bosque, para después suicidarse.

Desde entonces la casa permanece abandonada y comenzó a presentar fenómenos extraños: Hay quienes han visto la sombra de la Tía Toña por las ventanas y/o escuchan sonidos raros en el interior. Quienes se han acercado dicen haber escuchado voces de niños y los lamentos de una mujer, además de sentirse vigilados por entes sobrenaturales.

Hay algunas fotos que han sido tomadas desde las barrancas del bosque, a las que por cierto es muy complicado llegar, pues se trata de una zona con caminos desolados y pocos seguros donde se han registrado robos y violaciones.

Otros leyenda urbana dice que la casa se encuentra en un predio expropiado por José López Portillo cuando era presidente de México, quien construyó ahí una mansión con fondos del erario público.

Aparentemente la casa está habitada, pero se ignora por quién.

La Moira

En los años setenta, Marcos, de ocho años, entró en una casa abandonada ubicada en el número 125 de la Calle José Vasconcelos, en la colonia San Miguel Chapultepec. Ahí observó a un niño de su edad colgado en el techo de una habitación. Marcos salió despavorido pero años después, intrigado por su primera experiencia volvió a ese lugar.

Al poco tiempo fue encontrado ahorcado en el mismo sitio donde años atrás había visto al niño ahorcado.

La casa comenzó ser conocida como La Moira y tiempo después empezaron a realizarse sesiones espiritistas en el interior, incluso se rumora que hubo posesiones demoniacas. También hacían recorridos nocturnos donde los visitantes experimentaban manifestaciones sobrenaturales de gran intensidad.

La Moira también funcionó como sensorama y centro cultural. Quienes han entrado aseguran que posee una fuerte carga energética. Por periodos abre al público y a veces cierra por largas temporadas. Quienes están relacionadas a ella son bastante herméticos al respecto de su historia, lo que ha contribuido a que las leyendas entorno a ella se incrementen.

La Casa de las Brujas

Una de las joyas arquitectónicas de la Ciudad de México es el edificio Río de Janeiro, mejor conocido como “La Casa de las Brujas” (las ventanas y techo de una de una de sus caras se asemeja a un rostro de bruja).

Fue construido en 1908 por el arquitecto británico Regis A. Pigeon y en su momento fue uno de los primeros edificios con departamentos de la capital. Ahí han vivido importantes figuras de la escena cultural mexicana, aunque su residente más famosa fue “Pachita”, una bruja a la que acudían desde pobladores hasta políticos influyentes para pedirles distintos favores. Se dice que era capaz de cambiar los órganos enfermos por otros sanos (aunque nunca se especificó si éstos provenían de animales o de otros humanos). y que murió el 29 de abril de 1979.

Pachita murió el 29 de abril de 1979, pero aún se le puede ver deambulando en los pasillos del edificio.

La Casa Negra

Se trata de una imponente casa estilo porfiriano ubicada en el número 191 de Álvaro Obregón, en la Colonia Roma.

Aunque ahora luce descuidada y llena de grafitis, en sus tiempos de gloria albergó a los Mondragón, una familia adinerada y bien acomodada. La desgracia comenzó una mañana, cuando el matrimonio y sus tres hijos fueron encontrados muertos. Nadie pudo explicar las causas de este tétrico acontecimiento.

Como los Mondragón no tenían otros familiares la propiedad pasó a manos del Gobierno. Desde entonces en esta casa han ocurrido distintos eventos paranormales que le fueron dando fama de casa embrujada. Quizá eso explique el que, a pesar de su privilegiada ubicación, ni la casona ni el terreno en donde se encuentra haya vuelto a usarse.

Hasta ahora todos los intentos por remodelarla han fracasado, y los vagabundos que han entrado para instalarse sólo han soportado estar en el interior algunas horas, pues los objetos en el interior flotan o se mueven y se escuchan voces y gritos. También se reporta que las puertas se abren y cierran, además de que unas manos invisibles empiezan a empujar hacia el exterior a los visitantes.

Aunque la propiedad permanece cerrada, basta con pasar por el exterior después de las 10 de la noche para percibir como la temperatura bajar y el ambiente se enrarece.

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Los lugares mencionados en este texto, son sólo algunos de los muchos sitios enigmáticos con los que cuenta esta ciudad. En estas historias es difícil distinguir la frontera entre la realidad y la fantasía, y es precisamente ahí donde radica su encanto.

Por Gabriel Revelo

Imagen principal de Melissa Zermeño

Publicado originalmente en noticieros.televisa.com.

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Gabriel Revelo
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Bloguero cuya verdadera función en la vida es hacer el ridículo. Le voy al Atlante. Dicen que era más chévere cuando era gordo. Runner que siempre se lesiona.