Efecto de la Usabilidad Estética
Las personas tienden a creer que las cosas que se ven mejor, funcionan mejor, incluso si en realidad son menos efectivas o eficientes
Muchas veces no le damos la importancia necesaria a la estética de los elementos en los proyectos, y pensamos que lo funcional es lo primordial, sobre todo si somos del mundo UX.
Antes de adentrarnos en la usabilidad estética, partamos con un poco de historia. En 1995, los investigadores Masaaki Kurosu y Kaori Kashimura, realizaron un testeo de la relación entre personas y computadores, en que pudieron concluir que los usuarios están fuertemente influenciados por la estética de cualquier interfaz, inclusive si intentan evaluar la funcionalidad subyacente del sistema.
¿Por qué sucede esto?
Pues bien, a través de estudios se logró percibir que una interfaz poco funcional, pero estéticamente atractiva genera una respuesta positiva en el cerebro y hace creer que el diseño funciona mejor.
La estética siempre cumple una función. Las experiencias atractivas funcionan mejor. Distintos estudios demuestran que las emociones juegan un papel importante en la experiencia de los usuarios. Si un sitio web tiene un diseño visual agradable, los usuarios están más relajados, tienden a encontrar el sitio web más creíble y más fácil de usar, pese a que no lo sea.
“El buen diseño en el front-end sugiere que todo está en orden en el back-end, sea o no el caso.”
Otro punto crítico se encuentra en las primeras impresiones, así como en la vida real, en el mundo digital también existe solo una primera impresión. Como diseñadores UX, sugerimos que al testear interfaces, se realicen con diferentes usuarios, para todas las iteraciones realizadas en el proyecto, para que así se pueda medir sin preexistencias la interfaz a evaluar.
¿Cómo podemos crear interfaces estéticamente atractivas?
Debemos aprovechar el proceso de investigación, observando lo que hacen y escuchando lo que dicen los usuarios, identificando sus gustos y analizando sus sitios de preferencia.
Ahora bien, debemos tener clara una cosa, no es razonable diseñar una interfaz única para todo tipo de público. Es muy difícil conseguir que una interfaz responda a todo tipo de público, y ésto es por causa del contexto de los usuarios (cultura, idioma, religión, normas sociales, políticas, etc.).
Respecto a la medición de experiencia, existen dos pilares fundamentales para crear una interfaz exitosa: usabilidad y estética. Es fundamental encontrar un equilibrio entre estos pilares, ya que si abusamos de lo estético, la usabilidad se verá afectada y viceversa.
Como dice la popular ley de comercio electrónico:
“Si el usuario no puede encontrar el producto, el usuario no puede comprar el producto”.
Si abusamos del Efecto de la Usabilidad Estética, podemos diseñar un marketplace con potencial atractivo visual, pero si el usuario no logra encontrar el botón “comprar”, no podrá realizar la acción que se espera. Con esto, hacemos referencia a que, abusar de lo estético entorpece la usabilidad del sitio.
